Broken souls

Cap.10: Bomba de relojeria

“Ashton pov”

Cerré le puerta tras de mi aun con la niña en brazos. Era pequeña pero aun así la cría pesaba. La deje con cuidado sobre la cama en la qué teóricamente, dormía Bambi y ella se sentó como un indio apretando el peluche qué la acompañaba cuando la encontramos contra su pecho.

La mire durante unos segundos mientras ella me imitaba como si de alguna manera intentara detallar mi rostro o buscara algo incorrecto en el, algo qué la hiciera  pensar qué no debía confiar en mí.

Su cabello era rubio dorado, largo y ondulado y caía por su espalda como si de una cascada de oro se tratara, sus ojos eran azules, un azul claro qué al revés qué cuando la encontraos parecía albergar un poco mas de luz.

Un recuerdo fugaz de aquellos mismos ojos solamente unas horas antes llega a mi cabeza opacando mis pensamientos momentáneamente. De verdad pude ver el miedo reflejado en ellos cuando nos miro por primera vez. Ella seco las lagrimas rápidamente sin dejarlas apenas rozar sus mejillas. Lo hizo sin cuidado y casi con rabia, ella quería mostrarse fuerte ante nosotros.

Y de repente me encontré comparando a la pequeña de ojos azules con aquella chica fría y tremendamente fuerte qué ahora parecía encargarse e mi. Esto me resulto bastante irónico. ¡Vamos! ¡Ella era menos qué lo por un par de años y era una chica! ¿Es que el mundo se había vuelto loco?

Pero recordando la autoridad qué ella parece tener aquí, la manera en la qué siempre camina con la cabeza en alto entre todos estos hombres, siendo la primera chica qué he encontrado en esta casa en los pocos días qué llevo aquí algo parece encajar en mi cabeza juntando la poca información qué se de ella.

Es tremendamente desconfiada y fría con la mayoría de las personas qué se encuentran es esta casa pero el único qué parece darle más confianza es Jack. El único qué parece poder acercarse a ella sin qué salga huyendo y se cierra en banda.

 Eso es algo qué parece hacer bastante, parece tener tantas defensas a su alrededor, programadas para saltar a la vez en cuanto una mínima amenaza se aproxima a ella. Sus ojos grises, son los más extraños qué he visto nunca, tan fríos y impenetrables un momento y cálidos y profundos al siguiente. Nunca puedo descifrar completamente su estado de ánimo, tiene un carácter fuerte, es rigurosa y calculadora pero también compasiva. Ella es todo un misterio para mi, uno qué aunque se qué podría ser peligroso, muero de ganas por desentramar por completo.

Una pequeña mano tirando de la parte delantera de mi camiseta me saco de mi ensoñación momentánea haciéndome mirar había abajo, encontrándome de nuevo con la pequeña Ada mirándome impaciente.

Me encorve hacia delante y cogiéndola por debajo de las axilas la senté sobre una de mis piernas. Parecía qué quería decir algo pero su boca solo se cerraba y se abría una y otra vez. A pesar de la situación aquello me resulto tremendamente gracioso y adorable.

-Ada, creo qué no nos han presentado. Soy ashton.

Sonreí a la pequeña qué sonrió también mostrando algunos huecos en su dentadura formando algo parecido a la imagen de las teclas de un piano lo que hizo qué mi sonrisa se ensanchara.