-está bien.
Tras una corta discusión entre Jack y yo consigo que vuelva a su cuarto y despierte a Ada para que pueda venir a verme.
-¿Porque siempre te sales con la tuya?
-Porque siempre tienes argumentos estúpidos.
Yo sonrío y antes de irse pasa una mano por mi cabello despeinándolo y cuando trato de apartar mi cabeza dado que no puedo mover mis manos porque Ashton aun nos mantiene en la misma posición, el ríe se burla de mi.
-Eso no tiene gracia Jack.
-Oh sweetie, claro que la tiene.
En respuesta yo solo soplo el cabello que ha caído sobre mi cara
-Y avísame si el niño bonito se le ocurre pasarse de la raya.
Yo ruedo los ojos. Principalmente nuestra discusión comenzó porque Jack no quería dejarme sola con Ashton. Según él hasta dormido sueña conmigo. Argumento que yo me negué a creer como cierto y tras alegar que el tenía que cuidar de Ada hasta que yo pudiera levantarme sin marearme o desorientarme, aunque solo fuera por unas horas más, él comenzó a ceder, pero se quejo del hecho de que parecía que él se ocupaba de una guardería en vez de de la seguridad de la casa.
-Jack...
-Está bien está bien, pero solo lo digo.
Y tras lanzarle una mirada de advertencia a un dormido Ashton salió por la puerta mientras yo niego con la cabeza ante su actitud sobreprotectora e infantil. Veo como cierra la puerta una vez fuera y sonrío negando con la cabeza.
El siempre ha estado ahí. Todos estos años ha estado junto a mi, sin importarle realmente las consecuencias, es lo más parecido a un amigo que tengo. El me ha cuidado, me ha protegido, me ha aconsejado, y me ha enseñado todo lo que sabe. Hasta aun se atreve a regañarme como si de un padre se tratara, el es lo más parecido a familia que conozco. Desde que recuerdo Jack ha estado siempre conmigo, puede que por eso sea la única persona en la que confío, la única persona a la que le confiaría mi vida o la de alguien que me importa, como lo es el pequeño torbellino. Porque ciertamente esa niña tiene mi corazón.
En el fondo se que Jack tiene razón, se que ella se parecía a la niña que corría descalza, que jugaba en el jardín, o le encantaba agotar la paciencia de Jack. Pero no se parece a mí, no se parece a la chica llena de contradicciones y fantasmas. La chica que no soporta el silencio, pero huye de la compañía; que odia hacer ejercicio pero debe correr a diario por su vida; la que está obligada a bajar la cabeza ante un hombre al que verdaderamente no teme, para que nadie más resulte herido por su culpa.
Ciertamente Ada se parecía a la niña que ella solía ser, pero no se parece a la chica que esta obligada a ser hoy.Saturada, decepcionada y sintiéndome totalmente impotente, recuesto la cabeza contra las almohadas de la camilla y cierro los ojos cuando el maldito fluorescente del techo me ciega, odio esa cosa.
No sé cuanto tiempo llevo así, recostada todo lo que la camilla me permite, con la cabeza apoyada en la almohada de esta y los ojos cerrados. Recordando viejos tiempos, reviviendo esos recuerdos que Jack ha conseguido despertar, en conde un muchacho de apenas diecisiete años intenta de criar a una niña de casi seis años. Imágenes en las que él intenta hacer la comida pero un humo negro comienza a salir de la sartén, o la primera vez que me llevo a la escuela; cuando me enseño a conducir, la primera vez que me pillo saliendo de casa a escondidas o llegando demasiado tarde. Y quiero reír, de verdad quiero hacerlo cuando recuerdo como el realmente a veces perdía la paciencia.Pero entonces los gritos y los golpes vuelven de nuevo.
