𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕾𝖊𝖎𝖘

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ℭ𝔞𝔪𝔦𝔩𝔞

Estaba desayunando en la mesa de Slytherin. Era un miércoles y parecía que iba a ser un día como cualquier otro, todos conversaban tranquilamente, algunos hablaban de clases y otros especulaban sobre de qué se trataría la siguiente prueba. Aparentemente, ninguno de los campeones había descifrado el mensaje del huevo todavía. Los de Durmstrang se sentaron con nosotros y estábamos hablando con algunos de ellos cuando las lechuzas entraron y trajeron cartas. Yo no esperaba nada, así que me sorprendí cuando dejaron una carta en frente mío, sellada con el escudo familiar. Comencé a preocuparme cuando vi que atrás decía que venía de mis padres, y supe que debía abrirla sola. Guardé la carta en mi bolsillo, cuidando que nadie me viera.

–Ustedes adelántese –le dije a mis amigos cuando salimos del comedor–, los alcanzo después.

Fui hacia el baño más cercano y me encerré en uno de los cubículos, sin estar del todo segura sobre si de verdad quería leerla. Dudé antes de abrir la carta y comenzar a leer lo que decía;

Hija,

El momento que tanto habíamos esperado llegó. Hemos oído rumores sobre que Quien Tu Sabes volverá antes de que termine el año, y ya va siendo hora de que tanto vos como tu hermano comiencen a asumir responsabilidades. Tan pronto como él regrese, deberán unirse a nosotros, como prueba de nuestra lealtad al Señor Tenebroso. Sabemos que esto puede asustarte, pero no hay nada de malo en esto, estamos haciendo lo mejor para la raza mágica, ya lo veras una vez que él gane. Estamos seguros de que harás lo correcto,

Con amor,

Mamá y Papá.

Insegura sobre como reaccionar, tiré la carta por el inodoro para asegurarme de que nadie la encontrara y salí del baño, pateando la puerta. Llegué tarde a la clase de Historia de la Magia, y me dejé caer al lado de Draco. No pude prestar atención a la clase ¿Qué iba a hacer? ¿Debería unirme a Voldemort? Tampoco parecía que tendría muchas opciones, no si quería salir viva.

–¿Qué año dijo? –preguntó Draco en un momento de la clase, refiriéndose a lo que el profesor decía. Ni siquiera sabía qué tema estábamos viendo.

–Deberías haber escuchado –dije, sonando más cortante de lo que pretendía, pero de verdad no tenía ganas de conversar en ese momento.

–¿Qué te pasa? –dijo, frunciendo el ceño.

–Estoy bien –mentí, pero soné tan brusca que supe que no me había creído.

No volvimos a hablar en lo que quedaba de la clase, pero noté como me miraba de vez en cuando, tratando de descifrar que me estaba pasando. Pensé en decirle algo, pero decidí ignorarlo. Tenía que concentrarme en qué iba a hacer una vez que tuviera que elegir entre unirme a los mortífagos o... ni siquiera sabía si tenía otra opción. Terminó la hora, y guardé mis cosas para irme. Estaba por dirigirme hacia el salón de encantamientos, cuando Draco tomó mi mano y me arrastro hasta un salón vacío, cerrando la puerta detrás de él.

–¿Qué te pasa? –volvió a preguntar, esta vez suavizando un poco la voz.

Y ahí solté todo. Le dije lo de la carta, le conté todo lo que mis padres habían escrito, desde el regreso de Voldemort hasta cómo esperaban que me uniera a los mortífagos y que pensaban que sería lo mejor para todos. Vi cómo su expresión pasaba de la preocupación al miedo. Los dos sabíamos lo que eso significaba para él.

–Mi padre fue parte del ataque –murmuró, refiriéndose al ataque mortífago que hubo en la copa internacional de Quidditch.

–Creo que el mío también –no había querido pensarlo hasta ese momento, pero era más que obvio.

Star Crossed / A Harry Potter FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora