Ezra caminó por los pasillos del colegio, cargando en sus brazos una mochila llena hasta el tope de algún contenido desconocido. Era el último fin de semana del trimestre, y estaba programada otra salida a Hogsmeade antes de las vacaciones.
Y aunque había ido durante unas horas al pueblo, volvió apenas el frío comenzó a calar sus huesos y eso provocó que empezara a estornudar sin parar. Además de que se estaba aburriendo por completo al no tener a nadie, a Ginny le faltaba un año más para poder asistir, y Draco estuvo desaparecido desde el comienzo del día.
Últimamente, ese bastardo se escabullía continuamente.
Tembló ligeramente y se hundió aún más en su abrigo, dobló por un pasillo y chocó contra alguien.
El encuentro no logró que alguno cayera al piso y, al estabilizarse bien, Lupin notó que se trataba de Harry.
—¡Ey, pequeño Potter!
—... Hola... —Ezra se percató que se hallaba algo desanimado, más de lo habitual.
Hizo una mueca, no le gustaba verlo así.
—Vamos. —No eran amigos, pero aún así el Slytherin decidió tomarle de la mano y arrastrarlo por un pasillo totalmente distinto del que lo llevaba a su lugar de destino inicial.
—¡E-ey, qué ocurre! ¿A dónde me llevas? —Harry tenía mucha curiosidad, pero aún así no opuso resistencia. Nunca podría oponerse a él.
Vagaron por unos minutos, hasta que el azabache mayor se detuvo en un pasillo totalmente alumbrado y sin salida. Ezra volteó y le sonrió a Harry, éste se sonrojó y apartó su vista a una de las paredes.
—Este es uno de los pasillos que generalmente está vacío, vengo aquí cuando quiero distraerme.
Harry dudó—. ¿Vienes a planear bromas?
—No solo planeo bromas, pequeño Potter, también como, y mucho. —Caminó hasta uno de los muros y abrió su mochila, para luego sacar una bolsa llena de cupcakes.
—¿Cómo los conseguiste? ¿Los has comprado?
—Los cupcakes del pueblo están tan caros como una Nimbus 2000. Les he pedido a los elfos que los hagan, se han puesto tan felices que me han hecho demasiados. —Volvió a sonreír—. Como demasiado, pero aún así creo que necesitaré de la ayuda de alguien para acabar con ellos.
Harry se acercó a paso lento y se sentó delante suyo, aceptando uno de los postres. Para su mala suerte, no tenía algún tema de conversación, y creyó que pronto el chico de sus sueños se aburriría e iría.
Pero Ezra comenzó a hablar y a hablar, demasiado. Parecía no callarse nunca, y eso le gustó. Comenzaba divagando acerca de un tema para luego quedarse a la mitad y cambiar el rumbo a uno nuevo.
—... y así Draco y yo terminamos luchando con aquellas plantas carnívoras... Uhmm, pero creo que estoy divagando mucho, lo siento.
—No te preocupes, me gusta. Eres... eres divetido.
En aquel silencio, el mayor recordó una duda que tenía desde que tropezaron—. No es por ser entrometido, pero ¿Por qué andabas desanimado? No eres particularmente alguien que sonríe, pero incluso para ser tú te veías muy abatido.
—¿Siempre me veo muy mal?
—Como si alguien estuviera detrás de ti para matarte —se burló.
Harry sonrió ligeramente, pero luego su rostro se volvió completamente serio y sombrío.
—Black traicionó a mis padres, era su mejor amigo y los traicionó por Voldemort, era su guardián secreto y les reveló su ubicación a ese maldito y... y... Yo me quedé sin p-padres. —Suspiró y apartó su vista, sentía un odio, que nunca había conocido, correr a través de sus venas.
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EZRA SNAPE LUPIN
Hayran KurguEzra solo quiere que los rumores que corren en Hogwarts acerca de él, no lleguen a oídos de su padre. Y Harry, bueno, Harry solo quiere que Ezra voltee a verlo y decida de un instante a otro, que quiere pasar el resto de su vida con él. Aunque tod...