—por fin apareces.— tras estar toda la noche enviándole mensajes a josh y llamándole, finalmente decidió aparecer en mi casa. habíamos subido a mi cuarto y estábamos ambos sentados en mi casa.
—he visto el vídeo de dixie.— dijo. sonreí creyendo que todo estaba solucionado.
—¿has oído todo lo que siento por ti?
—más bien he oído que troy zarba es tu crush.— fruncí el ceño de nuevo. ¿realmente me estaba reprochando algo tan tonto como eso?
—era, josh, ya no lo es más.
—rihanna, has conseguido que me acostara con otra chica.— y en ese momento, por segunda vez en nuestra relación, mi corazón se partió en dos.
—¿qué?— intentaba articular bien las palabras pero mi garganta estaba demasiado seca.
—que ayer debido al enfado que provocaste en mí fui a casa de nessa. lo siento pero si no me hubieses enfadado no hubiera hecho nada.— sus palabras no mostraban arrepentimiento y eso me dolía incluso más que la infidelidad.
—josh estás siendo demasiado injusto conmigo.— lágrimas comenzaban a caer por mis mejillas.
—yo estoy dispuesto a perdonarte eso si tú me perdonas lo mío, no quiero alejarme de ti.— tapé mi boca para evitar que los sollozos salieran de mí.
—pero tú has estado con otra.— con dificultad logré terminar la frase.
—lo sé, y me arrepiento de ello.— le miré derrotada. no sabía si lo mejor era volver con él, ya era la segunda vez que me era infiel. de un momento a otro josh se puso de pie enfadado y caminó rápidamente hacia la puerta.—¡soy el único que lucha por esta relación! te estoy dando la oportunidad de seguir juntos pero tú simplemente ignoras eso. no puedo estar con alguien que no me demuestra que me quiere.—
—¡no, no, no! josh espera.— me puse de pie y corrí a la puerta para evitar que la abriera.—te perdono todo, pero perdóname tu a mi también. no quiero separarme de ti, por favor.— al ver a josh caminando hacia la puerta no pude imaginarme una vida sin él. así que me daba igual tomar toda la culpa para que no se fuera.
aunque realmente si tenía la culpa.
—vale, volvamos a estar juntos.— me atrajo hacia él cogiéndome de la cintura y pasó su mano por mi mejilla quitando cualquier rastro de lágrimas.
