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Una vez que la chica le devolvió el regalo Kihyun se alejó a pasos tranquilos mientras cuidaba de que la caja en sus manos no se diera la vuelta, no quería arruinar el regalo de su hermana.

— Supongo que hoy seremos tú y yo —dijo mientras entraba a una casa rústica donde Yeojoo llegaría unos horas después.

Dejo la caja en la mesa y se dirigió a la con una para poder cocinar algo rápido, haber visto los pastelitos que servían en la diste lo habían dejado con cierta hambre.

Con cuidado saco la harina y en peso a coge rubia cuántos huevos para poder hacer la masa, justo cuando iba a echar el huevo miro con cierta duda al pinta uñas. Tenía una curiosidad de saber que es lo que habría dentro de esa vaga, claro que cundo Wonhee lo había sacado no había echado el ojo encima.

— Me preguntó de qué color serás, tal vez ni siquiera le gustes a Yeojoo y yo por gusto gaste mi dinero —bufo mientras dejaba los ingredientes y se ponía a abrirlo la caja con cuidado de lo dañar esta.

Cuando vio los colores del pinta uñas se sorprendió, nunca había visto uno el cual pudiera cambiar su color en diferentes tonos.

De verdad que esa tienda era mágica.

Saco el pinta uñas dejándolo reposar en sus manos por unos instantes viendo este y girándolo de una lado a otro viendo los pequeños detalles de este.

— Yeojoo estará muy complacía —alcanos a decir alterna de dejarlo en la mesa y volver hacia su masa que la esperaba.

Rompió unos cuantos huevos mientras lo mezclaba con la harina y agregaba algo de sabor ida té de vainilla a la mezcla, cuando la saco de el tazón comenzó a amasarla con sus manos poniendo entre las galletas un poco de chispas de chocolate y dejar un pequeño corazón que relleno después con jalea.

Una ves listo llevo la bandeja con 10 galletas hacia el horno y puso una temperatura adecuada para hornear las galletas.

— ¿Tendrás el mismo color por dentro? —preguntó hacia el pinta uñas sin esperara una obvia respuesta, se sentía raramente interesado un el pequeño objeto.

Con cierta lentitud abrió el pinta uñas sintiendo un olor a arándanos llenar el lugar, un olor completamente delicioso que llevó sus fosas nasales. Vio dentro más al percatarse que no había nada se quedó un tanto petrificado ¡¿Lo habían engañado?!

Con rabia se volteó dispuesto a ir hacia las galletas pero vio como un chico lo miraba con cierto temor desde el otro lado de la mesa circular. Que es lo ¿que se supone que hacía un chico en su casa y como se había colado?

— ¿Quien eres tú? —preguntó mientras dejaba lentamente el pinta uña dirigiéndose hacia la alacena para poder coger cualquier cosa con que atacarlo.

— Y-Yo, espera —rápidamente levantó sus manos al ver las intenciones del otro, tenía miedo. Por que estaba ahí y no con sus ¿padres?

— ¿¡Dime quien eres!? —levante una cuchara en sus manos mientras veía al chico bajar sus manos lentamente viéndolo con cierta gracia por la cuchara en sus manos.

— Soy, soy Changkyun. Y-Yo, vino del pinta uñas que compraste en la tienda —señaló el pinta uñas ya destapado en la mesa— ¿p-podrías ayudarme a volver con mi familia?

El pequeño corazón de Kihyun se apretó al escuchar la última súplica, se veía que estaba triste pero aun así no podía confiar de que había venido del pinta uñas. ¡¡Eso era un disparate!!

— No pienses que soy tan idiota para pensar en que de verdad vienes de algo tan pequeño, ¿como entraste y por que me sigues? —volvió a lentas la cuchara mientras se acercaba al chico el cual comeos a correr al rededor de la mesa.

Así fueron unos minutos, ambos corriendo al rededor de una mesa mientras las galletas ya hacían en el horno esperando a ser sacada del sofocante lugar.

— Y-Yo puedo demostrarte que es verdad, sólo cierta el pinta uñas y voy a desaparecer —soltó mientras seguía corriendo en círculos procurando mantener una visible distancia del otro que lo amenazaba con esa cuchara que comenzaba aparecer letal.

— No pienso caer en tus juegos niño ¡¿donde están tus padres?! —comenzó a alargar sus paso cogieodno de la mano al chico y pegándolo hacia la mesa quedando frente a frente.

Ambos se miraron por unos segundos antes de que Changkyun con cierta vergüenza mirara hacia otro lado calle do en cuanta de que el otro no le aria casi.

— S-Si no funciona puedes denunciarle —susurro con cierto miedo,  porque quería meterse en líos por algo que ni siquiera sabía.

Kihyun con desconfianza cogio en pinta uñas y se volvía a acercar al chico el cual lo miro con una pequeña felicidad en sus ojos, al menos lo había terminado escuchando.

— Si no funciona te voy a demandar por acoso y invasión de hogar —dijo antes de comenzar a cerrar el pinta uñas sintiendo que ese agradable olor a arándanos se desvanecía en el aire al igual que el chico de cabello azul oscuro.

Un pequeño arándano quedó tendido en el lugar en donde antes el chico pisaba, rápidamente Kihyun sin pensarlo cogio la pequeña valla entre sus manos examinándola.

— ¿Acaso esto es real o sólo mi mente esta cansada? —su rostro demostraba su confusión ante todo, no sabía que a lo que le estaba pasando.

Más en ese momento el olor de algo externo le llamó la atención, se estaba quemando. ¡¡Las GALLETAS QUE SERÍAN SU CENA se estaban quemando!! Sin mucho interés en el pequeño arándano corrió hasta el horno dejando caer el pequeño fruto el cual no se hizo daño y rodó hasta quien sabe donde.

— Mis galletas —puchereo mientras sacaba las galletas quemadas de su horno, había logrado salvara a pensabas tres y media mientras que las demás tuvo que guardar. Ya se las daría a alguien que tenga un mal día.

Mientras se preparaba un té y volvía a la alacena en busca de algo para comer un peli azul lo miraba desde dentro del pinta uñas, su pequeño puchero le había parecido muy tierno.

— Por que no me ayudas, idiota —regañó al otro sabiendo que no lo podría escuchar.

Con sus brazos cruzados su acurrucó mientras seguía viendo al bajo escabullir sus manos por todos los cajenoes en busca de algo que se puda meter a la boca.

꧁𝙴𝚝𝚑𝚎𝚛𝚘𝚖𝚊𝚗𝚒𝚊꧂

Peach Blossom lovers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora