01| Preservativo

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Caminaba por los pasillos contoneando sus caderas, el trasero resaltaba perfectamente con su falda entubada, su cabello se movía al ritmo de cada paso que daba, la sensualidad y seguridad eran algo desbordaba de su cuerpo, los sonidos de sus tacones golpeando el piso retumbaban por todo el lugar, advirtiendo a todos de su presencia.

Su andar terminó justo frente a el escritorio de la secretaria de su marido, la cual salía de la oficina de su jefe con un rostro entre enojado y triste.

—Sarah, ¿Sesshomaru está desocupado? —Preguntó fijando su azulina mirada en la castaña que tenía frente a ella.

—Señorita Kagome... —Dijo con un tono sorprendido llegando a su lugar— En media hora tendrá una reunión, dudo que pueda atenderla.

—Media hora es suficiente —aseguró mientras caminaba firmemente a la oficina de su marido—. Estúpida. —Susurró por lo bajo.

Esa mujer se la pasaba coqueteandole a su hombre, creyendo que algún día se lo podría llevar a su cama, mientras que lo único que conseguía era una fría reprimenda de él, pero aún así seguía siendo una molestia para ella, le mostraría quien era la que mandaba en este juego, una sonrisa se asomó en su rostro.

Abrió la puerta que la separaba de Sesshomaru. Se plantó de pie a unos metros de su escritorio, tomó un objeto y se lo arrojó, él ágilmente lo atrapó, abrió su mano encontrándose con un envoltorio, no se tardó ni tres segundos, cuando se dió cuenta que no era nada más ni menos que un preservativo, lo dejó sobre el escritorio y una sonrisa de boca cerrada se formó en su rostro, fijó sus ojos en ella, estaba tan sensual como siempre.

—Ven aquí —demandó autoritariamente.

Como si de un hechizo se tratase, caminó hacia él con una deslumbrante sonrisa en sus labios, se sentó en su regazo, pasando las rodillas a sus costados, causando que su falda rodara hasta más arriba de su trasero.

Agarrando su corbata y tirandola levemente, lo atrajo hacia ella.

—Te extrañé —susurró sobre sus labios.

Él la tomó de la nuca y la besó de forma pasional y necesitada, amaba cuando su mujer irrumpía en su trabajo, solo para satisfacer las necesidades del uno al otro. Acarició sus suaves y torneadas piernas, hasta subir a su trasero y apretarlo, manoseó lentamente su muslo interno, dando leves toques a su intimidad.

Sus besos bajaron hasta el cuello de la mujer, sintiendo el embriagante aroma a vainilla de su cuerpo, a la vez que dos de sus dedos acariciaban su entrada sobre la tela de su ropa interior. No tenían demasiado tiempo para una buena previa.

Ella comenzó a desabotonarse la camisa para quitarla al igual que su sostén, dejando a su par de pechos expuestos para él.

En un rápido movimiento la tomó de sus piernas y la colocó sobre su escritorio. Lamió uno por uno sus pezones dejándolos erectos, sintiendo los suaves gemidos de su mujer.

Bajó una de sus manos a sus bragas, para después hacerlas a un lado, y adentrar dos de sus dedos a su interior, sintiéndola retorcer de placer, estaba excitantemente mojada.

Besó su cuello al compás del vaivén de sus dedos en ella, jadeos escapaban de su garganta, su cuerpo estaba caliente, necesitado de más atención por parte de su marido.

Él bajó la cremallera de su pantalón junto con su bóxer, dejando libremente su caliente y adolorida erección.

—Entra... —Le dijo entre suspiros y gemidos.

—Tus deseos son órdenes —susurró en su oído, para después mordisquearlo, y tomar el pequeño sobre que en su escritorio descansaba, lo rasgó con total habilidad y se lo colocó rápidamente.

Guio su pene con una mano entre las piernas de su esposa, la tomó firmemente de la cadera, para con una estocada entrar en ella.

Kagome arqueó su espalda y llevó sus brazos al cuello de su hombre en total placer. Las rítmicas estocadas estaban causando estragos en su cabeza y cuerpo, podrían hacer el amor tan tierna y salvajemente, e igual seguiría sintiendo aquel cosquilleo cuando la tocaba, aquella conexión de sus cuerpos, era increíble.

—Sesshomaru... —Sintió su cuerpo tensarse, y el fuego extenderse por todo su cuerpo.

Arqueó su espalda temblando mientras mordía su labio inferior, en ese momento se sentía como si sólo él y ella estuvieran flotando en el espacio.

—Kago... Me —dijo entre gruñidos para finalmente, en una última estocada, vaciarse dentro del preservativo.

En placer lo invadía aún más, sintiendo el interior de ella contraerse deliciosamente contra su miembro.

Después de unos segundos de volver en sí, salió de su interior, quitándose el condón, hacerlo un nudo y tirarlo a su basurero.

Acomodó su pantalón mientras ella se colocaba su brasier y camisa.

—Señor Sesshomaru —dijo su secretaria mientras su mirada estaba pegada en una tablet—, su reunión comienza en diez minutos y... —El andar de la castaña paró abruptamente al ver a su jefe acomodar su corbata mientras que su mujer estaba sobre su escritorio acomodando su falda y camisa.

—Gracias Sarah, puedes retirarte —dijo secamente Sesshomaru sin dirigirle la mirada.

Kagome volteó a verla y sonrió victoriosa al percibir el rostro de enojo en ella. La castaña bajó la cabeza y se retiró del lugar, cerrando la puerta detrás de si.

—Sé que lo hiciste a propósito.

—¿El qué? —Preguntó con falsa inocencia, mientras bajaba del escritorio y acomodaba su cabello.

El solo la miró con una ceja alzada.

—Bien, bien, tienes razón —admitió—. Esa zorra no para de coquetearte, ¿qué pretendías que hiciera?

Él blanqueó los ojos y se acercó a besarla.

—Nos vemos en unas horas —dijo Kagome después de separarse y acercarse a la puerta—. Te amo.

—Lo sé.

La chica sonrió y se marchó del lugar. Sesshomaru suspiró, su esposa a veces podía ser demasiado celosa, y no le disgustaba en lo más mínimo.

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Bueno, como se habrán dado cuenta, esta es mi primera vez escribiendo este tipo de contenido solo para adolecentes, quizás no es lo mejor que van a leer, pero es de mi agrado, y sé que poco a poco iré mejorando. Espero que les haya gustado, y nos vemos mañana con un nuevo drabble💕

𝟑𝟏 𝐃𝐀𝐘𝐒 𝐖𝐇𝐈𝐓 𝐒𝐄𝐒𝐒𝐊𝐀𝐆(+𝟏𝟑)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora