- Chapter eight

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✭I find you✭
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¿Viajes en el tiempo por la cueva y por una máquina? ¿Mi Jonas estaba estancado en el futuro? Me costaba asimilar todo. Vi a Jonas del futuro, como las arrugas adornaban la que alguna vez fue una cara pálida y aniñada, mechones de su largo cabello caían por su cara dándole un aspecto desaliñado, pero seguía siendo hermoso.

— ¿Voy a volver a ver tu versión joven?— todavía era extraño mirarlo, me acerco a él.

— Todo a su tiempo, Svet.— agarra mi mano y le da un leve apretón, su tacto causaba escalofríos en todo mi ser.— Vale la pena esperar.— me ofrece una sonrisa, que se ve como una mueca.

— ¿Jonas sabe de ti? Es complicado hablar, o sea, el eres tú.— el enarca una ceja sin entender lo que digo.— Me refiero a que si tú versión joven sabe que tú eres su versión adulta.—

— Hable con el en 1986, quería cometer una estupidez, pero ya yo pase por eso.— arrugo mi nariz al sentir que el oculta más cosas.

— ¿Qué cosas?— pregunto indiferente.

— No me corresponde a mi decirte.— volvemos a lo mismo, a la razón por la cual nos peleamos, voy a evitarlo.

— ¿Eras tú el que estaba arriba el día que vine a ver a Hannah?— pregunto.

— Sí, mi madre me dijo que querías subir a revisar.— ríe y se soba la coronilla.— Siempre tan curiosa e impulsiva.— me hago la ofendida y el me sonríe, esa sonrisa.

— Así me besaste.— juego aniñadamente, sonrió al ver sus mejillas tornarse de un leve rosado, adorable.— Tan nervioso, como siempre.—

— Definitivamente extrañaba tu versión joven.— le doy una cálida mirada antes de sentarme en la silla del comedor, mirando hacia donde está parado.—

— Dime que en el futuro sigo siendo un bombón.— hago un puchero como niña.

— Sigues siendo hermosa, Svet.— sonrió y acto seguido me levanto de la silla al escuchar la puerta de la casa abrir y cerrar, era Hannah.

— Lana, disculpa que no te avise que iba a salir.— esta habla algo nervisa.— Veo que conociste a nuestro familiar inesperado.— Jonas la interrumpe.

— Mamá, ya lo sabe.— Hannah voltea y me mira con un semblante triste.

— Hannah, puedes confiar en mi.— me acerco y le doy un leve apretón en uno de sus hombros.

— Lo hago, solo que Jonas quería esperar.— se aleja despacio y va hacia donde está la versión adulta de Jonas.— Todo esto es difícil de asimilar ¿Viajes en el tiempo? Hasta donde sabía eso solo pasaba en películas americanas.—

— Lo resolveremos, podemos traer a Jonas.— le doy una mirada a Jonas adulto esperando un asentimiento de su parte, pero este solo bajo la cabeza y miro al piso.— ¿No es así, Jonas?—

— No es tan fácil.— le doy una mirada severa y escucho a la mayor suspirar.— No podemos alterar el curso del futuro, acarrearía consecuencias.— no esperaría a que a este Jonas le diera la gana de resolver. — Se supone que ni tú tendrías que saber. — se señala así mismo y eso me enfurece más.

— Lo siento, mis padres esperan.— agarro mi bolso y salgo de la casa rápidamente.

— ¡Svet!— Jonas agarra mi antebrazo y frena mi andar.— Necesito que me entiendas.— posa sus manos en mis hombros y veo sus ojos cristalizados.

— Necesito respuestas, Jonas.— agarro su cara entre mis manos.— Llevo meses en depresión, mi compañía fueron las drogas. Tal vez pudimos escapar juntos.

— No quiero seguir peleando.— pega su frente con la mía.— Siento algo por ti.—

En mi estómago una avalancha de sensaciones me martillaba, sabía que no era el Jonas de mi época, pero seguía siendo Jonas.

— ¿Entonces por qué besaste a Martha cuando sabias que yo estaba viendo?— susurro cerca de su cara.— Me tengo que ir.— dejo un casto beso en una de sus mejillas y puedo ver al separarme como todavía tiene los ojos cerrados.

— Perdóname.— hago caso omiso y entro en las frías calles de Winden. — ¡Svet! — lo escucho gritar pero ya era tarde.

...

Entro al pequeño bar del pueblo y me siento en uno de lo taburetes.

— Un whisky.— le pido de forma tajante al bartender.

— ¿Día duro?.— escucho una voz a mi lado.

— Ni te imaginas.— me volteo y miro a un hombre de unos 20 años, para nada desagradable.

El bartender deja silenciosamente el vaso de whisky y se retira.

— Chica ruda, whisky fuerte.— sonríe enseñando sus dientes, a lo que contagia su sonrisa.

— Ruda debería ser mi segundo nombre.— el extraño echa una carcajada y me estira su mano para tomarla.

— Jake Harris.— estrecho su mano.

— Svetlana Nóvikova.—

— Al parecer no somos de por aquí.— toma un trago de vaso y yo imito su gesto.— Soy americano, estoy de vacaciones por aquí.—

— Creo que mi acento me delata, pero bueno, soy de Rusia y vivo aquí.—

— A partir de ahora me gusta todo sobre Rusia.— noto como intenta llevar la conversación a coqueteo.

— Me lo dicen mucho.— lo veo sonreír y siento un pinchazo en el estómago, Jonas.

— Que egocéntrica.— acerca más su taburete al mío.

— Podría ser mi apellido.— esta vez yo acerco más mi taburete hasta el de el.

— esta vez yo acerco más mi taburete hasta el de el

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...

Un par de whiskys más corren por mi sangre, tanto como para que no me de pena entrar en el baño del pequeño bar con Jake, beso sus labios con más fuerza haciendo que este me suba en la encimera del lugar ¿Está mal que piense que es Jonás? ¡Vamos, Svetlana! no pienses en el.

— Necesitaré tu número después de esto.— sonrió a mitad del beso.

La verdad es que es Jake es un chico guapo, no me molestaría volver a verlo, total, estaba soltera y Jonas es un idiota.

⋆ Secrets ⋆ Jonas Kahnwald PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora