Back to Black 🖤 Kaneki Ken 🔞

🖤 Prólogo

Kaneki abrió la puerta, viendo del otro lado a aquella joven pelinegra.

– Tn...

– Tenemos que hablar –dijo seria, mientras entraba.

– Tn, espera –cerró la puerta.– Touka-

– No está, se fue con Ichika, así que no digas tonterías. Dime qué demonios planeas hacer.

– ...

– Ken, ¿Qué soy para ti? ¿Soy tu verdadero amor, de verdad me amas...o sólo soy una amante?

– ...Eres el amor de mi vida.

– ¿Entonces por qué no le has dicho nada?

– No puedo hacerlo, entiéndeme, está Ichika en medio.

– ¡Touka debe saberlo!

La puerta se abrió, llamando la atención de ambos; al mirar hacia allí, vieron a Touka entrar con una expresión de confusión.

– Touka... –murmuró él.

– ¿Qué debo saber? –preguntó extrañada.

La pelinegra miró al contrario.

– ¿Se lo dirás tú o se lo diré yo? –preguntó seria. Él la miró.

– Tn... –negó con la cabeza.– No, por favor.

– ¿Qué sucede entre ustedes dos?

– Yo...Ahm... –tragó saliva.

– Me acosté con él –confesó la menor.

Kaneki se tensó, mientras sus mejillas se sonrojaban. Touka abrió los ojos con sorpresa, esperaba oír cualquier cosa, menos aquello.

– ¿Q-Qué...? ¿A qué te...?

– Por dios, que estúpida eres –se quejó algo desesperada.– Yo salía con él antes de que se quemara :re, pero esa vez nos habíamos peleado, y como él estaba molesto conmigo se acostó contigo...y te embarazó. Por eso es que me comprometí, porque mi estúpido novio había embarazado a la estúpida.

– Tn...N-No bromees –tartamudeó.

– ¡No bromeo! Ken me ama a mí, siempre lo hizo, pero se casó contigo porque te embarazó por accidente. ¿A dónde crees que va cuando no está aquí? Esas noches que llega casi a la madrugada, diciendo que estuvo trabajando en el TSC, cansado y con perfume de mujer sobre él.

– ...

– Pero bien, tú ganaste al final. Siempre tienes todo lo que yo quiero, al parecer incluso con los chicos. Le dije que te dijera la verdad si es que me amaba, le di un mes, pero ya pasaron dos y él no abrió la maldita boca –lo miró.– Si querías quedarte con ella, sólo debiste decírmelo y dejar de meterte en mi cama.

– Tn-

– ¡Vete al diablo, Ken Kaneki! –miró a la contraria.– Tú ganas, Touka. Quédatelo, yo no lo necesito, estoy aburrida de ser la amante.

Tn soltó un pesado suspiro y caminó molesta hacia la puerta, salió de la casa y dio un portazo que resonó bastante.

Touka y Kaneki quedaron en silencio, ella lo veía con sorpresa y él estaba cabizbajo. La tensión se sentía en el aire, ese incómodo silencio era como la calma antes de la tormenta, la tormenta que se desataría cuando ella pudiese reaccionar.

– T-To-Touka-chan... –murmuró.