Día 13: House

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Original, idea suelta
Elemental

***

Cada casa en la que Ellie había estado desde que se quedó en la de Amelia había sido diferente por la forma en la que se sentían. Extrañaba mucho la suya, la recordaba con mucho cariño porque se sentía cálida, Ellie la relacionaba mucho con los colores anaranjados del atardecer cuando caían sobre la ventana e iluminaban la sala de estar con algunos estantes llenos de libros variados que Ellie siempre escogía en base a lo que quería leer ese día. Siempre los acababa dejando regados por todos lados porque una vez que se aburría de un tema se iba al siguiente. Llevaba mucho tiempo sin estar ahí, desde que su padre se había aventurado a esa investigación tan lejana que lo llevaron al otro lado del mundo y que estaba tomando mucho tiempo porque así funcionaban las etnografías, eran de estar en una comunidad por largos períodos de tiempo y luego volver. Solía llevarse consigo a Ellie durante las vacaciones, pero estas últimas veces se había aventurado a explorar los problemas sociales de comunidades tan marginadas que eran peligrosas. Ellie sabía que lo hacía con buenas intenciones de mejorar las cosas para la comunidad y hacer del mundo un lugar mejor, pero eso no quitaba el deseo egoísta de la adolescente de cabellos verdes de tenerlo a su lado, leyendo juntos, quizás jugando fútbol, de tenerlo ahí en sus partidos de la escuela gritándole que era la mejor.

Ellie lo extrañaba, y extrañaba pasar tiempo en su propia casa, cosa que no hacía para no preocupar a Amelia o a sus padres. Aunque... bueno, los padres de Amelia no se preocupaban tanto por Ellie, y menos desde aquel incidente con el profesor en la preparatoria privada en la que solían estar. La casa de Amelia siempre se había sentido fría y de colores más grisáceos, quizás un ligero tono azul que sólo podías notar si mirabas bien, pero era todo grisáceo. Los Hillan tenían también estantes de libros pero eran de temas limitados y pocos realmente llamaban la atención de Ellie. El cuarto en el que ella se quedaba era de color amarillo, porque ella misma lo pintó así durante el verano que su padre le dijo que se iba a quedar ahí por más tiempo de lo usual, y tenía estantes con libros más variados traídos de su casa. A veces volvía ahí por más libros que le interesaran o algún material que su padre usaba que le sería de utilidad. Pero Ellie ahora llevaba tiempo sin volver ahí por la vergüenza que sentía debido a ese incidente con el profesor. ¿Tan mal estaba lo que hizo ella? ¿Confiar en alguien al punto de explorar un poco su sexualidad con esa persona porque la consideraba amiga estaba tan mal? La habían engañado y esos secretos con sus fotos privadas habían salido a la luz y de pronto todos en el pasillo la miraban con repudio. Pero nada de eso le dolió tanto como ver la vergüenza y ese repudio en los Hillan, quiénes ella intentaba ver como sus padres en lo que su verdadero padre volvía, pero ese momento tumbó cualquier esperanza de lograrlo.

Si la casa se sentía fría porque los Hillan eran bastante dedicados a sus investigaciones al punto que podían estar encerrados días en su oficina, ahora era peor. Si no fuera porque Ellie era la única "compañera de juegos" que tenían para Amelia, y para compensar su ausencia como padres con ella, ya la habían corrido de la casa. Ellie cumplía con sus estándares para que ellos no vieran problema alguno en su amistad: Calificaciones altas en la escuela, algún interés por la ciencia, inclinada a investigar y estudiar, de alguien que conocían, y eso sin mencionar su cabello y ojos de colores extravagantes que la hacían destacar entre los demás pero normal al lado de Amelia. El interés de Ellie en los deportes era algo que, por un lado, no veían mal por todos los beneficios a la salud que tenían, pero, por otro, se les hacía molesto que estuviera en un equipo de fútbol y que tuviera que usar parte de su precioso tiempo en entrenamientos largos y partidos que podría usar para estudiar. Era un intermedio raro y Ellie siempre prefirió valerse por sí misma en esa área, sólo acercándose a ellos cuando necesitaba una firma.

Fictober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora