Llanuras desoladas, un Sariri

Para ti, que ya estoy en tus manos

Mi amor, nuestra ultima vez fue agria y desagradable para ambos, tu hibrida mirada parecía aceptar su culpa y comprender a este engendro maltrecho, pues mientras yo te odiaba infinitamente mis peores fluidos hacían un boicot en contra tuya, no podía comprender como conociéndome tanto podías haberme fallado así. 

 Soy un gran mentiroso, pero detesto lo seas conmigo, pues a ti mi amor sin miedo a equivocarme puedo asegurar que jamás te he mentido, mi mirada siempre ha sido las mas transparente hacia ti, la desnudes lo ha confirmado, nada te escondo. 

Aquel día habría querido no verte nunca mas, pero ahora te suplico no desaparezcas, quédate, déjame nuestros recuerdos, devuélveme esos profundos estallidos que juntos hemos vivido y sobrevivido.

Sobre el rastro de nuestros cuerpos hemos construido este amor y en este tiempo en el que has estado ausente he imaginado el mejor de los idilios........ y si este raro invierno no pasa, desapareceré hasta la próxima primavera para que con el viento tu florecer llegue otra vez a mis labios y tu briza mi cuerpo.

Tus recuerdos son renuentes, tus recuerdos me asfixian entre el deseo y la lujuria en las ásperas madrugadas de este fervoroso amante que se ha dejado arrastrar por la marea de tus olas.

Lo siento mucho mi amor, mi mirada era de odio, pero te lo merecías, hoy maldigo mi actitud, pues tu me has castigado mas, te has ido, no se mucho de ti, pero ten claro esto, te amo a ti, a tu pasado y a cada una de tus heridas en el corazón. 

Aun cuando ya tenemos bastante tiempo alejados, te recuerdo y parece que me ahogo entre lágrimas y baba, culpable yo de dedicarte mis lagrimas, todas de despecho y baba de esa castrante admiración a ti. 

Tengo mucho por decirte desde mi soledad - somos humanos ajenos, de sentimientos ajenos, amantes inconclusos, de besos esquivos y gemidos anónimos.

Yo solo te amo,

Siempre tuyo,  Sariri