∅El destino se a apiadado del mundo y de todas aquellas almas gemelas que pasan su vida deseando volverse a encontrar.
Ha puesto en "bandeja de plata",la posibilidad de hallar a tu otra mitad por la unión de sus corazones,representado en un fino hil...
Así como el fin de semana llegó,termino,dándole entrada fácil al Otoño que comenzaría a pintar el paisaje de colores rojizos y amarillos desprendiendo de los árboles las hojas que les dan personalidad,mientras que las aves comienzan a volar sobre las fuertes corrientes iniciando su emigración juntos lado a lado.
Un ciclo sin duda único y monótono,pero que al menos aseguraba libertad.
La habitación se lleno de la fresca frisa que atravesaba la ventana entreabierta, habiéndose paso por los objetos regados, siendo percibida sonoramente por la nula existencia de otro sonido y no es por qué el departamento se encontrara desolado si no que la inexistencia de algún movimiento dentro de aquel "hogar",por parte de uno de sus habitantes,no era nada más que obvio.
Las sábanas cayeron al piso repentinamente,mientras un quejido tomaba el protagonismo en el ambiente,el colchón de la cama matrimonial comenzó a moverse por la persona que estaba comenzando a despertar,buscando desesperadamente las sábanas con las que se ocultaba del mundo exterior como si fueran su barrera contra todo mal.
Sin existo alguno,abrió los ojos incorporándose en el amplio colchón reconociendo aquel lugar donde tanto pasaba parte de su día,suspiro resignado sintiéndose insatisfecho y con pesar se despidió de su cómodo amigo para cerrar lo poco que estaba abierta la ventana, recibiendo una pequeña brisa de aire frío que lo hizo temblar a pesar de llevar un gran y lanoso sweater.
Cómo de costumbre entro al baño después de levantarse solo por un momento de su cama,para limpiar un poco su cara y hacer sus necesidades correspondientes.
Se acercó al espejo y sin expresión alguna se centro en los hinchados párpados que ya acostumbraba mirar,así como en un revoltoso y a su parecer feo cabello verde rizado,incluso los pequeños puntos sobre sus mejillas le parecían una inecesaria cosa más en su ordinaria y triste vida.
Salió del baño y se dirigió a la pequeña cocina integral dispuesto a beber un poco de agua y regresar a lo que llevaba haciendo desde que regresó del centro comercial,dormir.
En la barra un plano cuadro blanco descansaba sobre la brillante superficie y como su curiosidad era más fuerte que su ánimo mañanero,se aproximó a tomarlo dejando antes el vaso de vidrio vacío sustituyendo el lugar de aquella nota, que siempre encontraba cada mañana como un recordatorio de lo desordenada que estaba su actual vida,pero que no estaba dispuesto a ordenar por la inseguridad y miedo que sentía al poder perder la poca zona de confort que había creado mintiendo con casi todas las personas que lo rodeaban.
"Buenos días! Anoche llegué más tarde de lo pensado,pensaba en cenar kadsudon juntos pero te ví tan cansado que preferí no molestar y dormir en el sillón, está en el refrigerador por si no quieres cocinar. Aún tengo asuntos que resolver en la estación y estaré patrullando hasta tarde,así que no me esperes.
