Harry Potter,El Rey de las Serpientes de Slytherin

El niño-que-vivió:

James Potter, Lord de la más antigua y noble casa de los Potter, se encontraba mirando por la ventana de su habitación esperando a que amaneciese.
Era el 1 de agosto y el día anterior había sido el cumpleaños de su hijo Nathan,que con sus 11 años estaba preparado para irse a Hogwarts ese mismo curso.
La fiesta fue un rotundo éxito, los invitados se divirtieron Nathan disfruto de su día especial y no hubo problemas o imprevistos.
Solo que tanto él como su esposa tuvieron que sostener una sonrisa totalmente falsa durante toda la fiesta debido al vacío que sintieron.

Ese mismo dolor fue causado por la ausencia de una persona a la que habían descuidado durante gran parte de su vida, su primogénito Harry Potter-Peverell

Hasta hace 2 años, la vida de James era perfecta, una esposa maravillosa, un hijo, a su opinión, excepcional, y una hija que era la princesa de la casa.
Jamás notó o le molestó la ausencia de Harry, ya que vivía su vida sin recordar su existencia.
O al menos así fue hasta que la dura realidad y la dolorosa verdad le golpearon de lleno a él y a su familia.

Desde el día del incidente con las acromantulas, los Potter no habían vuelto a ser los mismos, sobre todo Lily.
La pelirroja si había sumido en una profunda depresión por haber perdido a su hijo, la cosa empeoro cuando empezó a preguntarse si había sido una buena madre para sus otros hijos, Nathan no tuvo ningún problema, ya que él siempre había sido mimado y consentido por sus padres,pero que la pequeña Rose admitiese que se había sentido siempre menos querida y,a veces, olvidada,causó que la condición de Lily se volviera más precaria.
James no estaba mucho mejor, por primera vez en su vida se cuestionó su comportamiento, y su confianza en sí mismo se desmoronó.

Durante un tiempo albergó la esperanza de que podría recuperar a su hijo con facilidad, y así reparar su devastada familia,se alegró mucho cuándo se enteró de que su hijo no pretendía desprenderse del apellido Potter, pero sus motivos no fueron ni mucho menos los que él había creído.

Al principio pensó que el chico estaba aún reacio a cortar todos los lazos con su familia biológica...y era cierto, pero no de la forma que pensaba.

Harry declaró al profeta poco después de que se descubriese su estado como Lord Peverell, que no pensaba deshacerse del apellido Potter.
Uno de los reporteros no dudo en preguntarle si era porque aún sentía algún tipo de aprecio hacia su familia.
La respuesta del ojiverde fué demoledora.

"No quiero estar relacionado para nada con ellos, si conservo el apellido Potter es en tributo y honor a mis abuelos, los verdaderos héroes de aquella noche en la que Voldemort fue derrotado."

Esas palabras le demostraron a James que el chico no les guardaba ningún tipo de afecto.

Pero sus palabras siguientes fueron aún peores y dañaron profundamente su reputación y la de su hijo Nathan.

"Fueron mis abuelos, más específicamente mi abuela, los que hicieron posible la derrota de Lord Voldemort, ella usó una magia muy antigua y arcana de autosacrificio para protegernos, tanto a mí cómo a Nathan Potter, es por ello que la maldición asesina rebotó, no porque Nathan Potter tuviese algún poder especial."

Rápidamente los reporteros le cuestionaron si no eran celos debido a la fama de su hermano,pero Harry fué muy claro al respecto.

"Si no me quieren creer a mí pregúntenle a algún experto en la materia, sin duda alguna les confirmará palabra por palabra lo que he dicho."

Días después salió un reportaje detallado sobre lo acontecido esa noche en donde Astrax Rowle,un experto en magia arcana,apoyó los argumentos de Harry.

Cabe decir que gran parte de la comunidad mágica siguió creyendo que "el-niño-que-vivió" era realmente especial, pero aún así la semilla de la duda ya estaba sembrada, y para todos aquellos magos con un conocimiento superior al habitual, la cosa estaba más que clara.
Nathan Potter no tenía nada de especial.