La joya prometida ||| «EREN x ARMIN FANFIC» ||| {SNK}

CAPÍTULO 5: ''ACERCAMIENTO''

-Eren. - pronunció de nuevo el joven Arlert mientras su sonrojo se apoderaba de sus mejillas, apretaba los labios para no gesticular una sonrisa o algo por el estilo.

-Espléndido, príncipe Blue. -dijo el castaño mientras dejaba de aplaudir por la deslumbrante presentación de Armin, subía a donde estaba Armin y le sonrió de forma genuina, el joven azul estaba quieto, no perdía la compostura y se mostraba firme ante él a pesar de lo destrozado que se sentía por dentro. -Me ha dejado sin palabras, estoy impresionado con tu actuación.

-Príncipe Eren. -habló el hombre que le había proporcionado el violín a Armin. Eren levantó la mano como gesto de que no hablara o que no interrumpiese.

- ¿Mañana tendremos algo pendiente, Señor Blue? -preguntó Eren. El nombrado asintió.

-Será un repaso de...

-Shhhh. -lo calló el mayor poniendo un dedo por encima de los rosados y pequeños labios de Armin. -Mañana no quiero que sea una sesión de repaso, quiero que sea un día en el que pueda pasar contigo.

El rubio se sonrojó hasta las orejas, su corazón comenzaba a latir de una manera rápida y punzante, como si un susto le hubiese dado, o quizás era una nueva sensación de asombro, nerviosidad e incluso podría haber sido de excitación.

- ¿Te parece, Armin? -susurró el príncipe de verde en el oído del chico de azul, haciendo que un escalofrío recorriese desde su espalda hasta su cuello, debido a aquella sensación natural su cuerpo se entumeció, cosa que Eren notó y dejó escapar una risita burlona, sin alejarse de la oreja de Armin éste se giró un poco para plantarle un beso en su mejilla. -Te esperaré temprano, mañana en el jardín de mi castillo. -dicho esto, se despidió de Armin revolviendo sus sedosos cabellos rubios.

Cuando Armin se disponía a regresar el violín al anfitrión de dicho concurso, Eren miró al hombre mayor e hizo que el hombre se negara a recibir el violín.

-Puedes quedártelo, es orden del príncipe Green. -dicho esto, Eren sonrió y se dirigió nuevamente hasta su castillo, dejando detrás suyo a un público boquiabierto, varios de ellos murmuraban sobre una supuesta relación fuera del compromiso de Eren y Christoria en el que implicaba el hermano mellizo de esta chica, entre ellos estaban unos príncipes y princesas perplejos y confundidos sospechaban de las acciones de Eren y les causaba intriga de lo que podría pensar.

Y claramente, el joven Armin se hallaba estático, sus manos temblaban y sus mejillas estaban sonrojadas, sudaba un poco y lo único que se le ocurrió hacer era alejarse del lugar, cargando el violín con ambos brazos, abrazaba al instrumento y cuidaba de el como si fuese un bebé. Reiner, Annie, Sasha y Connie fueron tras de él, les causaba un pavor dejarlo solo y más cuando acaba de pasar algo que pudo haberle afectado, ya sea de forma positiva o negativa.

Y sí, al joven Eren comenzaba a tener cierta atracción por Armin, cada vez que veía sus ojos azules los contemplaba cuales bellas joyas marinas, aquellos cabellos dorados cuyo brillo le recordaba a la luminosidad dorada del sol, su piel pálida y seguramente suave se les asemejaba a las mismísimas plumas de ave las cuales se usan para el relleno de las almohadas, y esas mejillas blancas que con cualquier gesto de amabilidad estas se enrojecían tiernamente desde su perspectiva.

Era una atracción, un sentimiento que comenzaba a nacer desde que lo vio por primera vez, pero que no sabría que sería con exactitud, y aun así él deseaba poder estar más con Armin porque logró atraer su atención, ¿era por lo sucedido de esa mañana? ¿quiere ayudarlo? ¿quería saber y entender su dolor interno?

No lo sabía, y por ello seria que deseaba aventurarse al interior de la mente del joven ojiazul.

En cambio, en la mente de Armin solo pensaba en no verlo, temía que si lo vería mañana le hiciese sentir enfermo como en ese momento, ¿por qué le besó en la mejilla? ¿le gustaba? ¿o simplemente quería jugar con sus emociones y confundir sus sentimientos por él?