Aprender

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–¿Tan nervioso estás?

Poppy me tiende un pañuelo para que seque las gotas de sudor que corren por mi rostro y mis manos, mis piernas tiemblan ante la anticipación de la situación.

–Tengo diez grados más de lo que estoy acostumbrado en mi cabello, no ayuda mucho – comento sin querer responder su pregunta.

La hora de abrazar se anuncia en nuestros brazaletes y me mareo, sabiendo lo que eso significa.

–¡Niños! Que bueno es verlos – nos abraza Pepe, el padre de Poppy – ¿Cómo han estado?

La palabra niños hace eco en mi mente. ¡Estos niños vienen a decirle que tienen un huevo en camino! ¿Cómo diablos le explico que toqué a su hija sin saber las consecuencias y que ahora será abuelo?

–¡Más que bien! Tenemos tanto por contarte... – sonríe Poppy nerviosa.

Y entonces lo que viene atormentandome por días, vuelve. Una pizcazón, a cual la palabra "insoportable" le queda corta, se aloja en la base de mi cabellera.

La experimenté dos semanas despues de que se formara el huevo, la doctora Rosaluna dijo que era normal por la temperatura alta en la zona.

Muerdo mis labios mientras varias gotas de sudor cae por mi rostro ante el esfuerzo por no rascarme. Poppy tiene la crema que nos dió la doctora en su cabello, no puedo sacarla asi como asi enfrente de Pepe.

–¿Te sientes bien, muchacho? – me pregunta el exrey mientras se acerca a mi. No puedo hablar, la picazón es demasiada. El cambia su expresión a una preocupada mientrás coloca su mano en mi frente – ¡Estás ardiendo!

–¿ChiquiRamón? ¿Que tienes? – me pregunta mi novia preocupada. Intento decirle con la mirada que necesito urgente esa crema, pero no lo capta.

–Llamaré a la doctora Rosaluna, tal vez estés enfermo... – dice Pepe mientras agarra su bastón para buscarla.

La brisa fría que choca contra mi cabello cuando Pepe abre la puerta de su capullo es suficiente para que estalle en desesperación. Meto mi mano en el cabello de mi novia buscando esa bendita crema. Cuando la encuentro, la unto en mi mano y sobo mi cabeza con alivio.

–¿Esta bien...? – habia olvidado completamente la presencia de mi querido suegro. Mira con detenimiento la crema en mi mano – que recuerdos... La ultima vez que vi esa crema fue cuando tu madre...

Poppy y yo nos miramos aterrados, no era la manera en la que pensábamos decirle. Esperamos nerviosos alguna reacción de su papá, pero el solo tiene ojos para la bendita crema.

–¿Pepe...?  – me acerco a él buscando alguna reacción.

–Papá, dinos algo – le ruega Poppy mientras algunas lágrimas se acumulan en sus ojos. Habia estado conservando la calma porque no quería que yo me estresara, pero la conozco y se que por dentro esta muerta de miedo.

Después de todo, es su padre.

–Mi bebé... – es lo unico que escuchamos salir de la boca del troll naranja mientras abraza a su hija.

Un suspiro de alivio sale de ambos al notar que nuestro pequeño príncipe o princesa será aceptado y amado por todos.

–Crei que te decepcionarías – confiesa mi reina mientras limpia algunas lagrimas de su rostro.

–¿Decepcionarme? ¡Seré abuelo!

–¿No crees que es algo... Pronto? – pregunto ahora yo mientras devuelvo la crema al cabello de Poppy.

–Muchacho, aun son muy jóvenes, pero estoy seguro que ese niño tendrá a los mejores padres y que tendrá la mejor vida. ¡Ahora dejame verlo!

Saco con sumo cuidado el huevo ya crecido unos cuantos centímetros, para que su abuelo lo conozca.

[...]

–¿Y como sucedió? – pregunta DJ y nos sonrojamos al máximo.

–¡Por favor, DJ! No quiero detalles de su intimidad – se queja Satín.

–Es que, ¡Santo Troll! Debieron hacerlo muchas veces para haber logrado un huevo – replica nuestra roja amiga.

–¿Podemos dejar de hablar de esto? – les pregunto mientras me recuesto en el pasto de la pradera a la que vinimos a pasar el dia con el Snack Pack.

Como ya habíamos imaginado, la noticia no tardó en divulgarse por toda la villa y todos estaban mas que extasiados de tener un nuevo integrante en la familia real en camino.

–Entonces... ¿Deberíamos llamarte rey Ramón? – se ríe Chiquilina mientras el resto ríe. Otra vez, Poppy yo parecemos tomates.

–No se adelanten a los hechos, falta mucho para eso – aclara mi dulce novia.

Nos acomodamos todos en el cesped para jugar a buscar formas en las nubes, yo solo recargo mi cabeza en las piernas de Poppy para que me acaricie el cabello.

Mis ojos se cierran instintivamente al sentir las suaves plantas funcionar como una gran cómoda cama y el tacto de la troll que más amo en mi cabello. Las últimas semanas el huevo creció lo suficiente para pesarme. Además de eso, la temperatura subió otros cinco grados y lo unico que quiero hacer es dormir.

–Aunque debemos admitirlo, serías un gran líder – susurra Popy.

[...]

–¡Vuelvo mas tarde, cielo! – grita Poppy antes de verla desaparecer por el ascensor, yendo a cumplir con sus deberes de reina.

La calidez, felicidad, comodidad y amor que sentía hace unos segundos se desvanecen en un instante, sintiendo el frío y la oscuridad de mi hogar. Ya no es lo mismo sin ella.

Me abrazo a mi mismo mientras busco algo que hacer, decidido a ocupar mi mente en otra cosa. Pero mis ojos se encuentran con una estantería que contienen los únicos recuerdos de mi familia.

Me siento en mi sofa con algunas cajas en la mano. Lo primero que encuentro es una foto de mi madre y mi padre, de un dia antes que murieran. Se veían realmente felices sosteniendo en sus manos a su recien formado huevo.

Sin que pueda reprimirlo, un grito de dolor sale de mi garganta, recordando todos esos años sólo, deseando saber que se sentía ser amado incondicionalmente. Envidiaba ver el resto de los niños disfrutando de sus padres, mientras yo pasaba mi dia de las madres encerrado en mi casa.

Tomo el huevo en donde esta creciendo mi pequeño.

–Lo siento... – le susurro mientras lo acuno entre mis piernas – no sé si seré suficiente. No tuve familia, crecí solo, no se nada sobre paternidad, apenas me acostumbro al contacto de otros trolls que no sean tu mamá. Temo ser una decepción para ti...

Acaricio un poco el huevo, siguiendo el rastro rosa que tiene en el centro. Sonrío al recordar a Poppy saltar de alegría cuando la doctora Rosaluna nos dijo que sería niño.

–Tienes suerte, amiguito. Ganaste la mejor troll del mundo entero. Aún no sé que hice para conquistarla, ¿Sabes?  No tengo ni la menor duda en que ella será la mejor madre que haya existido. Lamento no poder decir lo mismo de mí...

Un par de lágrimas vuelven a caer por mis mejillas. Decido que ha sido demasiado tiempo fuera del calor de mi cabello y amago a tomarlo para guardarlo. Pero lo que sucede hace que todo en mi se entumezca.

Veo como el huevo se mueve ligeramente en mis piernas. El movimiento es muy sutil y vago, pero llena mí corazón como nunca antes había sentido. Sonrío más que emocionado y orgulloso.

–De una cosa estoy seguro, pequeño. Te amo con todo mí corazón, y nunca permitiré que algo malo te pase. Te prometo que intentaré ser el mejor padre para ti.

[N/A: hago capitulos sobre este libro a pedido, si alguien quiere ver una situación en especial con nuestro Broppy como padres, solo diganmelo y haré lo mejor que pueda 💖💕]







Huevo Troll [Broppy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora