𝟑𝟏 𝐃𝐀𝐘𝐒 𝐖𝐇𝐈𝐓 𝐒𝐄𝐒𝐒𝐊𝐀𝐆（+𝟏𝟑）

11| Viagra

Abrió lentamente sus ojos, sintiendo la calidez de los rayos de sol que entraban por la ventana, se removió perezosamente sobre su cama, volteando a uno de sus costados, encontrándose con el sereno rostro de su esposo.

Los rasgos de aquel hombre eran tan finos y bien marcados. Con una de sus manos comenzó a acariciar el rostro de su compañero, delineando la curvatura de su mandíbula,  hasta su barbilla, se acercó a él, plantando un suave beso en sus labios.

Una vez que se separó, se sorprendió al ver como sus párpados comenzaban a abrirse, dejando a la vista, unas hermosas lagunas doradas, aquellas que tanto la hipnotizaban.

Una sutil sonrisa se formó en el rostro de su esposo, esa sonrisa que veía cada mañana, y que él solo le dedicaba a ella.

Mucha gente decía que en su rostro solo encontraban seriedad e imponencia, sin embargo, ella veía en él una persona tierna y bondadosa, quizás no demostraba sus sentimientos tan abiertamente con la demás gente, pero eso no significaba que era un mal hombre, solamente era su forma de expresarse.

Sesshomaru la tomó de la cintura y la atrajo a su cuerpo, descansando asu en "cucharita", cerró nuevamente sus ojos con la clara intención de volver a dormir.

—Sessh, tienes una reunión temprano —dio aviso la azabache.

—Solo cinco minutos más.

Sabía que esos cinco minutos se convertirían en veinte, y así en una hora, lo conocía demasiado bien. Decidida y con dificultad, se deshizo del agarre de su esposo, y se sentó en la cama, dispuesta a ponerse de pie, hasta que una gran y fuerte mano se entrelazó con la suya.

—¿Dónde vas? —Preguntó con voz ronca.

—A preparar el desayuno —dijo observando el rostro molesto de su esposo.

—Hn, lo prepararé yo, ahora quédate un poco más —tiró de su brazo, causando que Kagome cayera a la cama.

Sin darle tiempo de incorporarse, la abrazó fuertemente de la cintura, descansando su cabeza en sus senos. Ella lo miró sorprendida.

—No me dejes.

La fémina soltó una carcajada y acarició sus plateadas hebras.

—Eres un poco dramático, ¿no crees? —Dijo para después besar su frente.

—Mph.

—Vamos, llegarás tarde.

Le importaba un carajo la hora en que llegara, solo quería pasar un buen momento con su esposa, besó sus pechos, rodó la camiseta que la mujer portaba, dejando a la vista sus cremosos y grandes pechos, se llevó un pezón a su boca, estimulándolo con un sutil movimiento de lengua.

Ella suspiró, no quería que llegara tarde a una reunión tan importante, además de que ella también debía ir a trabajar. Pero se le estaba haciendo imposible resistirse a las caricias de su esposo.

—Sesshomaru, ya no te queda viagra —bromeó tratando de herir su ego, a ver si así se calmaba un poco.

El hombre frunció el ceño y mordió levemente aquel botón que tenía en su boca.

—¡Sesshomaru! —Regañó mientras trataba de apartarse de él.

Solamente consiguiendo así que este la tomara de ambas muñecas con una sola mano, y se posicionara encima suyo, haciéndola sentir tan pequeña y... Excitada.

Apretó su pelvis contra la de Kagome, demostrándole lo duro que estaba. Sí, efectivamente había herido su ego de hombre.

Meditó por apenas unos segundos, sí, llegarían ambos tarde al trabajo, pero le importaba una mierda, hacerle el amor a Kagome siempre sería su prioridad, además de que le haría tragar aquella ridícula broma.

—Te demostraré que no necesito esa estúpida pastilla para hacerte rogar por más.

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