Pamela

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                    Alexei de solo 7 años lloraba en la cocina por hambre, por más que buscaba pan no encontraba en ningun sitio y su madre para variar no se levantaba de la cama porque había llegado bebido toda la noche con sus amigas. Dejó de llorar cuando golpearon la puerta, pese a que su mamá le había prohibido abrir la puerta cuando ella no estaba, el siempre hacia caso a esta advertencia, pero como tenia hambre y estaba enojado con ella, fue corriendo a abrirla con la esperanza de que por arte de magia apareciera ante él su padre con comida, o el viejo pascuero con pollo frito y papas fritas en sus manos.

-Hola pequeño, ¿esta tu mama?- dijo una mujer de piel morena de unos 35 años, un poco mas baja que su mama.

-Si esta, pero duerme..-le decía un pequeño Alexei con la ropa sucia, se frotaba los ojos para secar sus lagrimas.

-De tu mama, no me extraña. ¿Me dejas pasar para hablar con ella? - el niño inocentemente la dejó pasar, la mujer entró y le preguntó por la habitación donde se encontraba, el niño la guio. Al entrar se percibía el olor alcohol, Laura dormía bajo las frazadas en un colchón de dos plaza. La vecina comenzó a moverla para que despertarla, media somnolienta despertó. Entonces comenzaron a hablar, Alexei solo miraba sin entender palabra alguna, después, de terminar la señora pesco al niño de la manito.

-Entonces, sacaré ropa limpia, lo bañare y te lo traigo en la noche

-...si gracias Marina- y Laura volvió a dormir.

-Vamos Alexei

-¿A donde?

-A comer algo rico

-Sii, tengo mucha hambre - Dijo saltando y caminando con ella hasta la puerta de su casa en el transcurso le pregunto- ¿disculpe usted es una hada madrina?. La señora suspiró y le respondió: -algo parecido chiquito...algo parecido...

La vecina se lo llevó a su casa que quedaba solo al frente de la de Alexei, le dio té con un pan y queso para luego bañarlo en la ducha, el baño estaba al frente de la cocina y la puerta estaba abierta. Un niño de pelo negro,corto y delgado apareció ante la puerta y preguntó

-¿Es el hijo de la vecina?

-Si y no le vallas a preguntar estupideces o a molestarlo. - Luego detrás de él, aparecieron dos niños que corrían jugando en la cocina, desde el baño Alexei pudo observar.

-Ismael y Christopher vengan - les grito su mama desde el baño. -Quiero que conozcan a Alexei, tiene un año más que Cristopher

-¿Es el hijo de la señora que siempre está borracha? - preguntó el niño de 6 años, Cristopher

-cosas como esas me refiero, no le molesten sobre su madre u otras cosas que hayan visto ¿entendido?- los tres niños dijeron "si mama" al unísono.

-Jueguen con él.

La señora tenía tres niños en su casa. Los 3 eran morenos como el. El mayor Franco tenía 10, el segundo, Ismael tenía 8 y el ultimo tenia 6 años se llamaba Christopher era el más gordito de los hermanos. Con ellos jugaba a la pelota y comían juntos en una mesa cuadrada donde, pese a ser chica todos cabian. El esposo de la señora no hablaba mucho mientras comía y era serio. Sin embargo, no era malo. Una vez en Navidad le llevó un regalo. Ellos tenían un patio grande como el suyo con mucha tierra blanca, la señora Marina los tenia que bañar a los 3, Franco se duchaba solo. Así fue durante dos años, a veces, por iniciativa propia, por hambre o por aburrido se iba a la casa de la vecina. Con el tiempo, Alexei se dio cuenta que el estómago de la señora Marina grecia, pero pese a eso hacia todo los quehaceres del hogar como si nada, el chico al final le pregunto curioso, mientras lo bañaba

Mas allá que una simple cicatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora