7. Feliz cumpleaños.

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El sentimiento de felicidad que tenían todos, después de un gran partido de Quidditch, se esfumó en cuanto fue el día siguiente.

Resultaba que Sirius Black no se había rendido en su intento de entrar a Hogwarts, más que probablemente para matar a Harry, sino que estuvo cerca de hacerlo.

Sucedió que en medio de la noche, luego de una larga fiesta, el fugitivo de Azkaban, se coló en los dormitorios de Gryffindor. Fue casi un milagro que confundiera las camas, y que en lugar de toparse con un dormido Harry, se haya encontrado con un Ron despierto que lo espantó y alertó a todos con sus gritos.

O Harry hubiera quedado como un colador de tantas cuchilladas que habría recibido del loco asesino. Un poco de buena suerte aún tenía.

El elegido cabeceó y parpadeó repetidamente ante el pasillo vacío, no había podido dormir en toda la noche, y la pelea de Ron y Hermione lo tenía preocupado.

Bostezó y se estiró, no podía dormirse en ese pasillo camino al Gran Comedor.

De pronto, sintió como era jalado hacia atrás y unos brazos lo apresaban. Forcejeó y antes de siquiera pensarlo, apuntaba a esa persona al cuello.

—Alerta permanente, ¿eh?

Harry se relajó, era Ezra, no Sirius Black pretendiendo asesinarle ni Cygnus Malfoy intentando hacerle una jugarreta.

Era Ezra al que apuntaba con su varita, y al que casi hechizaba.

—Tienes una preciosa varita, pequeño Potter. Pero preferiría que la mantengas apartada de mi cuello.

—Sí, lo siento. —La alejó—. Solo creí que eras... que eras Sirius Black.

—Gracias por compararme con un homicida loco de remate. —Tocó su cabello—. Creo que me vendría bien un corte de cabello.

—Ya casi ni se te ven los ojos. —Harry no lo pensó, solo lo hizo, se acercó al otro y apartó unos mechones de pelo de su rostro.

Ezra sonrió y se recostó ante la mano que acunó su rostro al terminar de apartar el pelo, el tacto era suave y Harry no parecía disgustado ante la cercanía. Y él amaba el contacto corporal.

Había carecido de él durante su infancia, y eso probablemente influyó en que ahora quisiera mucho de eso.

Pero se tuvo que apartar del contrario—. ¿Vamos al Gran Comedor? Probablemente hayan personas esperándonos, y escucho tu panza rugir.

—Vamos, aunque dudo que me esperen, estoy... distanciado de Hermione, y Ron está disfrutando de su fama.

—Oh, he oído eso, deberías de agradecerle, si no fueran por sus agudos gritos, serías un colador humano.

—Es tan reconfortante recordar que Black estuvo cerca de matarme.

—Reconfortar personas es lo que mejor hago. —Se colocó a la par del otro y se apoyó en uno de sus brazos, el cabello le había vuelto a caer sobre el rostro—. Ahora acompaña a este pobre hombre ciego hasta el Gran Comedor.

—No eres un pobre hombre ciego, solo eres un hippie con el cabello largo. —Aún así, lo dejó recostarse sobre él durante todo el trayecto al salón.

Ezra solo habló incoherencias durante el recorrido, desde los sueños raros que tenía hasta la ocasión en que explotó la cocina de su hogar.

Pero, al llegar, detuvo abruptamente su parloteo y se quedó quieto, Harry lo observó con interés ¿Se habría dejado algo en su Sala Común?—. Me había olvidado de contarte algo sumamente importante, pequeño Potter.

EZRA SNAPE LUPINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora