04 Confession

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Sin querer Moonbin y Sanha se fueron haciendo cada vez más cercanos, ese nerviosismo y esa timidez se fueron junto con el verano, para instalarse un cálido sentimiento en pleno inicio del otoño. Las practicas cada vez eran más intimas donde solo quedaban ellos dos; Moonbin tomaba el control del cuerpo del menor para explicarle como se hacía cada paso de las coreografías, mientras que Sanha lo compensaba con pequeños masajes en sus hombros en los descansos, ni hablar cuando estuvieron practicando su entonación en cada nota de las canciones para darle su propia interpretación, era una armonía única; Sanha comenzó a cuidar el sueño de su mayor ya sea para que no se torciera o se moviera mientras le hacía leves mimos en su cabello mientras este maravillado de poder tener las piernas de Sanha como almohada...

Moonbin acudió a Rocky para preguntarle los gustos de Sanha en la comida y así fue como se aprendió a preparar algunos platillos favoritos del menor y si tenía la oportunidad le daba uno que otro bocado en la boca, Sanha no desaprovechó la primera vez que Moonbin lo invitó a entrenar eso se convirtió en su rutina favorita mirar al mayor como definía sus músculos y a la vez ahuyentando a cualquier persona que intentara coquetear con él; todo estaba saliendo perfecto desde el punto de vista de ambos, pero, al final del día, al final de las practicas aun seguían con esa incertidumbre de ¿Seré correspondido o solo es amabilidad? Esa pregunta les abruma en absoluto durante el tiempo muerto, pero, sus inseguridades dejaban de existir al irse a dormir abrazados uno del otro, porque después de todo había sido petición del menor ya que no le gustaba dormir solo en la habitación.

Cada acción que hacían era como una pequeña confesión de amor, haciendo que cada vez su amor por el otro creciera...

Bad Idea | BINSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora