∅El destino se a apiadado del mundo y de todas aquellas almas gemelas que pasan su vida deseando volverse a encontrar.
Ha puesto en "bandeja de plata",la posibilidad de hallar a tu otra mitad por la unión de sus corazones,representado en un fino hil...
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Otro día más dió por terminado,uno que quizá haya sido el más feliz para alguien u ordinario para otros.
Para Izuku,fué un día que deseaba que se encontrara clasificado en el departamento de lo irreal,aquellos pares de ojos que volvieron a escarbar en su alma con el poco contacto que tuvieron sobre si,no solo le rememoraron la advertencia si no que ahora ya no podía sentirse cómodo en la ciudad dónde se suponía estaba seguro,donde fingía que ellos no existían.
El par tenue de farolas del vehículo,se proyectaron en la lisa calle del vecindario, cesando en cuanto el motor dejo de trabajar mientras la máquina móvil tomaba terreno al estacionarse.
-¿Seguro que estás bien?-Aprovecho el último momento para descartar sus dudas-Crei que querías asistir a esa junta-Deseaba no invadir más de lo que debería.
-Gracias por traerme-Nuevamente evadió la calidez con la frialdad en su voz.
El mitad y mitad, permaneció inmóvil en su asiento,con el retrovisor enfocó la silueta delgada escabullirse entre el largo sillón trasero,para posteriormente atrapar los pequeños vientos fríos de afuera y el golpe de la puerta al cerrarse.
¿Qué esperás?
Su voz interior le dejo saber cómo siempre sus deseos más profundos,esos que eran sinceros,de los que no dudaba para nada.
Después de un tiempo supo identificar a detalle cuando su cuerpo le daba las señales que le determinaban lo cerca que estaba de la orilla,la primera siempre fué la manera en que temblaban sus manos y piernas,la segunda era la resequedad en su garganta,la última,el encuadre borroso que le regalaban sus ojos.
Solo tenía que girar la perilla,entrar lo más rápido que podía evitando a su padre y entrar a su habitación,para arroparse en el bucle habitado por la monotonía azul que lo seducía sin pudor alguno.
Muy torpemente buscó en su bolsillo la llave,se maldecia el no poder controlar sus emociones,el sentirse cada día más como una carga para el resto,como un bueno para nada,solo acumulando desdichas.
-¿Izuku?-La madera del pórtico crujió por el impacto del metal alargado en ella-Se que no quieres hablar con un extrañó como yo,pero quiero asegurarme que estás llegando bien a casa en todos los sentidos-Shoto también estaba temblando pero por motivos muy contrastantes.
La burbuja que usaba como barrera explotó.
-Maldición-Junto sus párpados con fuerza, reteniendo lo que estaba por salir, esperando que el contrario estuviera guardando distancia.
Con la mirada atenta en la espalda forrada de marrón, tomó valor para atravesar su propio muro, sigilosamente dió el primer paso con la frescura bañando su rostro,respiraba como si corriera cuando era todo lo contrario,idealizaba la escena como si él fuera un espectador,la imagen iba en cámara lenta pero en un parpadeo,ya estaba a centímetros del de rizos.
