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Había llegado la mañana al pequeño pueblo, las calles tenían un camino color claro Gracias a los rayos de luz mientras las flores recorría cada rincón.

— Wonhee si no te vas a despertar pro lo menos dinos si vas a venir o no —una voz un tanto molesta llamaba a su hermana la cual dormida plácidamente en la cama tapándose completamente con la sábana.

— No voy a ir, sólo esperaré a que Yeojoo venga —dijo antes de bostezar y volver a cerrar los ojos ignorando que es lo que Chunsuk hacía para poder despertarla.

Sin más remedio la contraria se rindió en poder despertarla y despidió ir con Juran hacia el centro otra vez para ayudar a quitar los preparativos y poder limpiar el lugar.

— Bien, le dire a Yeojoo que venga por ti a la casa. Pero vas a tener que limpiar tu la casa —sin más dejo la habitación con la chica en medio noche entre las sábanas.

Yeojoo se quedó completamente petrificada al ver a su hermano con el pinta uñas en manos extendiéndoselo a ella con una contagiosa sonrisa, claro que le devolvió la sonrisa pero sabía que ese pinta uñas no era más que una casa para otra persona.

— G-Gracias, por casualidad no habrás visto algo ¿raro? —preguntó al ver que el pinta uñas ya había sido abierto, si lo que pensaba era real su hermano ya se había metido de lleno al tema el cual trataban de cerrar sin éxito alguno.

— Raro, te refieres si me paso algo raro con el ¿pinta uñas? —la chica comenzaba a tener de que es lo que estaría pensado, si su hermano se metía en este lo más probable es que las exponga— no, sólo lo vi por que tenía curiosidad de cual color sería.

Tenía sus dudas sobre la confesión de su hermano, acaso le estaría mintiendo sobre esto. Lo más probable es que si pero confiaría en su palabra por ahora, solo por ahora.

— Oh, entonces muchas gracias —sonrió mientras dejaba un beso en la mejilla del mayor antes de guardar el pinta uñas en uno de sus bolsillos— ya debería ir donde Wonhee, me debe de estar esperando

— Claro, no te preocupes. Anda —con una señal le dijo que podía irse, sin más la chica cogio sus cosas y se despidió de su hermano mientras salía de la casa.

Con una mirada un tanto nerviosa volvió a dirigirse adentro encontrándose con el pote aun escondido en la caja, no quería mentirle a su hermana a pero que una persona se aloje en un pinta uñas no era del todo normal.

Sin mucha rapidez abrió por segunda ves el envase sintiendo el aroma de arándanos inundar el lugar con un relajante ambiente mientras delante sus sus ojos un pelo azul se paraba con delicadeza.

— ¿Me vas a ayudar o no? —directo mientras se cruzaba de brazos esperando la respuesta del otro.

— ¿Eres real? —pregunto a ignorando la pregunta del otro.

— Pues claro que soy verdadero, sopenco —regaño mientras se sentaba con total libertad en el sillón.

— Pero, como es que...—las palabras se quedaron en su garganta mientras observaba el perfil del chico con cierto interés.

— Supongo que magia, tiene sentido por que se llama Magic Shop —hablo mientras juntaba sus piernas pensando en ese día— sólo espero encontrar a mi familia pronto

Otra vez, el corazón de Kihyun se apretó en su pecho al escuchar al joven decir eso. Estaba claro que no era su culpa pero aun no entendía como es que algo así haya podido haber pasado, era algo tan irreal que le costaba creerlo.

— Deseas galletas —sólo mientras ponía delante del chico galletas las cuales no hace mucho había echo dejando un vaso con leche tibia en la mesa.

Los ojitos curiosos del otro lo observaron aun con cierta desconfianza más su hambre le ganó cogiendo la primera galleta, mientras el chico llamado Changkyun comía Kihyun fue en busca de una manta con pequeños pompones en las puntas.

— Esta haciendo frío, será mejor que tengas algo extra encima —mientras decía eso tapo al chico con la manta mientras el contrario degustaba las galletas con el vaso de leche en manos.

— G-Gracias —logró escuchar mientras volvía hacia la cocina, sonrió para después volver hacia esta en busca de terminar de lavar los trastes.

Minutos después volvío en busca de hablar con él chico peor al verlo dormido sólo acaricio sus cabellos con cierta lentitud de no despertarlo siendo testigo del agradable olor a arándanos que soltaba. Acomodo la manta y dejo una almohada para que así su cabeza reposara en esta.

Yeojoo llegó a la casa de Wonhee esperando encontrar a su amiga más al ver que no estaba por la planta baja despidió subir a su habitación en busca de esta, la logró encontrará metida entre las sábanas con los ojos cerrados mientras seguía en media noche.

— Ya ¿no te vas a despertar? —preguntó mientras se tiraba encima de ella y comenzaba a hacerle cosquillas sobre las sábanas.

Wonhee casi al instante despertó chocándose con Yeojoo la cual sólo se quejó para volver a hacerle cosquillas y que ambas se remuevan en la cama dejando todo por los suelos.

— Ahora tú vas a ordenar mi cama —sentenció la chica de cabellos cortos mientras se tallaba un ojo con algo de sueño todavía.

— Te estas convirtiendo en Dodo ¿por que tanto sueño? —la contraria sólo rio mientras se metía al baño con ropas en sus manos.

— ¡¡Díganos que no dormí exactamente temprano ayer!! —gritó para que la ma sabía la pueda es achuchar desde el otro lado de la puerta.

Una vez lista ambas comenzaron a ordenar la cama y el cuarto de Wonhee sabiendo que ese no sería el único lugar el cual tengan que ordenar en la casa por petición de las hermana de la mayor.

— Creo que Kihyun sabe donde queda esa tienda a de la que me hablaste —llamo Yeojoo mientras ambas se sentaban en la esquina de la cama con los brazos apoyados en esta— me dio un pinta uñas como el de Hyungwon pero de un color morado, creo que también me esconde algo —y Wonhee se quedó quita el recordar lo de ayer, entonces Kihyun había abierto el pinta uñas.

— ¿Puedo verlo? —preguntó mientras extendía la maña hacia la de cometas con cierta esperanza de que no sea lo que creía.

Le entrego un pote un tanto normal más cuando lo abrió no pasó nada, Yeojoo por poco se lo quita cuando lo intentó abrir peor ahora ambas se miraban con duda.

— Estas segura de que tu hermano dice ¿la verdad? —preguntó Wonhee viendo dentro del pinta uña donde hacia ese líquido que había dejando de utilizar desde hace semanas.

— No sabría si decir si o no —respondió mientras jugaba con sus manos, no quería pensar de que su hermano de verdad le estaba escondiendo algo.

— Este no es el pinta uñas que buscamos —dijo antes de volver a cerrar el pequeño pote y dejarlo devuelta en las manos de Yeojoo— esa tienda nos está buscando

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