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El agua caliente se deslizaba constantemente por su espalda, sintiendo como la calidez lo hacía sentirse  abochornado, mientras el vapor del bañó opacaba su vista, haciéndolo volver de aquel viaje al pasado que le recordaba nuevamente el día en qu...

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El agua caliente se deslizaba constantemente por su espalda, sintiendo como la calidez lo hacía sentirse  abochornado, mientras el vapor del bañó opacaba su vista, haciéndolo volver de aquel viaje al pasado que le recordaba nuevamente el día en que descubrió que había sido dotado por una maldición.

Así es como llamaba actualmente a su peculiar don de poder ver el hilo rojo de todas las personas,que durante los últimos años no le causó más que problemas.

Su repentina seción mañanera para descargarse y maldecir todo, fué interrumpida por el tono tan bizarro que tenía su celular,indicándole una llamada entrante.

Con mucha pereza,cerró la llave de la ducha y salió del cuarto de baño,con una toalla atada a su cadera,dejando su delgado torso al aire libre,esperando que la persona que le llamaba aún no hubiera colgado.

-Hola-Respondió vagamente al deslizar la pantalla y dirigir su teléfono a su oreja derecha,para atender la reciente llamada.

-¿Aún sigues dormido?,te dije que pasaría por tí antes de ir a trabajar,para ir a desayunar juntos-Al otro lado de la bocina,que se conectaba con su audición pudo identificar una voz femenina, perteneciente a su mejor amiga.

-Yo lo siento,creo que lo olvide-Rasco su cabeza, dándose un interno facepalm por olvidar algo que rutinariamente compartía con su castaña amiga cada fin de semana.

-No te preocupes,debes de estar cansado por las horas hasta tarde en las que te quedas trabajando a terminar el proyecto del que tanto me hablaste- Dió un suspiro que seguramente se escuchó por el otro lado de la línea,recordando las largas y pesadas noches.

-Solo dame 5 minutos y estaré listo, llámame cuándo ya te encuentres en la puerta-Se apresuro a decir,mientras tomaba un sweater amarillo de su desordenado clóset y con torpeza se lo colocaba.

-Podrías solo abrir la puerta,llevo más de 30 minutos aquí afuera y no dudó que alguna de tus vecinas comience a creer que soy testigo de Jehová, insistiendo para que te unas a alguna secta o algo por el estilo-Antes de poder responder,la llamada terminó,obligándolo a apurarse a vestir para salir a abrir.

-Ya era hora,te queda lindo el color amarillo-Saludo o así fué como lo tomó de la chica frente a él, quién lo miraba sonriente.

Algo que no podía evitar hacer,era ser muy observador con las personas,que lo ayudaban a descifrar un poco sobre ella,pero que actualmente le causaba un conflicto interno,debido a su maldición,que solo le hacía violar algo tan privado y especial que solo debían conocer y compartir dos personas.

La mano de la de pelo corto,atravesó de un lado a otro su campo de visión,observando una ves más aquel hilo brillante que se aferraba a su meñique derecho,ondeando en el aire.Uno que había visto más de una vez y que sin duda conocía a quién le pertenecía el final de este.

Él nunca se atrevió a interferir en ese aspecto,al menos no después de lo ocurrido en el pasado.

Parpadeó repetidas veces y le dedicó una débil sonrisa a Ochako,para hacerle saber que se encontraba bien.

╬"Mi otro extremo"/Tododeku╬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora