Una aliada

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                                  David estaba por echarle la salsa a sus fideos cuando golpearon su puerta. "De seguro, debe ser el idiota de Alexei", dejó que siguieran golpeando. Luego su celular comenzó a sonar, para variar la persona que lo llamaba era la que estaba golpeando fuera de su casa, el chico de lentes no se sentía capaz de hablar con él, la ventana estaba con las cortinas cerradas, pero vio que alguien se asomaba para ver por dentro.

-Porfavor David se que estas adentro...quiero pedirte perdón, ábreme la puerta. Traje algo para darte, se que estas oyendomé - el chico de pelo corto se acercó a la puerta y la abrió dejando que solo se viera su ojo derecho. Observó a Alexei con el pelo húmedo y llevaba en una mano una bolsa con dos kilos de harina.

-Quiero que aceptes mis disculpas - dijo estirando su brazo para mostrándole la bolsa a David, este medito un poco, no podía rechazarlo ya que se le había acabado la harina y la necesitaba para hacer dulces para una persona en especial, pero tampoco se la quería dejar fácil a Alexei. Abrió por completo la puerta y añadió- No se si perdonarte, ayer me insultaste y me empujaste.

-Bueno...-dijo rascándose la cabeza- solo recuerdo haberte empujado, como estaba borracho, aparte que tenía la cabeza hecha una mierda. Mi madre volvió al alcohol y esa noche vi algo que me molesto mucho.

David quedó intrigado con esto último -¿que viste esa noche que te molesto tanto?, a todo esto te perdono pasa - Alexei al oír esto sonrió, le pasó la bolsa y entro. Se sentó en el sofá y se miraba las manos, las cuales frotaba. El chico de piel blanca fue a guardar la harina a la cocina y al volver se quedó parado a un metro de su invitad.

-¿Y bien?, ¿Que cosa paso?

-Quiero que me prometas primero que no le contaras a nadie.

-Te lo prometo, ¿pero porqué tanto misterio?, ya suéltalo de una vez.

-Es que...-dijo mirando sus manos- esa noche vi a mi ex con otro hombre-

-¿Y por esa razón me insultaste y empujaste?, ¿porque no fuiste tu mismo a pegarle al tipo en vez de a mi?- Cruzó los brazos, estaba indignado y no era para menos- La verdad es que no te comprendo.

Alexei levantó la mirada, su expresión era tranquila y añadió- No hay nada que comprender David, estaba borracho y tampoco tenía el derecho a pegarle al pololo o amigo de mi ex. Se que tu no tenias la culpa de nada, soy yo el idiota.-Hubo un silencio.

-Bueno de cualquier manera ya te he perdonado. -dijo sentándose al lado de su amigo- Además, necesitaba la harina, quiero hacer algunos dulces.

-mmh, suena rico, y ¿huelo a fideos con salsa?-

-Si, ¿has comido ya?- Alexei se dejó caer de lado chocando con el hombro de su amigo.

-No, apenas desperté, me bañe y fui a comprarte la harina. Aun ando con la caña.

-Vamos a comer entonces -

Como de costumbre Alexei comía sin respirar, David echo jugo a un vaso y se lo acercó, su amigo trago la comida de su boca y agradeció. -Alexei respira- le dijo mientras se sentaba. Por un rato se lo quedó mirando, encontraba tierno verlo comer de esa manera. LLevaba el pelo amarrado y sus facciones resaltaban mejor, aunque sus cachetes estaban inflamados de comida. Algo pasó por su cabeza en ese instante, pero no quería pensar en ese momento, tomó su tenedor y empezó a comer. Al terminar, David comienza a preparar la masa y su amigo de piel morena se tomaba un café sentado frente a él, mientras le conversaba sobre su madre.

-Me dijo que cuando volviera a trabajar dejaría de tomar, por lo que estos dos meses se la pasara tomando y peleando conmigo. A todo esto, dime porfavor que no tienes planes de ir de vacaciones.

Mas allá que una simple cicatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora