Maldíceme // Minlix

모욕 7: Algo extraño 모욕

Pasaron algunos días escapando juntos de los guardias, y durmiendo en los callejones de algunas ciudades. No podían seguir por mucho tiempo así, por eso Minho agarro "prestado", uno de los caballos de un hombre mayor que pasaba por delante de ellos.

Los dos montaron en el caballo color crema, hacia fuera de las ciudades, sin rumbo fijo. Felix estaba delante, pero esta vez manejaba Minho, con los brazos en la cintura del pelo blanco, y las manos cogidas a las riendas. Sin saber como, llegaron a la ciudad de Busan.

Busan era una ciudad mucho más grande que las otras, por eso debían ir con cuidado. Vendieron al caballo, para conseguir algo de dinero. Llegaron a las puertas de un hostal pequeño. No estaba en muy buenas condiciones, pero eso era todo lo que podían pagar.

- Buenos días, jóvenes, ¿en qué puedo ayudarles?- pregunto la señora mayor.

- Querríamos una habitación, por favor.- pidió el mayor amable.

- Claro.- dijo la anciana.- Estamos escasos de clientes por lo que está pasando...- dijo la mujer preocupada.

Ambos jóvenes se miraron sin entender.

- ¿A qué se refiere? ¿Pasó algo?- pregunto Minho con el ceño fruncido.

- Oh, ¿no lo saben? El rey está a punto de casar a su hijo pequeño, y se dio la noticia de que mató a su hijo mayor, el príncipe Felix.- dijo la anciana.

- ¿Qué?- gritaron los dos a la vez. Felix el más sorprendido.

- Tomen, la habitación está en el segundo piso.- dijo la mujer entregándoles las llaves.

Hicieron una reverencia y subieron las escaleras. Entraron en la habitación que les habían dado. Era pequeña, tenía una cama de una persona, un armario medio roto y un candelabro con la vela medió gastada.
Los dos se quitaron las capas que cargaban por todas partes, y se estiraron en la cama, un poco apegados, porque la cama era muy pequeña.

- Yongbok.- llamó el castaño.

Minho ya hacía unas semanas que no veía de igual forma a su compañero. El menor era muy dulce, agradable y positivo, incluso cuando estaban en las peores situaciones. Por las noches en las calles, se aferraba a él con fuerza. Siempre que estaba con este, sentía una calentura en su pecho, y sentía algo en el estómago cada vez que el pequeño se reía.

- Mmm...?- contesto con una sonrisa.

Felix no tenía muy claro lo que sentía. Sabía lo que sentía, pero no quería sentirlo. No quería enamorarse de Minho. No podía. Pero, el mayor lo hacía olvidarse de sus problemas, con sus chistes malos, su tierna sonrisa y el estar cuidando de el, aun exponiéndose al peligro.

- Siento algo raro, que nunca había sentido...- murmuró.- Creó que sé lo que es, pero no quiero que lo sea...

- ¿A qué te refieres?- pregunto girándose hacia el mayor.

모욕