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Ya era fin de semana y no había conseguido quitarme aquella nota de la cabeza. Normalmente, esas cosas las hubiera tomado como una broma de mal gusto pero algo en mi interior sabía que era verdad; Harriet me había dado muy malas vibraciones desde el primer día. Quería acabar con todo esto y volver a la normalidad. ¿Tendría que pedir perdón y simplemente convivir con ella? ¿Tendría que aceptarla en mi grupo?

Decidí llamar a Liam para ver si seguía enfadado. Los dedos me temblaban mientras los movía para buscar su nombre entre mis contactes. El móvil estuvo a punto de caerse a causa de mis nervios aunque, conseguí llamar.

-¿Ariel?- preguntó confundido al otro lado de la línea.

-Mira Liam, sé que estás enfadado pero estoy dispuesta a explicarte todo si me das una oportunidad, - dije bastante desesperada pero ¿de verdad estaría dispuesta a contarle la verdad? - somos mejores amigos desde hace mucho tiempo y no quiero que una tontería nos separe.

Hubo unos segundos de silencio pero quería esperar a que respondiera. De verdad que quería saber si él estaba dispuesto a dejarlo todo por una tontería que probablemente no tuviera tanta importancia como les estaban dando ellos. Escuché como resopló y le dijo algo a alguien.

-Dame unos minutos que acabo de llegar del cine. Ahora te llamo.- respondió mientras colgaba.

¿Habían estado en el cine y no me habían invitado? Tenía muchas ganas de llorar porque había cometido un error, sí, pero no había sido tan grande y ya me estaban excluyendo. Le envié un mensaje a Dylan preguntándole si habían ido al cine y él respondió diciendome que no sabía nada. Así que, probablemente, Liam hubiera ido con su primo.

Esperé ansiosa su llamada. Ya habían pasado cinco minutos y aún no me llamaba; seguramente no quisiera hablarme o estaba demasiado enfadado para llamarme.

Tardó media hora en llamarme y, al coger la llamada, me entraron ganas de vomitar y después llorar.

-Lo siento muchísimo, tardé mucho en llamar.- se disculpó. - simplemente no sabía que decir y no quería que me entrar algún ataque de bipolaridad.

-Tranquilo, te entiendo. - dije conteniendo las lágrimas.

-Lo de antes. Sí, estaba enfadado pero no por mí, estoy enfadado por Harriet. Ha hablado conmigo y no se que pensar. Quiero perdonarte pero la estás juzgando demasiado cuando apenas la conoces.

¿Y tú si la conoces, Liam? ¿Después de apenas unos días?

- Lo sé. No me sentía bien, estaba pasando por cosas y ella no paraba de hablarme. Quería tranquilidad y exploté con ella. Lo siento pero hablé con ella y me dijo que me perdonó.- le expliqué a la vez que me tiraba a la cama.

No sabía como iba a acabar aquella llamada. Deseaba que todo saliera bien; miré al cielo a través de la ventana, pidiéndo a alguien que esto saliera bien cuando un pájaro, amarillo como el sol, se plantó en mi ventana.

-No me puedo creer que me esté enfadando con mi mejor amiga por una tía cualquiera.- susurró intentando que no le escuchara.

-Te oí.- sonreí victoriosa.

-Perdóname. Me porté como un gilipollas.- me pidió.

-Sólo, si me dices con quién fuiste al cine.- solté esa frase sin pensarlo. Yo no quería saber con quién había ido porque a lo mejor había ido con Harriet o Rosa y me iba a sentir devastada. Realmente no quería haber preguntado aquellos; todo estaba llendo tan bien.

-Con...una amiga de mi primo y mi primo.- respondió rápidamente. Se lo había pensado. ¿Estaría mintiendo?

Me había mentido. Le conocia demasiado como para no reconocer que me había mentido acerca de aquello. Seguramente habría ido con Derek y Rosa y no quería que me sintiera mal porque estaba enfadado entonces. Iba a invitarle a que viniera a cenar a mi casa.

Arrancando los Pétalos - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora