Capítulo 1

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Namjoon POV.

— Hyung, date prisa — me dijo Jungkook mientras apresuraba el paso —. Tae y Jin hyung ya deben estar esperando ya — al escuchar aquello caminé más rápido logrando así alcanzar a mi mejor amigo.

No es que a mi me importase llegar pronto como a Jungkook, tan solo era que deseaba ver a Taehyung.

Había pasado una semana desde que nos habíamos encontrado en aquella fiesta y, a decir verdad, había sido realmente una tortura porque, por más que lo intentaba, no paraba de pensar en aquel chico de cabello grisáceo y sonrisa cuadrada que tan loco me volvía cuando simplemente me decía "hola".

Taehyung, Jungkook y yo fuimos amigos durante la secundaria, los tres congeniábamos demasiado bien y nos volvimos cercanos, especialmente Taehyung y yo, tanto así que, de un día a otro me di cuenta de que estaba perdidamente enamorado de él.

Para cuando terminamos nuestros estudios en la secundaria e ingresamos a la preparatoria, Taehyung tomó un camino diferente no sólo porque se mudó sino porque eso lo obligó a tener que cursar en otra institución, aunque eso no impidió que siguiéramos frecuentando y viéndonos cada que queríamos.

— Se tardaron mucho — dijo Taehyung sonriendo —. ¿Recuerdan a Jin? — había pasado demasiado tiempo desde que el hermano mayor de Tae no se reunía con nosotros, quizás ahí la razón de aquella pregunta

— Hyung por favor, llámenme hyung — intervino aquel chico rubio que yo nunca podría olvidar —. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Namjoon, ¡estas cada vez más alto! — bromeó conmigo —. Y ni se diga tú, Jungkookie

"Jungkookie".

Recordaba ese estúpido apodo siempre; quizás para Taehyung o para Jungkook era solo una manera linda de llamar al menor de nosotros, pero para mí más bien era como una declaración de amor por parte de SeokJin hacía Jungkook. ¿Por qué? Porque hyung dijo una vez que él solo le pondría apodos cursis a la persona que le llegase a gustar, aunque nadie, excepto yo claro estaba, parecía recordar aquello e ignoraban por completo que el hermano mayor de Taehyung gustaba del menor de nosotros.

Ese día todo parecía marchar bien, no solo para mí sino también para SeokJin, quien había logrado obtener toda la atención exclusiva de Jungkook.  Yo por mi parte había podido abrazar dos o tres veces a Taehyung de la cintura y, ¡dios! Era demasiado delgado y perfecto, yo amaba eso y todo lo demás que rodeaba a ese chico.

—Tenemos que hablar con ustedes — dijo Jungkook con un  tono serio, uno que yo nunca había escuchado en él. Era algo tan nuevo para mí que, por un momento, me quede helado sin saber que decir o hacer. Normalmente ese chico no era de los que se tomaban las cosas tan en serio, ni siquiera cuando una tragedia ocurría; Jungkook era mas bien de los que siempre sacaban el lado bueno a todo por más mala que fuese la situación —. Tae, ¿les dices tú o les digo yo?

Me aparté de Taehyung, a quien había estado pegado casi toda la tarde, para poder escuchar lo que fuera que tenían que decir. No importaba qué, si se trataba de él yo siempre estaría dispuesto a prestar toda la atención del mundo.

— Hyung — se dirigió a su hermano —. ¿Recuerdas que te dije que estaba saliendo con alguien? — ya no me estaba gustando por donde iba el tema, en especial cuando escuché que el chico que tanto me gustaba estaba saliendo con quién sabe quien y yo, siendo uno de sus mejores amigos no sabía nada al respecto. ¿Jungkook si tenía conocimiento de aquello? Tal parecía que sí pero, ¿entonces por qué yo no estaba enterado de nada? 

— Si — respondió SeokJin feliz, quizás demasiado. Tal vez sí hubiera sabido la bomba que le iba a caer a continuación, esa sonrisa hubiera desaparecido desde que dijeron que tenían algo que decirnos

— Jungkook y yo estamos saliendo — soltó, y yo, al igual que SeokJin, tuve que contenerme para no romper en llanto —. Llevamos un par de meses — continuó —. Perdón Nam, queríamos decirte pero esperamos que pudiéramos estar los cuatro juntos 

— Felicidades — dijo el rubio sin ganas, cosa que la nueva pareja no notó. 

Yo me mantuve en silencio porque por mas que lo deseaba no podía siquiera formular una palabra. Sentía como si mil espinas me estuviera rodeando, mi corazón parecía latir cada vez mas rápido, el aire comenzaba a faltarme y a cada segundo mis piernas se volvían menos estables, cosa de la que Jin se percató de inmediato, pero no dijo nada.

— Buscaré un baño — logré decir antes de por fin alejarme de la feliz pareja y de Jin. 

Pasó una hora; una maldita hora en la que las lágrimas no cesaban, una hora en la que solo me lamenté el nunca haberle confesado mis sentimientos a Taehyung, una hora en la que seguramente mi mejor amigo estaba disfrutando de los besos y abrazos del chico que yo amaba, una hora que fueron como treinta segundos o quizás menos porque el dolor seguían siendo el mismo, porque el recuerdo de la pareja dándonos la noticia estaba tan fresco como para que pudiera repetirse en mi mente una vez tras otra, una hora de la que no me hubiera dado cuenta si SeokJin no hubiese ido a buscarme.

— ¿Estas bien? — yo no quería que nadie lo supiera, mucho menos él, pero ahí estaba mirándome con lástima como si fuera un cachorro abandonado —. Lo lamento, sé que te duele pero debes volver. Jungkook iba a venir en tu búsqueda pero me ofrecí porque sabía que probablemente no te encontrabas bien. 

— ¿Jungkook? ¿Ya no es Jungkookie? — y aunque no quería, lo dije cruelmente. Apuesto a que mis palabras perforaron el corazón de SeokJin —. Sé lo que sientes por él — suspiré —. También lo lamento, hyung — ambos sonreímos aún sin ganas, hyung me tendió un pañuelo blanco y me pidió que me calmara porque, aunque no quisiera debía salir a enfrentar a la nueva pareja que seguramente si me veían así harían un montón de preguntas de las cuales no tenía respuesta y aunque las tuviera no podría decirlas porque eso solo me delataría.

Resignado, lavé mi cara y volví en compañía de SeokJin, quien parecía consolarme con cada mirada y abrazarme con cada sonrisa.

Él se portó tan amable como siempre, incluso me cubrió cuando Jungkook me bombardeó con comentarios graciosos al volver a donde se encontraban ellos; después se ofreció a llevarme a casa, cosa que a Taehyung no le gustó para nada pues tendría que tomar el autobús mientras que yo viajaba de copiloto en el auto del mayor de los Kim.

El camino me pareció más largo de lo normal, hyung no dijo nada durante todo el rato y yo solo me limité a cerrar los ojos intentando no pensar en que mis dos mejores amigos ahora eran novios; en que la persona que amaba no estaba enamorada de alguien más y que ese alguien más era Jungkook, con quien llevaba años de amistad y a quien simplemente, por más dolorosa que fuera la situación, no podría odiar.

Aparcó frente a la acera, lo miré y él sólo se continuó en silencio; silencio que no fue incómodo ni mucho menos extraño porque yo conocía a hyung desde hacía mucho tiempo y él me conocía a mí y, aunque él era un estudiante universitario que ya no solía pasar tiempo tan a menudo como antes con nosotros, seguía siendo un buen amigo en el que podía confiar y que ahora sabía mi secreto y del cual yo conocía el suyo; SeokJin y yo, más que amigos, nos habíamos convertido en cómplices.

— ¿Te sientes mejor? — cuestionó antes de que abriera la puerta del auto —. Ven, te daré algo que te hará sentir bien — reí por primera vez en dos largas horas, después acerqué a Jin tal y como me había pedido.

Sus ojos color miel me atraparon en cuanto me encontré con ellos y no pude evitar ponerme nervioso al ver como él mismo acortaba la poca distancia que había entre nosotros hasta el punto de que podía sentir su respiración agitada a menos de un centímetro de mí. SeokJin no dudó ni siquiera un momento al hacer aquello, y yo le correspondí porque, incluso si él no era Taehyung, sus labios eran perfectos y combinaban increíblemente bien con los míos.
Debo decir que fue extraño que un beso suyo realmente me hiciera sentir mejor tal y como dijo, pero en conclusión no me arrepiento de haberlo hecho y creo que jamás podría hacerlo porque después de todo fue un remedio para ambos, que teníamos el corazón roto porque las personas que amábamos ahora estaban juntas y se amaban.

Seamos más que amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora