05| Ducha

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Terminó de enjuagarse su cuerpo por completo, se encontraba a punto de cerrar la llave de la regadera, hasta que la hermosa figura desnuda de su mujer, apareció en la puerta de vidrio.

—¿Te molesta si te acompaño?

—Ven —dijo firmemente.

Ella se acercó a él, besando dulcemente sus suaves labios y abrazándolo, dejando así que su cabello se mojase por completo, Sesshomaru tomó algo de shampoo en su mano, y lo esparció por el casco cabelludo de su mujer. Lentamente comenzó a masajear la zona, hasta crear una gran cantidad de espuma, la observó por unos momentos, sus ojos estaban cerrados y su nariz un tanto contraída, sonrió para sus adentro y dejó que algo de agua cayera sobre ella, para finalmente enjuagar.

La admiró silenciosamente mientras ella tomaba la esponja con jabón, y comenzaba a frotarla por sus brazos, cuello, pechos, abdomen, y piernas.

—¿Puedes ayudarme? —Pidió mientras volteaba mostrándole su espalda, después de terminar de enjabonarse el cuerpo.

Él asintió, y comenzó a pasar la esponja suavemente sobre su espalda, para luego quitar hacia un costado su cabello azabache, y conducir la esponja a su nuca, se movió un poco, dejando que toda el agua de la ducha cayera en ella, para que rápidamente la espuma comenzará a esfumarse, bajando por su trasero y piernas.

Se acercó a su cuerpo y dió pequeños besos en su cuello escuchándola suspirar, se abrazó a su cintura por unos instantes. Para después seguir besándola, ella se removió un poco entre sus brazos, debido a la excitación que sentía gracias al tacto de su esposo.

Él llevó sus manos a los senos de la fémina, masajeandolos con lujuria, bajó una de sus manos hasta su intimidad, para luego lentamente y con delicadeza comenzar a estimular su clítoris, dando pequeños movimientos en forma de círculos, mientras que su otra mano seguía acariciando su pecho, ganándose un par de suspiros y jadeos por parte de Kagome.

Besó la nuca de la chica, después comenzó a lamer y succionar el suave y terso cuello de su mujer, quién era malditamente deliciosa. Pegó su pelvis al trasero de Kagome, haciendo que sintiera lo duro que se encontraba gracias a ella.

La femenina pasó una mano por detrás suyo, con el fin de tomar el miembro del hombre que tenía a sus espaldas, y con agilidad comenzar a darle lentos pero deliciosos estímulos, bajando y subiendo su mano en un constante ritmo.

Sesshomaru cerró los ojos disfrutando del exitante toque de su esposa, apretó los dientes y dió un gruñido cuando ella empezó a subir la cadencia de su toque.

Tanteo un poco la entrada de su mujer, al sentirla totalmente húmeda, no dudó en adentrar dos dedos en ella y luego sacarlos, la joven arqueó su espalda sintiendo la excitación recorrer su cuerpo.

Apoyó ambas manos sobre la pared de la ducha, alzando su trasero, él la tomó firmemente de la cadera, posicionó su pene en la entrada de esta, y entró de una estocada, Kagome gimió fuertemente, y cerró los ojos disfrutando de sus movimientos.

Comenzó con un lento y constante vaivén de caderas, arrebatándoles a ambos deliciosos jadeos, hasta que los dos cuerpos sintieron la necesidad de aumentar, Sesshomaru empezó a subir el ritmo de las embestidas, escuchando los gemidos de Kagome, los cuales eran música para sus oídos, lo excitaba inmensamente el saber que ella estaba disfrutando aquel acto.

Siguiendo con los movimientos, Sesshomaru besó y succionó la espalda de su mujer, causando que ella la arqueara.

—Mghm, Sessho... maru, no pares.

No pensaba hacerlo, mantuvo el ritmo, pues sabía que cuando su Kagome decía eso, era porque lo estaba disfrutando al máximo, y no le gustaba que cambiara de posición y muchos menos embestirla con más o menos velocidad.

Sus respiraciones estaban agitadas, sentía su piel arder, y el interior de la chica apretarlo, llevó una mano a él clítoris de ella, se encargaría que ambos tuvieran un merecido orgasmo.

Kagome sintió sus piernas temblar, un cosquilleo recorrió todo su cuerpo, un choque eléctrico la invadió, y se sintió estallar, todo se veía negro, y dejó de respirar por unos segundos, parecía como si se hubiese alejado del mundo.

Sesshomaru apresuró las estocadas, más constantes y profundas, sintiendo el placentero masaje que los espasmos de su mujer le brindaban, sintió su cuerpo vibrar por completo, hasta que su liberación se hizo presente, un gruñido salió de su garganta, aferrándose a ella por unos segundos.

Se abrazó a la cintura de la mujer, descansando la frente sobre su espalda, sintiendo como se vaciaba en su interior, por unos momentos se alejó de la realidad.

Al volver en sí, escuchó los jadeos de Kagome, y sintió como su cuerpo aún temblaba. Sonrió y lentamente sacó su hombría del interior de su mujer.

Ella abrió los ojos, sintiendo aún sus piernas temblar, volteó para ver a su esposo, quién la miraba tiernamente. Con cansancio se arrimó a él, abrazándolo por la cintura, descansando su cabeza en su pecho, la cual el comenzó a acariciar lentamente, mientras el agua aún caliente caía sobre ambos cuerpos.

Al parecer tendrían que darse una segunda ducha.
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Al principio me gustó, ahora no me convence del todo jeh.

𝟑𝟏 𝐃𝐀𝐘𝐒 𝐖𝐇𝐈𝐓 𝐒𝐄𝐒𝐒𝐊𝐀𝐆(+𝟏𝟑)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora