En un juego equivoco

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Lloro por las noches, soy un papelito, me corto de a poquito, caigo despacito.
Subo los pilares muerdo los cables  las chispas arden las mentes se abren.

Grito por el día, miro las sombrías, temo un poquito. me asusto y deliro,  los hombres largos tiene frío.
Me arrastro por el suelo este sol quema mi ropa y yo con mi mirada vendo mi alma.

Por la tarde susurran las lenguas,   que tiene sed  de tanto esperar, a que esos ojos marrones se decidan estallar.
Por ahí gritan la sombras pidiendo oscuridad, se asoman hablando con los hombres largo que descongelan sus labios  se reúnen entre la locura y en esta tarde tan culta invito a tomar un té a la damas de  café .

De repente  se escucha a lo lejos a un caballero de ojos marrones.
Entre nosotros nos miramos escalofriados, mientras se  acerca un extraño, que exclama sin complejos  ¡esas lenguas largas son falsas!   porqué mira cómo enredan las palabras , ¿acasos esos hombres largo ? ¿tomarán  el té helado?  Porqué mira sus labios   están congelados  por culpa de  las damas de café que se an tomado todo el té.

¡y yo e llegado tarde!  para recuperar mi alma,  que vendí  por una cuántas  lagrimas después que  las mentes se abran. Nos juntamos  en un juego equivoco  que rompió de a mil pedacito mi cordura. ¡por quedarme en una noche! de un día amargado, con  una tarde  de un  día  nublado,  me amigue con aquellos de un mundo de sombra llevándome por un naufragio de rimas sueltas que no callaran aunque  la chispa se prenda.

Atentamente: lucí

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