𝔐𝔦𝔞
Estaba corriendo por lo que parecía ser el bosque prohibido. No sabía de qué escapaba, o si en realidad buscaba algo. Avanzaba entre los árboles, esquivando ramas y piedras.
De la nada, llegué a un claro donde había un círculo plateado. El círculo estaba dividido en nueve, y en el centro había otro círculo dividido en dos. En los espacios habían símbolos que no entendí en ese momento.
Giré, y vi a Morrigan colgada de uno de los árboles. Comencé a retroceder, intentando respirar, y caí por un pozo.
Me desperté jadeando y empapada en sudor frío. Tardé unos segundos en darme cuenta de que estaba en mi dormitorio. Sentía el corazón en la garganta y no podía dejar de temblar. Otra pesadilla. Sólo era eso, una pesadilla. Una bastante similar a la que había tenido la otra vez. Intenté convencerme de que no significaba nada, pero ya no estaba tan segura.
Intentando calmarme, me levanté de mi cama y me acerqué a Camila, que seguía durmiendo. Tardó un poco, pero al final se despertó. Al principio me miró, confundida, hasta que se espabiló un poco y pareció entender lo que había pasado.
–¿Qué pasó? ¿Te sentís bien?
Me senté a su lado en su cama y le conté la pesadilla con todos los detalles que recordaba, desde el bosque hasta como Morrigan había aparecido colgada en el árbol. No quería olvidar nada, pero los símbolos del círculo eran un borrón en mi memoria. Sabía que los había visto en algún lado, pero ¿En dónde?
–¿Crees que los símbolos signifiquen algo? –preguntó, bostezando.
–Supongo que sí –respondí–, pero no tengo idea de qué, apenas llegué a verlos.
Pasé el resto del día pensando en la pesadilla, intentando encontrarle algún sentido a los símbolos que había visto, pero no tenía idea de porqué había tenido ese sueño, o de qué podría significar. Tenía que haber algo de lo que me estaba olvidando, todo sería mucho más fácil si lograra identificar los símbolos. Para cuando las clases terminaron, seguía sin tener la más mínima idea al respecto.
Al final, me rendí. No iba a encontrarle el significado ese día, tal vez no tenía ningún significado en lo absoluto, así que no tenía sentido preocuparme tanto al respecto, así que intenté calmarme.
Eran alrededor de las cinco de tarde, y estaba sentada bajo un árbol en los jardines de Hogwarts, escribiendo una historia corta en mi cuaderno para distraerme de la pesadilla. El cielo estaba prácticamente negro y se largaría a llover en cualquier momento, pero todos estaban adentro y no podía encontrar un lugar del castillo donde no se escucharan gritos o pisadas de gente corriendo por los pasillos, así que quería aprovechar todo el tiempo que me quedara afuera.
Por desgracia, no pude escribir mucho antes de que se largara a llover a cántaros. Me levanté tan rápido como pude y salí corriendo, rogando porque mi cuaderno no se arruinara. Casi me resbalé varias veces en el camino, pero al final logré llegar al castillo ilesa, probablemente resfriada, pero ilesa.
–¿Te agarró la lluvia? –preguntó Theo, con algo de humor, cuando me lo crucé en uno de los pasillos mientras me dirigía a la sala común de Slytherin.
–¿Qué te parece?
No dijo nada mientras se quitaba su saco y lo ponía sobre mis hombros. Intenté que no pareciera que el gesto me importaba mucho, no era una persona muy demostrativa en general.
–Deberías tomar un té, para que no te resfríes.
Me acompañó hasta la sala común, y me dirigí hacia mi habitación para cambiarme y ponerme ropa seca. Cuando volví, vi que Theo todavía estaba ahí, esperándome con dos tazas de té sobre una de las mesadas. Avancé con cuidado. Sabía que solo estaba siendo amable, y exactamente por eso desconfiaba. Cuando las personas eran demasiado amables conmigo, siempre querían algo a cambio, y todavía no estaba segura de cómo me sentía respecto a Theo
–Gracias –murmuré, sentándome a su lado en uno de los sillones, como el día en el que me lo había encontrado después de mi primera pesadilla.
–Pareces cansada –dijo, apoyando su taza sobre la mesa– ¿Otra pesadilla?
Asentí, bebiendo un sorbo de mi té. No quería hablar de las pesadillas. Sólo quería olvidar la imagen de mi hermana colgada de un árbol por al menos diez minutos. Además, siempre me había llevado bien con Theo pero nunca habíamos sido exactamente cercanos. Si, estábamos en el mismo grupo, pero casi nunca hablábamos sin los demás, no hasta ese año. En realidad no era muy amiga de nadie en ese grupo excepto Camila, eran más sus amigos que los míos, y tal vez Pansy.
–¿Pensaste en empezar un diario de sueños? –preguntó– Digo, para que no se te olviden los detalles con el tiempo, y después podes tratar de ver que significan.
–Es buena idea, no lo había pensado.
Seguía sin entender porqué le importaban mis pesadillas, pero a decir verdad podría ser útil. Me preguntaba si sabría algo de los símbolos, pero no podría describirselos aunque los recordara.
–¿Por qué siempre usas ese collar?
Tardé unos segundos antes de darme cuenta de lo que estaba hablando y llevar mi mano hacia el colgante de luna que llevaba. Era bastante simple, la cadena era finita y plateada, y el dije tenía forma de luna cuarto cresciente Lo tenía desde que tenía ocho años, y no me lo sacaba nunca, ya casi ni me daba cuenta de que lo llevaba.
–Ah, no sé –dije–, me lo dio mi abuelo cuando era niña, a Morrigan le dio un anillo con forma de sol, pero el suyo es mucho más llamativo.
–Es hermoso ¿Puedo verlo?
Asentí y se acercó a mi para tomar el dije y verlo más de cerca, y no me di cuenta hasta después que no había nada que mirar, era solo una luna plateada. Pero en ese momento estaba ocupada conteniendo la respiración, intentando formar algún pensamiento coherente.
Después de unos segundos, soltó el dije y alzó la mirada, sin alejarse. Estaba peligrosamente cerca, tanto que a penas podía moverme. No sabía si quería que se alejara, o que se acercara más. Vi como su mirada bajó a mis labios por unos segundos e, inconscientemente, me moví un milímetro hacia atrás. Pareció haberlo notado, porque besó mi mejilla antes de alejarse.
–Le prometí a Blaise que lo ayudaría con Historia de la magia –dijo, levantándose–, pero nos vemos en la cena.
Asentí, todavía procesando lo que acababa de pasar ¿Había querido besarme? ¿Por qué? Me quedé en ese sillón hasta la hora de la cena, intentando entender lo que había pasado. Pero al menos ya no me estaba carcomiendo la cabeza pensando en la pesadilla o en qué podría significar.
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Star Crossed / A Harry Potter Fanfiction
Fanfiction"Cuando el último pétalo caiga, el gran reloj marcará la hora del desastre. La oscuridad se cernirá y el sol se ocultará para siempre, destruyendo el equilibrio entre los hermanos" Hecha con @MiaCFV y @Sugar_Princess12