La casa de los Kim era un lugar que yo conocía perfectamente bien, de arriba a abajo; sabía exactamente donde se encontraba cada cosa; todo resultado de intentar pasar tiempo con Taehyung, pero justo en ese momento tenía la mente en blanco; había olvidado donde estaba lo que buscaba y por más que lo intentaba, no lograba concentrarme al cien por ciento así que rebuscaba por aquí y por allá mientras lloraba y me reprochaba internamente el seguir ahí.
— Si buscas el café, no esta ahí — dijo Jin recargado sobre el marco de la puerta —. Nam, tampoco esta ahí — yo solo seguía moviendo cosas en la alacena, fingiendo realmente buscar algo para no tener que girarme y mirarlo a los ojos; no quería que de nuevamente me viera así de mal —. La cafetera esta justo frente a ti y tiene café recién hecho — y de nuevo me atrapó —. ¿Estas bien? — no respondí, en cambio él se acercó y abrazó mi cintura por detrás, dejando así que la calidez de su cuerpo cayera sobre el mío, reconfortándome y haciéndome sentir un poco más tranquilo a pesar de la situación
Nos quedamos así un rato más, a decir verdad ya me había acostumbrado a la cercanía de Jin así que más que sentirme extraño como cuando nos besabamos o follabamos, me sentía bien, aunque eso no quitaba la pesadez y el dolor que abrumaban mi corazón al saber que mi mejor amigo estaba justo detrás de aquella puerta color marrón quizás comiéndose a besos con el chico que yo amaba.
Quería girarme para verlo a los ojos pero no podía, mi orgullo no me dejaba; no podía permitir que fuera él quien viniera a consolarme de nuevo, no quería romperme frente suyo una vez mas cuando sabía perfectamente que la situación tampoco era la mejor para él, no quería actuar como un puto egoísta como aquella vez.
— Podemos dormir juntos también — susurró dulcemente en mi oído
Por fin me giré para mirarlo a los ojos y ¿responder? No, más que responder aquella sería la propuesta más sucia y depravada que jamás en mi vida pude haber hecho.
— ¡No dormir! — era más que obvio que estaba confundido —. Follemos toda la noche. Tengamos sexo tan duro que no solo ellos, sino todo el vecindario sabrán lo bien que la pasamos — debo aclarar que, de no haber estado seguro de que los señores Kim no regresarían en todo el fin de semana y que esa noche solo estaríamos nosotros cuatro en casa, jamás hubiera pensado tal locura —. Te haré gemir como nunca antes — Hyung no dijo que sí, pero tampoco se negó, en su lugar me besó de una manera que solo pude describir como desesperada y después me estrechó entre sus brazos tal y como solía hacer siempre que me sentía mal.
— ¡Ups! No quería interrumpir — aquella voz me quitó la poca paz que había conseguido en los brazos de SeokJin —. Por dios Nam, ¿estuviste llorando? ¿este idiota te hizo algo? — pasó de la puerta a estar a mi lado mirándome fijamente mientras levantaba ambas manos para poder limpiar mis lágrimas, yo sentía que el aire se me iba
— No toques a mi chico — intervino SeokJin dando un manotazo a su hermano, cosa que honestamente me hizo poder respirar tranquilo —. Y yo no le hice nada. El idiota eres tú que te comportas como un niño inmaduro y decides que es mejor no dirigirle la palabra a este hermoso ser humano — apretó mis mejillas y me sonrojé ante ello
Taehyung dudó un momento antes de hablar: —, Lo siento Nam, es solo que... Me tomó por sorpresa saber que ustedes-
— ¡Idiota! ¿Es todo lo que dirás? — realmente me hizo enfadar —. ¿Cómo crees que me sentí yo al saber que mis dos mejores amigos se veían a mis espaldas? — mis palabras sonaban simples para Taehyung, pero tanto Jin como yo sabíamos que escondían mucho más que un simple reclamo
Taehyung estaba a punto de abrazarme; yo de nuevo estaba ahí dispuesto a seguirme lastimando, aceptando las miserias que me ofrecía, recibiendo ese estúpido cariño de amigos que yo odiaba y que por supuesto no quería, lidiando con un amor no correspondido, casi perdiendo la cabeza al saber que de nuevo podría sentir la calidez del cuerpo de Kim Taehyung junto al mío. Fue una suerte que hyung estuviese conmigo en todo momento y que de nuevo se pusiera "bravo" con su hermano repitiendo las palabras que segundos atrás había dicho ya: —, Te dije que no toques a mi chico, idiota — el menor solo chasqueo la lengua y sólo dejó unas palmaditas en mi hombro
SeokJin lo había hecho tan bien, realmente apreciaba no estar pasando solo por todo ese maldito dolor.
La siguiente mañana ni siquiera sentía las piernas, debo decir que aquella no fue la mejor manera que encontré para vengarme de mis "amigos", pero al final había sido tan bueno que el dolor de cada parte de mi cuerpo había valido la pena por completo, además no había sido yo quien había recibido el "golpe" más duro sino Seokjin; realmente había cumplido con mi palabra y aquella noche la habíamos pasado increíblemente bien siendo para nada discretos y haciendo todo el ruido posible para que Taehyung y Jungkook nos escucharan y no pudiesen hacer cualquiera que fuera la cosa que querían hacer, incluso creía que ellos ni siquiera habían logrado concebir el sueño.
— ¿¡En serio tenían que ser tan ruidosos!? ¡Dios, no logre dormir nada! — me dijo Taehyung cuando entré a la cocina —. Si van a tener sexo salvaje, por favor, no sean tan escandalosos — solo reí
— ¿Café? — le pregunté, él solo asintió —. Tae, tu odias el café
— Yo lo odio, pero Kookie lo ama — respondió.
Tal parecía que ese chico abría una nueva grieta en mi corazón con cada palabra que salía de su boca, pero no pensé demasiado en ello porque justo como el día anterior y las otras veces, Jin apareció para salvarme en el momento perfecto: se le estaba volviendo un hábito, un hábito del que yo comenzaba a gustar mucho porque ni siquiera me daba tiempo para sentirme triste por lo que ocurría con mis "amigos".
— Buenos días — dijo alegremente —. Bebé, ¿Qué quieres desayunar? Después de lo de anoche, estoy dispuesto a complacerte — caminó hasta mí para besarme.
Pude notar la mueca de asco que hizo Taehyung a su hermano, pero también me percaté de la mirada pícara y cómplice que me había lanzado, tal y como si me estuviera felicitando y entonces lo entendí, aunque quizás ya lo sabía antes y no quería aceptarlo; ese chico de cabello color gris y sonrisa cuadrada era el novio de mi mejor amigo: Jeon Jungkook, y ambos se amaban profundamente, y yo lo sabía con solo verlos mirarse el uno al otro, mientras tanto para Taehyung yo sólo era un buen amigo, uno muy bueno, y nada más. Él nunca me vería del mismo modo en que yo lo veía a él y, lamentablemente, tendría que aprender a lidiar con ello, al menos hasta que mi corazón lograra superarlo por completo lo cual no sería difícil porque en esos momentos tenía a Seokjin hyung a mi lado y, después de lo que había estado pasando últimamente, podía estar completamente seguro de que si él estaba conmigo, entonces todo estaría bien.
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Seamos más que amigos
FanfictieUn corazón roto no es fácil de sanar, pero ¿qué tan difícil sería sanar dos corazones rotos? Namjoon y SeokJin han sufrido una decepción amorosa tan grande que sólo entre ellos dos podrán ayudarse mutuamente.