Los disparos también se hacen presentes en mi mente junto a los rostros de todas esas personas. Las suplicas y los ruegos y la risa estridente y desagradable de Clain. Todo ello me persigue de nuevo remplazando las imágenes que había en mi cabeza, llenándola de terror.Todo comienza a volverse más gris, mi respiración se acelera y mi pecho se estruja de la peor de las maneras. Pronto comienza a faltarme el aire y las ganas de gritar son casi insoportables.
Abro los ojos y tiro de mis manos para salir de allí. Pero sorprendentemente no encuentro resistencia retirar mis manos, y ahora no hay nada contra mi regazo que me inpida moverme, pero cuando me doy cuenta estoy sentada en la camilla. El maldito tubo a forma de lámpara en el techo sigue dando demasiada luz y las aspas del ventilador ahora están funcionando.
Palpo mis piernas para asegurarme, pero no hay nada allí y justo cuando voy a levantar mi cabeza para obtener una vista de toda la sala, unas manos se posan en mis hombros y oigo llamar mi nombre. Esta vez elevo mi vista, y lo que puedo alcanzar a ver son los ojos de Ashton, sentado sobre el borde de la camilla.
Su mirada preocupada me devuelve de nuevo a la realidad poco a poco. Una de sus manos vuela a mi mejilla y casi sin siquiera notarlo, mi rostro se apoya contra ella en busca de que esa sensación no se desvanezca.
El retira los mechones castaños de mi rostro y los aparta con su otra mano para luego colocarla sobre mi sien.
-Tranquila Bambi, por favor. Tranquila.
Las palabras que salían de sus labios chocaban directamente con los míos por su cercanía, lo que me causaba escalofríos.
-yo... los gritos, los golpes...
No conseguía encontrar mi voz y mi respiración era irregular y baja.
-Sshh... ya esta, estoy aquí, estoy contigo...
Aquello me tranquiliza, realmente me hizo caer en la cuenta de que fue una pesadilla. De que todas las imágenes solo estaban en mi cabeza.Ashton se recostó en la camilla a mi lado. Y tiro de mí llevándome con él, haciendo que mi cabeza descansara contra su pecho, dejándome oír los latidos de su corazón mientras me tranquilizaba. Era un ritmo lento y apacible, casi hipnotizante.
El solo se limito a abrazarme cerca de su cuerpo mientras acariciaba mi cabello, dándome la tranquilidad que necesitaba, haciendo que el calor en mi pecho aumentara y mis ojos quisieran cerrarse de nuevo, rogando por un poco más de descanso.
-Gracias
Mi voz salió como un susurro, pero lo suficientemente alta para que él y yo la escucháramos. Su mano dejo su tarea repentinamente, deteniéndose a mitad de mi melena y abandonándola después para alcanzar mi barbilla, y elevarla hasta que nuestros ojos conectaron
-¿Por qué?
Dijo mientras el dorso de sus dedos paseaban por la piel de mi mejilla.
-Por quedarte conmigo.
Y sonrió. Y su sonrisa me hizo sonreír a mí también.
De nuevo sus dedos tomaron mi barbilla, pero para bajar mi cabeza esta vez. Y tras guiar sus labios a mi frente deposito un beso allí. Haciendo que durara unos cuantos segundos, segundos que yo cerré los ojos, disfrutando de la comodidad que estaba teniendo, y del roce de sus labios contra mi piel.
Después, simplemente mi cabeza volvió a caer contra su pecho y jugueteo con mis dedos mirándome de forma despistada mientras me mantenía abrazada, hasta que de nuevo volví a caer dormida.
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Y hasta aquí el capítulo 18. espero que os guste. aun no he empezado el 19 pero pronto lo haré.
Espero que os guste.
Angy xx
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Broken souls
ActionElla no tiene una vida fácil, mucho menos esta es común. Ella se acostumbró a no confiar en nadie, y muchos muros le sirven de refujio. El acaba en aquella casa casi por casualidad, un error que lo meterá en problemas, un error que lo llevara a con...