CAPÍTULO 4: Doctor

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- Ya Lou, déjate de estupideces y ven acá - Harry seguía pensando que Lou le tomaba el pelo, por lo que ríe y lo jala hacia él.

- ¡Déjame! - gritó asustado. En el rostro del castaño sólo se reflejaba temor y confusión.

Harry comenzó a confundirse demasiado, por lo que da un paso atrás y comienza a analizar la situación.

- ¿E... en serio no sabes quién soy?

- No - responde Louis ofendido.

- Louis en serio, no quiero que esto sea una broma porque te las vas a ver conmigo, estabas bien hace 1 minuto.

- Es que en serio, no sé cómo sabes mi nombre.

- A ver, dime lo que estabas haciendo hace 5 minutos.

- Y... yo - Lou se rasca la cabeza pensando - no lo sé. Auch - se agarra de la cabeza, le comenzaba a doler demasiado - ayuda, ¿Qué me sucede?

El castaño se tira al suelo por el intenso dolor que sentía, Harry no dudó ni un segundo en incarse enfrente de él para ver lo que pasaba.

-¡Louis! - grita Harry desesperado. En un momento a otro decide tomarlo con sus brazos para correr hacia su casa, la cual quedaba a media cuadra de dónde se encontraban.

Harry corrió de manera apresurada, jamás lo había echo tan rápido en toda su vida. Lou estaba en un grito de dolor, a penas y abría los ojos. Como pudo el rizado abrió la puerta y lo acostó en un sillón del living.

- Espérame aquí, voy por mi madre.

El chico subió las escaleras y abrió la puerta de su madre sin siquiera tocar, estaba realmente asustado.

- Louis no está bien - dice el chico con un hilo de voz, estaba exhausto por tanto correr.

Anne corre a checar al chico. Toca su frente y estaba hirviendo, pareciera como si pudiera calentar un pollo entero con ella.

- Harry toma las llaves del auto, llevémoslo al hospital - la mujer sonaba realmente preocupada, Lou era como un hijo más para ella.

Harry las tomó y se las dio a la mujer para volver a tomar a Louis en brazos. El menor se metió con el mayor en los asientos traseros para no dejarlo sólo mientras su madre comenzó a conducir hacia el hospital. Lou comenzaba a respirar muy fuerte, se notaba que en serio le dolía demasiado la cabeza. Harry estaba angustiado, no comprendía lo que sucedía en lo absoluto, ¿Cómo pasó un segundo y de repente Lou estaba tirado en el suelo?

Anne paró el auto y Harry automáticamente volvió a tomar a Lou, el cual parecía como si estuviera durmiendo, pero se quejaba en unos pequeños susurros, parecía un bebé.

- ¿Ha... Harry? - se escuchaba a Lou decir en un hilo de voz.

-¡Lou! - gritaba Harry mientras corría hacia el hospital cargándolo - todo estará bien, ya estamos aquí.

En cuanto entran, un par de enfermeras se acercan a los chicos.

-¿Qué sucede? - preguntó una de ellas.

-N... no lo sé - dijo el chico, pero en eso divisa a lo lejos al mismo doctor que lo atendió la vez pasada - ¡DOCTOR DOCTOR! - comenzó a hablarle al hombre, el cual volteó instantáneamente.

El hombre le hace una seña al chico para que se metan al consultorio, y Harry corre hacia allá, recuesta a Lou en una camilla que tenía el consultorio y luego da un brinco para sentarse entre sus piernas. Detrás de él entra Anne, la cual se sienta en una silla que se encontraba justo en frente del doctor. Lou finalmente puede abrir los ojos completamente. Voltea a todos lados confundido, no sabía donde estaba ni por qué estaba ahí, pero luego mira un poco hacia en frente y mira a Harry, por lo que suspira.

NUESTRO ARTE  VOL. II (L.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora