Mis parpados pesaban demasiado para abrirlos. Poco a poco cada parte de mi cuerpo despierta haciendo chillar a mis músculos de dolor. Intento removerme en mi sitio pero me es imposible. Mis ojos aun no están abiertos pero puedo notar un olor desagradable que me hace arrugar la nariz en forma de desagrado. Conforme mis sentidos se avivan puedo sentir el frio calando mis huesos e intento encogerme para conservar el calor corporal pero me es imposible y al intentarlo un dolor en mis muñecas y tobillos me invade, como si algo estuviera oprimiéndolas, impidiendo que pueda moverlas.
Decidida a acabar con la incertidumbre y angustiada por la impotencia que comienza a invadirme abro mis ojos de golpe. Al principio la luz del lugar donde me encuentro me ciega momentáneamente haciéndome cerrar los parpados con fuerza de nuevo intentando deshacerme de esa molesta luz. Parpadeo un par de veces y mi vista se aclara por fin.
Miro a mí alrededor y tengo que sofocar un grito ahogado de sorpresa. Lo primero que veo son las grandes barras de madera carcomida y vieja que sujetan el velo de una cama. Una cama donde yo me encuentro, tumbada boca arriba. Mis pies y manos atadas a los costados de la cama, mis manos y pies poseen unas marcas rojas por la fricción provocada por las cuerdas sucias y ligeramente deshilachadas que las sujetan.
Miro a mi alrededor intentado identificar el lugar donde me encuentro. Intentando encontrar una pista que revele, al menos, que ocurrió para que yo acabara en esta habitación.
Observo mejor y me fijo en todos los detalles que mis ojos pueden captar. Las paredes de un color blanco sucio, el suelo de madera vieja y mal cuidada que me da a entender que la habitación es antigua y por los desconchones en la pintura puedo decir que tampoco ha tenido mucho uso en los últimos años.
La habitación es un completo desastre y el olor a viejo y cañerías no ayuda en la presentación, sin mencionar la bombilla que parpadea colgada del techo, que le da un aspecto más tétrico y sucio.
Sin embargo puedo notar algo más. Un detalle que consigue desconcertarme mucho más. La cama donde me encuentro, al contrario del resto de la habitación está en mejores condiciones. Las sabanas blancas están limpias y desprenden olor a suavizante. Numerosas almohadas negras y blancas descansan sobre los pies y la cabecera de la cama.
Recuesto mi cabeza de nuevo hacia atrás frustrada por la situación. Entonces una ráfaga de viento se cuela por el gran ventanal de mi derecha haciendo que me estremezca del frio. Es justo en ese momento en el que me doy cuenta de que solo una fina bata de seda negra recubre mi cuerpo. Puedo notar el roce de mi ropa interior puesta pero ese pequeño detalle no consigue calmarme lo suficiente.
Entro en pánico de un momento a otro. Intento recordar que hago allí de forma totalmente inútil. Solo grandes lagunas negras aparecen en mi mente, quizá demasiado cansada en este momento, que hace que esa sensación de impotencia que se comienza a apoderar de mi crezca haciéndome desesperar.
Pero aquello no es nada comparado con el momento en el que el pomo viejo de la puerta de la habitación gira produciendo un leve chirrido que me hace reparar en que aquel trozo de madera vieja comienza a moverse. La puerta se entreabre por un momento. Permitiendo a mi corazón acelerar el ritmo por la espera a que esta se abra del todo. Mi respiración comienza a aumentar el ritmo y mis ojos amenazan con cerrarse negándose a ver quien se encuentra tras la puerta.
Puedo observar la mano de un hombre agarrar el pomo con más fuerza, dispuesto a acabar con mi incertidumbre. Pero entonces sin previo aviso un golpe, gritos, disparos llenan a los alrededores, haciéndome saltar.
La puerta se cierra de un portazo y más gritos se oyen. Noto como unos rápidos pasos se acercan y mis ojos se abren alarmados. Los gritos y disparos saquen oyéndose de fondo junto con algún estruendo que hace temblar las paredes de la antigua casa, que por el estado en el que se encuentra la habitación deduzco que necesita poco para venirse debajo de un momento a otro.
Quiero salir. Huir de aquí. Entonces mi cabeza gira hacia la ventana, es mi única salida. Me remuevo con fuerza entre las sabanas blancas lo que hace que mis muñecas y tobillos ardan en el intento y algunos gemidos de dolor escapan de mis labios sin darme tiempo a acallarlos.
Estoy dispuesta a seguir removiéndome para salir de aquí ignorando las heridas producidas por las cuerdas y el hecho de que algunas de ellas empiecen a sangrar. Pero la puerta cae de un solo golpe produciendo un ruido sordo que hace que todo mi cuerpo se congele.
Fijo mi vista algo temerosa en la puerta y una sombra aparece ante mis ojos. Por lo que puedo distinguir es un hombre alto y de espalda ancha. Su pecho sube y baja de forma rápida. Esta sofocado. No puedo distinguir mucho mas de el ya que sigue oculto en las sombras pero cuando da un paso adelante puedo ver su rostro completo.
Mi sangre hiela por un momento y mis ojos de abren. Hubiera deseado tener mis manos libres para acallas ese grito de sorpresa, mi mente se nubla y mis músculos se contraen. Por primera vez desde que desperté un sentimiento de miedo crece en mi interior cuando todo su rostro esta a la vista. ¿Qué está ocurriendo aquí?
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bueno... esta es la primera historia que escribo de este tipo. normalmente escribia historias de amor (o al menos lo intentaba) pero decidi pasarme a este genero porque decidi provar. teniendo en cuenta que es lo primero que escribo y subo espero que no halla quedado muy mal. gracias por leer!!!!
angy:)
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Broken souls
ActionElla no tiene una vida fácil, mucho menos esta es común. Ella se acostumbró a no confiar en nadie, y muchos muros le sirven de refujio. El acaba en aquella casa casi por casualidad, un error que lo meterá en problemas, un error que lo llevara a con...