–¡¿Cómo demonios puede ser esto posible?!
El grito de Poppy sorprende a Ramón y la doctora Rosaluna, la reina nunca maldecía. Pero la ocasión lo merita.
Su huevo estaba creciendo de maravilla, ya podia estar varias horas fuera del cabello de incubación por lo que Poppy y Ramón habían tenido un poco más de libertad a la hora de vivir aventuras.
Pero tal vez se tomaron la libertad muy a pecho...
–Reina Poppy, Ramón, les advertí que debían tomar precauciones a la hora de realizar el acto de amor... – la mirada de desaprobación de la doctora hace que ambos trolls se avergüencen de su irresponsabilidad.
Los futuros padres habían estado conteniendo todo el amor que tenían para el otro, pues con el huevo en incubación no podían arriesgarse a que se golpee o rasgue por cualquier movimiento brusco. Cuando les dijeron que este podría mantener su temperatura por si mismo, se dedicaron amor toda una noche.
–Pensamos que no podían formarse dos huevos al mismo tiempo... por eso no nos cuidamos.
Y luego de varias semanas, Poppy comenzó a sentirse algo enferma y afiebrada. Ramón la llevo con la doctora para asegurarse que no fuera nada grave, pero se llevaron una gran sorpresa al descubrir que de hecho, un hueco de incubación se habia formado.
Es por eso que ahora, se encuentran en el capullo de la rosada, pensando como se las arreglarían con dos niños.
–¡Esto es una locura! No puedo creer que hayamos cometido el mismo error dos veces – grita Poppy mientras camina de un lado a otro. Ramón solo abraza el huevo de su hijo, aterrado.
–No estaba seguro de si podría con uno, ¡Ahora serán dos! ¿Debería sentirme feliz, asustado, tal vez algo preocupado? – se preguntaba él.
Ambos se miran, buscando tranquilidad y apoyo en los ojos del otro, pero solo encontraron temor. Con las piernas temblando, se toman de las manos y cierran los ojos, intentando calmar el torbellino de emociones.
–Enfoquemonos en uno a la vez, ¿Estas de acuerdo, cielo? – pregunta Poppy.
Y es así como pasaron el resto de la tarde construyendo, ordenando y decorando la habitación de su niño. Faltaba tan solo dos semanas para que nazca y querían darle lo mejor que pudieran darle. Habían decidido vivir en el hogar de Poppy y dejar el búnker como segundo hogar.
Después de todo el príncipe debía estar siempre al alcance de su reino.
[...]
Esas dos semanas pasaron volando. La joven e inexperta pareja ya había dado la noticia del nuevo huevo en camino, recibieron algunos regaños de parte de sus amigos y Pepe, pero se alegraron de tener un bebé más al cual mimar.
Ramón ya no resistía el peso de su huevo, era sumamente importante que este estuviera dentro de su cabellera cuando decida nacer, por lo que no lo dejaba ni un segundo fuera.
Para mientras, la reina estaba comenzando a sentir la picazón de la que tanto de quejaba su novio los primeros meses de incubación.
–¡Esto es patético! ¿Cómo puede ser que pique tanto? ¡Castigaré a este niño por hacer sufrir tanto a su madre! – se quejaba Poppy. Ramón solo resoplaba y trataba de ser comprensivo, ya habia pasado por eso y sabia que era insoportable. Pero ahora mismo tenía sus propios problemas, el dolor de espalda y cabeza que le causaba el peso del huevo era infernal.
-Poppy, cariño, mi vida - dice el futuro padre, tratando de no perder la cabeza - ¿Puedes dejar de gritar, por favor?
-¡Pero pica tanto! Hace mucho calor aquí - sigue la reina mientras llena una mochila con varios articulos necesarios para sus bebes. en cualquier momento tendrían uno en brazos y debían estar totalmente preparados. Un poco de ropa que las gemelas habían confeccionado para él, una manta para abrigarlo, algunos pañales, biberón, un peluche que era de Poppy y un juguete que Ramón habia creado especialmente para su niño. Confusión cruza el rostro de la reina - ¿Porque me hablas como si fuera lo mas irritante del mundo?
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Huevo Troll [Broppy]
FanfictionRamón no tenía a nadie que le de "la charla" y Poppy simplemente era muy infantil. ~Advierto que no se que rayos hice en esta historia~ #14 en poppy💖 23/10/20 #21 en trolls💖 12/11/20