Llanuras desoladas, un Sariri

Quiéreme otro poquito..

Los días han sido despiadados, mis esperanzas de verte me mantienen aún con vida, te he pensado con mucho amor, en mis recuerdos estás siempre, no he tenido tiempo para sufrir, tal vez sea porque he estado pensado mucho en la forma en que te propondré huir , estoy seguro de que seré el único en tu vida que será capaz de proponerte eso, será como vivir o morir aquí, así mismo como estamos hoy, tendré que pensar y componer bien la escena es decir donde, como y cuando, pero antes de eso debo sentarme para conversar íntimamente conmigo mismo.Para ser más concreto, me he cuestionado acerca de mis sentimientos y su pureza, lo siento mi amor, tal vez he dudado en varias ocasiones de nuestra accidentada pasión que por si no fuera suficiente además tiene que ser a escondidas, tranquilidad a ti, soy más tuyo que mío propio.

Ahora mismo estoy aquí sentado, ha comenzado el otoño, la tarde se presenta opaca, pero tibia, nuestra última clase del día esta a punto de terminar, quisiéramos que no terminara, nos encanta leer aunque a ti más escribir, al contrario a mí más me gusta leer soy un romántico hasta los huesos, tal vez ese sea el ideal de amor novelesco que me espero en la vida, lástima la realidad es más cruda, entonces es tiempo de regresar a casa, la que siempre es la parte más desagradable del día, pero solo tú sabes mejorar mi día y mientras voy al baño tú ya me esperas afuera con un café sin azúcar, me conoces, me enamoras. Vivimos en extremos opuestos, pero solo queremos más tiempo antes de no vernos hasta mañana, entonces alguno deber acompañar al otro a su paradero para luego regresar a suyo e irse a casa, uno de los dos debía de inmolarse, quien seria? Solo tu, tu tenías que ser, tu gentileza te obliga y yo amo ese gesto casi diario, entonces caminamos tú y yo frente al sol que casi ya no se ve por lo gris de esta ciudad, tomamos el café sorbo a sorbo y damos pasos corto solo para hacer más lejano el adiós, conversamos de todo un poco, arte, tecnología, también de política debatimos un poco desde nuestros puntos de vista, pero no nos apasionamos mucho para no fastidiar el clima que nos acompaña, pero también chismorreamos intentando pasar a una informalidad pues ya estamos a algunas cuadras de llegar, entonces pretendemos ser frívolos, queremos dejar algo el uno en el otro que sirva como un te quiero, queremos asegurarnos de que nos poseemos y me refiero al hecho de pertenencia es decir que yo soy tuyo y viceversa,

efectivamente, hablar de poseernos es hablar en otras palabras, seguro para nada alturadas, pero si muy importantes, pero tú y yo pasamos de ese lío, coqueteamos y sonreímos, al parecer en ese momento solo queremos aferrarnos del tiempo, con un poco de suerte tú me abrazaras y me juntaras a tu pecho en una escena nada romántica si no más bien de cariño innato y es en ese mismo momento donde tengo muchos conflictos contigo y conmigo mismo.

Será que eres mi verdadero amor?, será que tuviste que pasar tanto tiempo sin mi amor que te pueda proteger de este sucio mundo, pude haberte ocultado bajo mis brazos de todo que te sucedió, no me lo perdonaré. Será que yo tuve soledad y casi me comí el cerebro buscando la felicidad, para recién encontrarte ahora?, pero somos consientes, valió la pena, el momento es ideal.

Al parecer somos la naranja completa, tú eres mi mañana, contigo quiero un ahora y un futuro, nunca más un pasado, queremos ser nuestro futuro, tenemos inconvenientes, nos falta algo, Valentía, no la tenemos, Que aun cuando ya hemos logrado lo más difícil no queremos ni mirar la parte más fácil. Ser visibles, ser formales, es aquí donde tú y yo nos convertimos en un amor de subterráneo. Me nubla pensar en eso, hay un eslabón perdido que claramente sabemos cual es pero queremos verlo como perdido porque por ahora no nos preocupa, nos amamos.

Nos amamos, nos vemos juntos hasta el final, estamos hechos a fuego, y por ahora no hay tiempo ni espacio para el segundo paso, ojalá algún día seamos certeza, poco a poco iremos dejando la densidad del tema para empezar a vernos con más lejanía como quien se reanima de un letargo para regresar a la realidad y empezar a soltarnos de a pocos, suavizando así el dolor de la despedida que aun cuando sabíamos que sería hasta el día siguiente, para nosotros significaría una eternidad, entonces nos decimos adiós, me imagino que deberíamos decirnos hoy, hasta nunca?, no importa, finalmente nos despedimos, las manos se estrechan, un buen cruce de miradas emulando un beso apasionado, es suficiente, llego el momento de decir adiós, tú te aseguras de que ingrese al corredor y vas de regreso a tu paradero, yo te veo alejarte sin poder gritar lo mucho que te extrañaré, confió en que mañana nos veremos, será una eternidad hasta mañana, el tiempo volara..... te estaré esperando. 

Siempre tuyo, Sariri.