PROSOPAGNOSIA-Terminada

CAPITULO SEGUNDO

Me ha costado,ha sido duro tener que empezar de nuevo...En otro trabajo,en otra ciudad...Solo.
Viajar en tren todas las mañanas escuchando música,esas melodías que compartimos ,esas canciones que a los dos nos gustaban,aquellas que me hacen pensar en ti...Aquellas, que me llenan el pecho de pena...Y no puedo evitar llorar...
No se,cuanto tiempo he estado así...Escuchando nuestra música...Mirando nuestras fotos...Recordandote...Llorando...
Dicen, que las heridas se curan,cuando puedes hablar de ellas sin llorar.
Ahora,por fin puedo hablar de ti sin hacerlo...
He superado,mis noches solitarias delante del televisor, comiendo cualquier cosa.
He superado, mi vida sin ti...
Ahora,he conocido a otra persona...Tú ya no me importas...Te he olvidado...He dejado de sufrir por ti.

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Jimin, sube la estrecha rampa, hasta llegar a la barra situada al fondo del local.
Guapo,elegante,con su hermosa cabeza erguida ,es consciente de que todas las miradas de los clientes están fijas en él.
Pero para Jimin, solo hay un objetivo...El joven alto,moreno y musculoso que sirve las copas.
Una tarde al salir a la calle, se fijó en un nuevo local,elegante,sofisticado,una mezcla de bodega,bar de tapas y tienda gastronómica.
Al entrar, barriles de vino a modo de mesas a la derecha.
Vinos de calidad, blancos,tintos,rosados,licores y champán ocupan los estantes a la izquierda.
Al fondo, al final de otra estrecha rampa,más mesas y una barra.
Detrás de la barra, el chico más guapo que Jimin ha visto nunca.
—Hola—saluda sonriéndole.
—Hola—responde Jimin, sentándose en un taburete justamente delante de él.
—¿Qué te apetece tomar?,¿vino,cerveza,un combinado?...—pregunta el guapo.
¡Me apeteces tú!,piensa para sí Jimin...
—Ah...¿Que me recomiendas?...—responde, con su sonrisa más cautivadora.
—Tengo un vino blanco excelente,fresco,afrutado,aromático...Te encantará...¿Te gusta el vino?.
Jimin asiente.
El chico,descorcha una botella y le sirve una copa.
La verdad es,que Jimin prefiere la cerveza, pero no le va a hacer ascos a lo que el guapo morenazo le ofrece.
Le da un pequeño sorbo al líquido de tono dorado pálido.
Está frío,suave,Jimin chasquea la lengua,es seco...Le gusta.
—Dijiste que era afrutado...Este, es bastante seco...—comenta, admirando el color al levantar la copa  a contraluz.
—¡Oh perdona,habré confundido las botellas!...Si quieres te sirvo otra copa...—se disculpa el camarero.
—No...Me gusta...Es un vino excelente...—responde Jimin,disfrutando del vino y de la vista.
Ante sí,tiene a un hermoso joven de cabellos abundantes y morenos,su cuerpo musculado pero sin exceso.Viste un pantalón y una camisa negros que le dan un aire absolutamente irresistible.
—¿Hace mucho que habéis abierto?,¡vivo aquí cerca y nunca me había fijado hasta hoy!.—comenta Jimin.
El joven camarero sonríe, mientras seca una gran copa de cristal con un paño blanco.
—Unos pocos meses...Ha sido una gran inversión...¡Pero creo que va ha ser un éxito...!—exclama con ilusión.
—¡Vaya!,¿es tuyo el negocio?,¡me impresionas...Tan joven!,¡y tan valiente y emprendedor! —exclama Jimin, con admiración.
El chico sonríe de nuevo.
Esa sonrisa y el vino,están provocado una repentina calidez en su interior.
—¿Cómo te llamas...?— pregunta, apurando un último trago.
—Jungkook...Jeon Jungkook...—responde el morenazo, llenándole de nuevo la copa.

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El local empezó a llenarse de gente,pero Jimin permaneció sentado frente a la barra toda la noche.
Esa fue, la primera ocasión.
Hoy,es la tercera noche que entra en el local,para ver a Jungkook,para charlar con él,para disfrutar del buen vino y de su agradable compañía.
Después, cuando los clientes comienzan a irse a cenar o a sus casas,ellos dos se quedan solos.
Sentados ante un barril y dos copas de vino,Jimin y Jungkook hablan,ríen, comparten...
Si...Ha conocido a otra persona...Él ya no está...Le ha olvidado...Ha dejado de sufrir por él.

Continuará...