Capítulo 22 (Narradora)

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[Narradora]:
Adrián llevó a Lixue hasta el abandonado sanatorio de La Marina. El sitio provocaba escalofríos aquella tranquila noche. Pero ambos sabían que no debían tener miedo en aquellos momentos. Tenían que rescatar a Lan de las garras de los de la sociedad del zodiaco.
Bajaron del coche y entraron cuidadosamente al edificio abandonado.
—Una pregunta tío.¿Para que era este sanatorio?—.—Se construyó para los enfermos de tuberculosis (una enfermedad de los pulmones) , y dio la casualidad de que durante el año 1936 esto afecto mucho al ejercito—.—¿Como sabremos donde estará Lan?—.—Dejaran pistas para que los encontremos. Pero ten en cuenta querida Lixue, que no te entregarán a tu madrina tan fácilmente—.—¡Pero no lo entiendo!.¿¡Quiren negociar o que!?—.
—Querrán negociar seguramente. Tu a cambio de la vida de Lan. Te recuerdo que eres la reencarnación de un signo del zodiaco en la Tierra. Si ves que te empiezan a llamar por el nombre de tu signo, no te extrañes—.
—Sabre negociar—. Se oyó una puerta cerrarse.—Tranquila, es normal. Que se cierren las puertas solas es uno de los tantos sucesos paranormales que ocurren en el edificio—.—¿Como puedes estar tan tranquilo?—.—Fácil, todo tiene una explicación lógica—. Se empezaron a encender y apagar las luces "seguir las luces" dijo una voz en un susurro—. Tío Adrián...—.—Tranquila, los fantasmas del lugar deben de estar de parte de la sociedad—.

Siguieron las luces hasta los laboratorios y los quirofanos. Sacaron linternas ya que las luces se apagaron.
—¿Y bien?. Aquí no hay nada—.—¿Quién dice que no?—. Lixue y Adrián se dieron la vuelta asustados. Aparecieron un grupo de hombres trajeados. —Hola señorita Zhou. O debería decir:Tauro—. El grupito se arrodilló. Lixue miró a su tío con temor. Le hizo una seña para que estuviera tranquila.
—Levantaros.¿Donde está Lan?—.—¿Quién?.¡Ah sí!.¡Traer a la asiática!—. Aparecieron otro par de hombres cargando a Lan en brazos. La tiraron al suelo como un trapo sucio, está tenía la cara llena de moratones y de heridas de puñetazos. Apenas podía abrir sus ojos amoratados pero logró decir—Lixue...Mi niña—. Dijo en mandarín. Lixue quiso correr hacía ella, pero Adrián la detuvo.—¡¿Que haces?!.¡Dejame ir a por ella!—.—No tan rápido Tauro...—.—¡No me llame Tauro!. Me llamo Lixue, incluso puede llamarme Jimena—. No sabía porqué había dicho eso último.
—Le entregaremos a su madrina pero a cambio. Usted debe entregarse a nosotros—. Lixue busco con una mirada desesperada la ayuda de su tío.—Dejarnos hablar por favor—.—Tenéis todo el tiempo del mundo—. Dijo el jefe.
Lixue y su tío voltearon para hablar.

—¿Que hacemos Tío?—.—Tengo un plan. Primero insiste en que entreguen primero a Lan, cuando vayas a "entregarte" empezaré mi ataque sorpresa—.—No se si fiarme, pero estoy tan desesperada por Lan que haré lo que sea—. Adrián le explicó su plan y finalmente volvieron a voltear para seguir con la negociación.
—Esta bien sociedad. Me entraguere a vosotros. Pero primero darnos a Lan. Quiero despedirme de ella—.—Muy bien. Chicos—. Llevaron a Lan hasta donde estaban Lixue y su tío. Lixue agarró como pudo a Lan, ya que esta estaba muy débil. Ya en mandarín mantuvieron una conversación.
—¿Qué te han hecho esos cabr****?—.—Me secuestraron al intentar escapar de mi casa. Me drogaron y luego me desperté en un sitio donde me interrogaron a base de palizas. No podía hacer nada, me tenían atada a una silla. En ningún momento les he dicho donde estabas. Menos mal que has huido antes de que llegarán a tu casa. Por cierto.¿Quién esté hombre que te acompaña?—.
—¿Él?. Bueno...Es...Como decirlo...Mi tío Adrián—. Habría jurado que Lan habría abierto los ojos como platos, pero esta como sabemos no podía.
—¿Adrián?.¿El hermano de Ana?. No es posible. Ana me dijo que murió al nacer—.—Te mintió. Esta más vivo que nunca. Y va a ayudarnos y al resto de mis hermanos y hermanas—. Lan perdió el poco color que le quedaba.—Lo sabes.¿Te lo ha dicho verdad?—.—Él no. No te enfades pero, cogí tu diario y lo leí. Lo sé todo—. Lan empezó a soltar unas lágrimas.—Por favor. No me odies, juro de verdad que no sabía que era tu padre. Estaba muy oscuro, iba a matar a tu madre...Y a ti. Lo hice sin querer—.—Te creo Lan, no se que mosca le pasaría por la cabeza a mi padre. Pero tu...Me salvaste, a mi y a esa mujer que yo ya no considero mi madre. Tu siempre has sido mi auténtica madre.
Se que es una tontería lo que voy a decir pero...¿Te puedo llamar "mamá" a partir de ahora?—. Lan estaba en un mar de lágrimas.—Claro...Hija mía. Siempre lo has sido. No solo por ser la hija del que una vez fue el único hombre al que ame en toda mi vida. Me has cambiado la vida. Te quiero Lixue—.
—Yo también te quiero Lan. Perdón "mamá"—.—No pasa nada si alguna vez me llamas Lan. Pero que sepas que con mamá esta bien—. Ambas se abrazaron.
—Señorita Zhou.¿Ha terminado?—. Lixue miró seriamente al jefe. Se levantó para dirigirse hacia el, pero Lan la agarro del brazo.—Lixue. No vayas, por favor—.—Confía en mí. Adrián, vigilala—.—Lo haré..."Jimena"—. A Lixue le sonó extraño que la llamarán por su nombre español.

Cuando estaba ya a unos pasos del jefe de la sociedad oyó decir "Trampa", entonces Lixue reaccionó.—¡Adrián ahora!—. Adrián lanzó granadas de gas. Lixue empujó al jefe y volvió hacia donde estaba.

Los tres salieron del edificio, pero cuando llegaron a abajo.
—¡Que os creíais que iba salir vuestro plan a la perfección!. Lixue tu no lo entiendes. Te necesitamos.—.—Si me necesitarais de verdad ya me habrais separado de mi madre el día de mi 13 cumpleaños—.—Fuimos a buscarte a los pocos días. Pero tu madre nos dijo que huiste sin dejar rastro. Y pensar que estabas a unos kms de aquí. Eres Tauro rencarnada. Cuando se complete el ritual, Tauro despertará—.—¿Como que despertará?—.—Tienes el espíritu de Tauro dormido. Pero cuando se despierte. Jimena Zhou Aguilar o Zhou Lixue, como sea que te llames...Desaperecera para siempre—. Adrián se puso delante de Lixue.
—¡NUNCA EN VUESTRA PU** VIDA!.¡NINGUNO DE LOS HIJOS E HIJAS DE MI HERMANA SERÁN USADOS PARA VUESTROS FINES MACABROS!—. Decía cabreado y lleno de rabia.
—Después de como tu hermana te ha tratado.¿SIGUES SIÉNDOLE SERVICIAL?. Eres un estúpido—.
—¡SUS HIJOS E HIJAS NO SON COMO ELLA!. NO TIENEN NADA QUE VER. Si no nos dejais coger mi coche llamaré a la policía—. El otro hombre sacó un arma.—Adelante, llama a la policía, si lo haces te llevas un tiro tu y la china. Pero te doy otra opción. Entregame a la chica Tauro Adrián, y no te pasará nada ni a ti ni a la otra—. Adrián miró a Lan y Lixue.—No. Ni nunca os entregaré a ninguno de mis sobrinos—.
—Tu te lo has buscado—.—¡Noo!—. Chilló Lixue cubriendo a Lan con su cuerpo.

Sin embargo después del disparo se oyó la voz de una mujer desconocida:—¿Estáis bien?. Menos mal que hemos llegado a tiempo. Soy la inspectora Ruiz. La encargada del caso de la desaparición de Yin Lan. Por suerte Lixue me llamo hace unas horas informando de lo que pasaba—.
Lixue se dio la vuelta sin dejar de cubrir a Lan, y vio a un montón de coches de la policía. El único que había recibido un disparo era el de la pistola.
Ahora si que ya estaban los tres a salvo.

~El diario rojo~(Las crónicas de los Aguilar) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora