XXIV; Headache

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Yoongi entró con calma a la casa, siendo recibido por el mayordomo con una ligera reverencia. Acostumbrado a eso, sólo le saludó y avanzó. Quería bañarse.

Luego de haber ido hasta la casa de Eric para visitar a Jimin y escuchar todo acerca de su encuentro con Jungkook habían comido algo, y él se retiró antes de las 10 para que su abuelo ya no lo regañara. No obstante, recibió el llamado de una sirvienta para dirigirse al salón. Supuso que su abuelo lo esperaba, pero lo sorprendió encontrarse con el rostro de Kim Taehyung sentado en su sala junto a su odioso abuelo, el director Kim.

— Al fin llegas — lo recibió su abuelo, que estaba sentado en el sillón individual con esa acostumbrada aura de impotencia suya.

— Pasé a ver a un amigo — se explicó, sin dejar de mirar a las dos visitas.

— Me imagino que ya los conoces.

— ¿Conocerlos? — Yoongi les dirigió una mirada más pesada, aun molesto de toda la mierda que pasó por culpa de ese par. Habían sido los principales antagonistas de su vida, y aunque quiso demostrar que no le afectaba del todo, lo cierto es que verlos de nuevo había causado una sensación de irritación en él —. ¿Cómo olvidarlos? — agregó sin embargo, con una sonrisa media que no llegaba a sus ojos que se habían vuelto fríos —. Por culpa de ambos casi muero. Terminé en el hospital, con las manos quemadas por el frío — notó lo tensos que se habían puesto ambos.

Era obvio que el director Kim estaba algo nervioso, y también lo era que sabía lo inferior que era junto a su abuelo. El menor de los Min sólo pudo actuar como se esperaba de él.

— Ciertamente fue un asunto muy desafortunado — Yoongi arqueo la ceja. ¿Así que sólo había sido un asunto desafortunado? —. Lo importante, claro está, es que se tomaron medidas y aquellos chicos fueron expulsados.

— Por supuesto — respondió el azabache, con falsa cortesía hacia la pobre respuesta por parte del director Kim, quien se mantenía erguido y digno en su sitio. Las tazas humeantes de café estaban en la elegante mesa de centro —. Medidas que fueron tomadas gracias al reclamo por parte de Eric Nam. Me pregunto si habría hecho lo mismo de no ser porque Eric advirtió en tomar medidas legales — entorno la mirada —. Después de todo, en lo que a ustedes respecta yo era sólo un pobre muchacho insolente.

Taehyung fruncía el ceño, para nada de acuerdo con el tono que estaba usando con su abuelo; él lo sabía, sí. Se habían pasado, pero de todas formas no podía sentirse bien con ver la forma en cómo estaba Yoongi hablándoles. Cuando la mirada oscura del más bajo se dirigió a él, intento no parecer afectado, pero mostrándose humilde.

Iba a decir algo, pero Min se le adelantó.

— Y tú, después del escándalo que te atreviste a montar en el comedor, no me sorprende tu falta de vergüenza para venir a mi casa — agregó en tono despectivo — ¿cómo me habías llamado esa vez? ¿"Maldita puta"? ¿"Perro"? — se hizo el confundido, apoyándose en el respaldo del sofá. Relajado, y disfrutando de poner incómodo al par —. Me rompiste la camisa también — agregó, haciendo una mueca. Taehyung se relamio los labios, soportandolo con la mirada fija en la mesa y la espalda recta.

— No me siento orgulloso de mis actos — musito el menor de los Kim, alzando la mirada a Yoongi. Se estremeció, ¿siempre había tenido esa mirada tan fría?

— Hasta que muestras algo de vergüenza — rió el azabache, mirando la mano empuñada del director Kim —. En fin — se levantó — creo que ya hemos recordado mucho el pasado por hoy — hizo una reverencia a su abuelo antes de girarse hacia la puerta, pero a medio camino se volvió a ellos, notando el momento exacto en el que los invitados se tensaron de nuevo bajo su mirada —. Aunque ahora que lo pienso... nunca recibí una disculpa adecuada por todas esas mierdas — entorno la mirada, girándose del todo y guardo las manos en los bolsillos delanteros de sus jeans — ¿No merezco eso al menos? Ya que anualmente su Universidad recibe jugosas donaciones y tenemos contratos específicos, sería muy bueno que los tres estuviéramos en términos mejores, ¿no? Después de todo... seré yo quien esté a cargo algún día.

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