Harry Potter,El Rey de las Serpientes de Slytherin

Política y Quidditch:

Capítulo 14:

Los cuatro jefes de las casas de Hogwarts se quedaron mirando a Harry con incredulidad. Aunque fuera solo por un instante pudieron ver con claridad la cara del mismo enemigo al que se habían enfrentado en la última guerra. Todos recordaban con temor la habilidad magistral de Voldemort en las artes oscuras y su maestría en el arte del combate. Pensar que un chico de catorce años se enfrentó a un oponente así, incluso debilitado, era algo increíble.

Por otro lado, sabían que Harry era de todo menos un mago normal de cuarto curso, era campeón mundial de duelos, y pasaba todas sus clases sin ninguna dificultad, hasta el punto de que le ofrecieron el adelanto de curso en dos ocasiones, siendo ambas veces rechazadas por el ojiverde.

Las secuelas de la batalla hablaban por sí solas, había grietas por todas partes, la plataforma inferior donde se encontraba el espejo estaba agrietada y lo más importante, el hollín, las superficies calientes y humeantes mostraron que Voldemort había usado FiendFyre un hechizo de fuego oscuro para el que, supuestamente,no existía defensa alguna. Pero Harry seguía ahí de pie, un poco despeinado y sus ropas desarregladas pero ileso, además, ¡su postura no demostraba cansancio! (aunque realmente lo estaba) y era orgullosa y firme.

Los profesores tenían tantas preguntas que no sabían ni por donde empezar, pero Harry se les adelantó. "¿Si no les importa, podemos irnos? Llevo luchando con Quirellmort durante quien sabe cuanto tiempo, necesito una ducha y un descanso." dijo con seriedad.

Todos miraron al ojiverde con la boca abierta. "¿Qu-Qu-Quirellmort?" pregunto McGonagall atónita.

"Sí, verá, profesora, teniendo en cuenta que Quirell había dejado que Voldemort poseyera su cuerpo, no estoy del todo seguro con quien me estaba batiendo en duelo. Por lo que en caso de duda, lo llamo Quirellmort."

El tono monótono e indescifrable del chico no tembló ni varió en toda la conversación.

Los cuatro profesores siguieron mirando a Harry con la misma expresión, no solo decía el nombre del señor oscuro sin temor alguno, si no que se burlaba de él...si es que era una burla, el tono del chico hacía indescifrable le saberlo.

Harry contuvo un suspiro con fastidio, empezó a pensar que iban a estar ahí toda la puñetera tarde.

Por suerte para él, su jefe de Casa no solo salió de su estado, sino que encima soltó un resoplido divertido muy impropio de él, cosa que hizo que sus colegas lo miraran ahora como si fuera el descubrimiento del siglo, pero el profesor de pociones no les hizo caso. "Supongo que no necesitas ir con Amapola." Dijo con una media sonrisa/mueca, él era, con diferencia, el que mejor conocía al chico en esa sala, por lo que se dio cuenta de que a pesar de mantener un tono serio, el Peverell estaba, de hecho, burlándose descaradamente del Señor Tenebroso, además de de los propios jefes de casa.

Esa declaración sacó a los otros tres de su shock. "¡Ah no! El señor Potter acaba de pasar por una batalla intensa y podría haber sido maldecido por algún hechizo retardado o peor aún, y si tiene secuelas internas." exclamó furiosa.

"Minerva, es un campeón mundial de duelos, creo que su criterio sobre la magia de combate es más acertado que el de Madame Pomfrey...si quieres, yo mismo puedo lanzar un hechizo de análisis sobre el Señor Peverell." Dijo Flitwick, con una sonrisa dirigida al ojiverde, sabía que el chico era una persona de acción, y que odiaba con toda su alma estar postrado en una cama sin hacer nada.

La jefa de la casa Gryffindor lo pensó por unos instantes, pero finalmente cedió, y, con un asentimiento, le dijo a Flitwick que procediera.

El medio Goblin, con un movimiento diagonal de su varita, realizó el hechizo de análisis, y el cuerpo de Harry brilló unos instantes de azul, indicando, que, efectivamente, estaba completamente ileso.