En los sueños te busque

Capitulo 7

Enith

Lo he terminado. Al fin. Eso que tanto me ha volado la cabeza, desde ya cuatro meses. Llegue a pensar que jamás lo terminaría, o que solo sería uno más de aquellos dibujos que dejo por la mitad. Pero aquí esta, terminado. Dejándome en claro que no era lo que me imaginaba o esperaba. Y que es la primera vez, que un dibujo ha tomado mando propio. Siempre que pinto, mucho antes de comenzar, la imagen que deseo crear se planta en mi cabeza unos días antes o mese a veces. Pero esta vez fue diferente, no tenía idea que era o que quería que fuese.

－la clase a terminado, pueden irse. －anuncia la profesora de arte. Un poco emocionada para ser precisos.

Algo ansiosa me acerco a ella, la pintura por la que tanto ha esperado, está terminada. Y no conozco a nadie más que ella, a quien desee tanto mostrársela. Recibir un cumplido, o un aliento. Espero paciente a que el salón de vacié, me da algo de pena mostrar mi pintura en frente de muchas personas.

－profesora, he terminado la pintura. －desenvuelvo la tela blanca, que oculta la pintura. M profesora se ve algo impaciente, con una pizca de curiosidad en sus ojos－ me disculpo por el tiempo que me he tomado.

－esta... －cuando o contempla la pintura, sus ojos ansiosos desaparecen al instante. Como una desilusión sin intención de ser ocultada. －esta muy linda. Aunque... me esperaba algo diferente.

Un extraño ardor en el pecho, me causa estragos en lo más hondo de mi corazón. Siento la necesidad de llorar, pero la suprimo con fuerza.

－no te desanimes. Quise decir, esperaba algo más auténtico y original, ¿entiendes?

Asiento abatido. Arrepentida de haberle mostrado la pintura. －debe de ser alguien especial ¿no? Digo, para que te haya inspirado como musa.

No le respondo, porque no sé qué decir. ¿alguien especial? Siquiera ¿existe? Vuelvo asentirle con la cabeza, sin comprender porque lo hago. No existe esta mujer, solo es alguien que cree, recolectando recuerdos que quedan de mis sueños. Esa es la verdad. Pero por otro lado, existe en mí una absurda esperanza de que esta mujer de mi pintura, se encuentra tan viva como yo en alguna parte de este mundo. Es algo irracional, lose muy bien. Una alocada fantasía o anhelo que me he puesto a desear, a pesar de saber que jamás se hará realdad. Al final me retiro de la clase con los ánimos por piso, ya no siento deseos de mostrarle a nadie más la pintura. Ni siquiera entiendo ya, porque creí que la pintura podría sorprender a alguien. Solo es una mujer, rubia, ojos verdes, mirada picara, de esas que te seducen al momento porque detonan una simpatía mezclada con travesura. Eso es lo que he pintado, una persona que no conozco, pero al mismo tiempo pareciera que sí. Es complicado. Como siempre digo, lo complicado se vuelve más complicado a medida que más lo piensas.

Mientras caminaba a la estación de bus, vi a una chica de cabellos rubios, caminaba algo afeminada, como las modelos de la televisión. Quise acercarme a ella, pero cuando vi su rostro, sus ojos café me tomaron por sorpresa. Retrocedí a paso brusco, percatándome de lo que estaba a punto de hacer. Por mis adentros, no podía evitar repetirme < te estas volviendo loca >

Mi madre cumplía años, por lo cual había organizado una enorme reunión con todos mis familiares. Como hace poco fui despedida de mi trabajo, no llevaba conmigo el mejor de los ánimos. Sin mencionar que Cristian llegaría algo tarde, porque ha estado ocupado estudiando para sus próximos exámenes por venir. Por mi parte lo único que me inquieta por el momento, es estar desempleada. Me sabe mal esto. Si tan solo hubiese tomado más enserio el trabajo, yo misma me lo busque supongo. Cuando llego a la casa de mi madre, autos de alta gama aparcan la entrada. Mi suposición me dice que parientes no deseados, harían de mi peor día, aun mas peor. Mi madre me recibió con brazos abiertos. Me sentí algo mal por no haberle traído regalo, la plata se me ha reducido luego de perder el trabajo, así que no pude darme el lujo de comprarle algo.