∅El destino se a apiadado del mundo y de todas aquellas almas gemelas que pasan su vida deseando volverse a encontrar.
Ha puesto en "bandeja de plata",la posibilidad de hallar a tu otra mitad por la unión de sus corazones,representado en un fino hil...
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El día parecía llevar un buen ritmo,cada hora las aves se movían por toda la ciudad y el sol se aproximaba a su mayor apogeo en la gran manta azul.
Las llantas frenaron en el pavimento liso y el dúo de luces rojas y azules dejaron de moverse encima del coche negro,el estruendo de las puertas cerrando, indicó la llegada de nuevos clientes a la cadena de cafetería más popular entre los ciudadanos.
No eran clientes comunes,eran aquellos que frecuentaban cada tarde en su último patrullaje,el hogareño lugar con la única intención de conseguir una docena fresca de meronpan y rosquillas.
Al cerrar la patrulla ambos caminaron hacia la entrada del local, aún con la lejana distancia se podía oler el perfume de café que desprendían las personas que pasaban a sus lados y el humo del horneado que escapaba de una pequeña chimenea a un costado del techo de madera de caoba.
-Yo también puedo verlo!
La frase tan peculiar lo obligó a detener su corta caminata,con la mirada busco nervioso al emisor, logrando divisar nada.
Una risa alegre le hizo sudar frío,sentía que estaba perdiendo la percepción de la realidad al mezclarla con el pasado.
Ahí frente a su mirada carmín,se hallaba una pareja a pocos metros en una de las mesas de afuera,conformada por una bella chica de cabello lacio y de un verde oscuro junto a un chico bastante contrataste con ella,mientras ella lucía muy alegre mostrando algo en su celular al contrario, él solo parecía ajeno a todo,pareciendo que solo la presencia de la chica le importaba.
Sonrió con melancólia.
Pero repentinamente un agudo sonido golpeó su oreja derecha muy de cerca.
-¡¿Pero que haces?!-Captó en frente de él a un muy molesto rubio que lo tomaba por los hombros-¡Casi te atropellan! Serás idiota al quedarte parado a mitad del estacionamiento.
-Lo siento-Muy apenado rascó su nuca-Hay que apurarnos si queremos conseguir una docena fresca!
No dijo nada más y tomó la mano de quién estaba desconcertado por la actitud que el pelirrojo estaba teniendo a penas salieron a patrullar.
-¡Bienvenidos a Smashbucks!-Dijo alegremente un chico con gorra y delantal verde.
-Sero hermano!-Saludo divertido Kirishima-¿Cómo va el negocio?
-No me quejó-Levantó los hombros indiferente-Estamos por abrir una nueva sucursal.
-Aún no entiendo cómo siendo ya el dueño,sigues trabajando aquí-Se cruzó de brazos,con las cejas levantadas.
-Un gusto verte también Bakugo!-Le miro con una sonrisa-No me atrevería a dejar lo que tantos recuerdos guarda,¿No lo crees Kirishima?.
-Sin duda!-Miro a su costado-Los chicos y yo veníamos todos los días después de la universidad y muchos tuvimos nuestra primera cita aquí!.
