Ambos miraban el oscuro cielo que tenían por techo en aquel lugar lleno de montañas. Estaban algo cansados después de haber gastado su Furyoku en esa pelea, en ese infierno. Finalmente Asakura Yohken se había dado cuenta de que llevaba 500 años en el infierno luchando, intentando hacerse más fuerte, y aquello lo había entendido gracias a su último oponente, Asakura Yoh. En un principio, Yoh le había confundido con una imitación de su padre pues usaba una máscara similar a la de Mikihisa, pero después entendió que él era el Asakura que había derrotado a Hao en su vida pasada hacia 500 años atrás. Después de haber estado luchando mutuamente como oponentes, ahora la batalla se había terminado, y descansaban sentados en el suelo de alguna de las montañas de aquel lugar.
—Estoy muy contento de hablar contigo. Aprendí sobre tu técnica secreta y sobre el Matamune de hace 500 años— musitó el Asakura menor esbozando una pequeña sonrisa mientras intentaba animar a su antepasado, quien después de todo aun sentía remordimientos por haber asesinado al anterior Hao.
—Yo también me he sorprendido— respondió aquel dejando oír una corta risa al principio—; nunca imaginé conocer a un descendiente mío después de 500 años de mi época. Por suerte deje algunos descendientes antes de irme a la guerra— dijo con calma alegrándose un tanto por aquello, después de todo, nunca regreso a casa después de 500 años— Yoh, ¿Tú también tienes hijos?— cuestionó luego mirando con amabilidad a su descendiente.
El Asakura menor lo miró boquiabierto por un momento y falto poco para que su rostro enrojeciera mientras lo miraba con la misma expresión de sorpresa y sin cerrar la boca. Pronto se giró acostándose boca abajo contra el suelo para ocultar su rostro avergonzado.
— No... Bueno, ¿cómo puedo decirlo...?— balbuceó aun ocultándose.
Anna estaba embarazada, y eso lo hacía sumamente feliz, pero ¿cómo diría algo como "Mi novia está esperando un hijo mío" sin avergonzarse un poco siquiera? Pensando un poco, cualquiera ajeno a lo que estaba ocurriendo pensaría que ambos eran un par de precoces, porque casi literalmente aún eran unos niños que ni siquiera estaban casados (Porque 500 años atrás era normal ver a una pareja tan joven desposada y naturalmente esperar un heredero).
—Yohken-dono— llamó el espíritu de samurái acercándose al oído del mayor — La verdad es que...— empezó a susurrar explicándole la situación de la futura esposa de su señor logrando sorprender un poco al Asakura mayor.
— ¿En verdad?— contestó el antepasado mostrándole una sonrisa a Yoh— Que afortunado.
Quizás lo entendía, quizás no. Pero cada quien sus asuntos, o al menos eso era lo más sensato pensar, después de todo no había mucho tiempo para irse preguntando razones mutuamente. Porque aún le quedaba otro oponente a Yoh, alguien más a quien enfrentar en aquel infierno.
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— ¿Y entonces que piensas hacer?— cuestionó el Hao Actual mirando a Tamao, quien ahora estaba sola— Puedes intentar escapar, pero no te dejaré— agregó, esbozando una sonrisa que expedía un tanto de desprecio y frialdad. — Además, siendo parte de la familia Asakura no sería tan mala idea pelear conmigo ¿No crees?
Justo hacia unos momentos antes, la lectora del futuro estaba en un auto junto a la Iron Maiden, Lyserg, Manta y Marco, pero fueron atacados dejando ahora únicamente ilesa a la Tamamura, que ahora se encontraba rodeada por Asakura Hao y sus aliados.
— ¡No lo hagas! ¡Debes huir!— exclamó Marco, quien había intentado luchar contra ellos, pero había sido inútil. Justo ahora por esa razón estaba en el suelo siendo pisoteado por alguno de los contrincantes.
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Un heredero para los Asakura
Storie d'amoreEllos eran jóvenes, él tenía sólo 15 años y su novia 14. Pero pese a su corta edad, los adultos habían decidido que ellos debían tener un hijo para tener asegurado al siguiente heredero de la familia.