SeokJin POV.
Había salido de la casa de Namjoon fingiendo que todo estaba bien, pero en cuanto llegué a casa, me desvanecí, y entonces todo a mi alrededor se sentía extraño.
— ¿Ya llegaste? — escuché decir a Taehyung detrás de la puerta de mi habitación pero no respondí —. ¿Hyung?
No quería verlo, no quería hablarle, ni siquiera quería escucharlo. Lo odiaba. Realmente odiaba a mi hermano, y sabía que estaba mal. Muy mal.
Taehyung y yo siempre fuimos muy cercanos, demasiado; no éramos como otros hermanos que se peleaban a cada rato o se envidiaban por la más mínima cosa, eramos de hecho todo lo contrario, incluso la gente solía decirle a nuestra madre que jamás habían visto un par de hermanos tan unidos. Hacíamos todo juntos; cosas como salir con nuestros amigos, que solían ser casi los mismos debido a nuestra estrecha relación, o ir a fiestas, hacer pijamadas, o simplemente pasar el rato él y yo juntos en casa mientras yo cocinaba y el elegía la película o serie que veríamos hasta el amanecer, ese tipo de cosas eran realmente preciadas y únicas.
Yo sabía que la posibilidad de que Jungkook me viera de la misma forma era mínima, pero aún así ahí estaba. Él era justo lo que yo quería para mí. Desde el momento en que lo vi acompañar a Taehyung y Namjoon a casa lo supe. Jeon Jungkook había sido y seguía siendo mi primer amor. Sí, tuve muchas relaciones amorosas antes, pero nunca amé a nadie como a él, jamás pensé en nadie como en él, y mucho menos deseé tanto a una persona como lo deseaba a él.
Era lo más precioso que yo tenía, incluso muy por encima de Taehyung. Recordaba todas y cada una de las veces que preferí a Jungkook antes que a mi hermano, y que aunque me había dolido hacer tal diferencia, jamás me arrepentí, porque ese chiquillo era la perfección para mí, porque yo lo amaba, y porque incluso si él no me correspondía yo quería lo mejor para él, y mi hermano no lo era, o al menos no desde mi perspectiva.
Cuando Taehyung me contó que salía con alguien, por un momento pensé que hablaba de Namjoon. Ellos eran tan jodidamente cercanos, tan cómplices, tan... El uno para el otro que yo, sabiendo los sentimientos de Namjoon por mi hermano, llegué a pensar que éste le correspondería algún día, y que ese día había llegado. Realmente creí que Namjoon por fin había conseguido lo que yo nunca podría tener: enamorar a la persona que amaba.
Aquel día, cuando la bomba cayó, no supe como reaccionar; quise gritar, correr, llorar, maldecir, golpear a Taehyung; aplastarlo como un insecto, deshacerme de él de la manera que fuera necesaria siempre y cuando eso me permitiera tener una oportunidad con Jungkook, o al menos seguir creyendo que la tendría, pero claramente me era imposible hacerlo, incluso si sentía que odiaba a mi hermano no dejaba de serlo y yo, Kim SeokJin, no podría hacer nada en su contra.
De todas las personas en el mundo que creí que me arrebatarían a la persona que amaba, nunca me imagine que sería mi propio hermano y, debo decir que, hasta la fecha, el recuerdo es tortuoso.Busqué a Namjoon porque ese sería mi consuelo, porque sería mi refugio, porque ambos teníamos el corazón roto, y apostaba lo que fuera a que él, tanto como yo, estaba odiando con todas sus fuerzas a la persona que le había arrebatado al "amor de su vida", y que podríamos darnos apoyo mutuamente, que era lo único que los dos necesitabamos. Porque yo lo conocía bien, lo suficiente como para haberme dado cuenta de que estaba enamorado de Taehyung solo con observarlo un par de días. Namjoon era muy transparente, muy predecible, pero eso solo yo lo sabía, porque Jungkook estaba muy ocupado en sus cosas, y Taehyung estaba siendo un poco torpe siempre.
— Hyung, ¿estas bien? — de nuevo lo ignoré —. ¿Peleaste con Namjoon?
— ¡Solo lárgate, quiero estar solo!
Después de eso, no escuché más.
Taehyung no merecía todo lo que yo hacía, él no tenía la culpa de ser mejor que yo porque seguro que lo era; no por nada Jungkook se había fijado en él antes que en mí, no por nada incluso Namjoon lo seguía prefiriendo a pesar de estar conmigo en la cama o en una cita. Yo lo sabía, Namjoon no podía olvidarlo, pero entendía perfectamente porque me sentía igual con respecto a Jungkook.
Mi hermano tampoco tenía la culpa de lograr enamorar al chico que yo amaba; no podía reprocharle por no haberse enamorado de Namjoon y haberse fijado en Jungkook, porque Jungkook era más que perfecto; Namjoon tampoco tenía la culpa de no haber ganado su corazón, ni mucho menos Jungkook por no haberse fijado en mí, y por supuesto que yo tampoco porque en realidad jamás intenté hacer algo. En esa situación nadie era culpable, pero mi corazón dolido y amargo me obligaba a creer que mi Taehyung lo era y que tenía que tratarlo de la peor manera para poder sacar todos mis estúpidos sentimientos y así, quizás de esa manera, el pesar que afligía mi corazón dejaría de ser tan grande.Aquella tarde me sentía muy mal, y no solo por mi corazón roto sino por lo que Namjoon había dicho horas atrás. A decir verdad, había actuado como si nada, como si no me importase, como si realmente solo estuviera usándolo para llenar un vacío que solo el amor que anhelaba por parte de Jungkook lograría llenar, pero la realidad era que me dolía, y no entendía porque, y no quería pensar.
Namjoon era genial; guapo, amable, inteligente y gracioso. Me preguntaba cómo es que Taehyung jamás lo había notado si para mí era increíble, aunque no tanto como para hacerme olvidar a Jungkook.
Esa tarde dolía más que nunca porque Namjoon lo estaba pensando, él realmente estaba considerando la idea de que todo terminara entre nosotros y yo, de la manera más egoísta, me negaba siquiera a hablar del tema.
Le respondí de la peor manera; insensible, cruel y frío. Lo sabía, pero no quería ser amable, no quería ser tierno, ni mucho menos considerado. Solo se trataba de mí; solo era yo contra el mundo, solo era yo enfrentandome al profundo rencor que sentía por mi hermano y al desamor por Jungkook.
Sí, lo sabía. Yo estaba siendo el ser humano más despreciable del mundo, pero no me importaba. Simplemente deseaba que todo acabara, y no, no me refería a lo que teníamos Namjoon y yo, sino más bien a a mis sentimientos.
Ojalá jamas me hubiera enamorado de Jungkook.
Ojalá que nunca hubiera sentido rencor por mi hermano.
Ojalá ellos jamás se hubieran enamorado.
Ojalá que el dolor pasara tan rápido como había llegado.
— Abre la maldita puerta, Jin — el llanto cesó al escuchar aquella voz —. Llevas semanas evitandome, vengo a verte y me encuentro con que te la haz pasado jugando a los noviecitos con el amigo de tu hermano
— Largate, lo que menos quiero es hablar contigo, Hoseok
— O abres la puta puerta o la tiro — me levanté de mi lugar porque, conociendo a mi mejor amigo, sabía que era posible que cumpliera su amenaza, quite el seguro y lo dejé entrar —. Necesito una explicación: ¿por qué mierda estas de novio con ese chiquillo? ¿Por qué no me dijiste nada? Pensé que estabas enamorado de Jungk- — tapé su boca con mi mano antes de que terminara de hablar.
Era más que obvio que estaba evitando que alguien (Taehyung), escuchara todo aquello, aunque la posibilidad era muy poca porque seguramente ya se había largado a casa de su novio a pasar el rato.
— ¡Dios, eres un asco! — le dije limpiando la palma de mi mano, por donde acababa de pasar su asquerosa lengua para que lo soltara —. Te lo voy a resumir: Jungkook y mi hermano son novios.
— ¿Qué?
Fin del POV.
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Seamos más que amigos
FanfictionUn corazón roto no es fácil de sanar, pero ¿qué tan difícil sería sanar dos corazones rotos? Namjoon y SeokJin han sufrido una decepción amorosa tan grande que sólo entre ellos dos podrán ayudarse mutuamente.