Capítulo 6

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Al terminar el cole estaba muy cansada así que decidí irme directamente a casa tenia los pies hinchados y tenia muchas nauseas, no podía ir al colegio estando embarazada pero no quería dejar mis estudios ni tampoco quería abortar, faltaba poco para llegar a casa note que un grupo de personas estaban parados a la entrada de mi residencial parecía como si hubiera ocurrido un accidente no me preocupe por formar parte de ese gentío así que seguí con mi camino, al llegar a casa me fui directamente a la habitación de mis padre me tire en la cama y dormí un poco, al despertar me di una ducha y me vestí, baje a la cocina y comí algo para luego ir corriendo al baño a vomitarlo todo, estaba tan delgada que parecía un esqueleto. Cuando me vi al espejo me quede atónita, tenia anemia y encima estaba embarazada, en ese momento decidí dejar la bulimia no sabia como pero tenia que dejar de vomitar por que si no dejaba de vomitar el bebe que llevaba en mi vientre podría morir.

No quería ir a un psicólogo por que no tenia sentido pagar por que alguien me escuche si se que esa persona solo quiere mi dinero y no le importa una mierda mi vida. No sabia por donde empezar, ni que hacer, así que subí a la habitación de mis padres me senté en la cama y empece a llorar otra vez con la maldita depresión, no podía sentirme peor de lo que me sentía.

 Pasaron unos minutos y las lagrimas seguían corriendo por mi cara, iba a ser difícil superar esta vez la bulimia ya que cada día me hacia mas y mas débil. No sabia que hacer tenia que pensar como superar todo esto. Mis piernas me temblaban al caminar y no podía mantenerme en pie por mucho tiempo. Así que solo me recosté en mi cama y me dormí, una voz familiar me despertó era mi madre la vi y la abrace le pedí perdón por todo lo que le había hecho y empece a llorar nuevamente. Mire el entorno y detrás de ella había una silueta de un hombre se parecía a mi vecino me asuste y me quede atónita.

-Que pasa hija?-Dijo mi madre

-El...-No podía hablar bien

-Pórtate bien con los visitantes, después de todo el es nuestro amigo-Dijo mi madre

-Pero el... el me violo-Dije asustada

-No hija solo estaba jugando contigo-Dijo mi madre demasiado calmada

-Quieres volver a jugar conmigo?-Pregunto el vecino

-No!-Le grite muy asustada

-Cálmate hija, el solo jugara contigo una vez mas te divertirás mucho, los dejare a solas-Dijo mi madre saliendo de la habitación

Mire al vecino muy asustada que me hará este idiota ahora, el vecino me agarro del brazo y me tiro al piso, me golpee muy fuerte en la cabeza. El se puso encima de mi y empezó a golpearme, luego empezó a besarme el cuello y a quitarme la ropa, yo solo lloraba y lloraba, el se quito toda la ropa quedando totalmente desnudo.

-Seré bueno-Dijo mirándome directamente a los ojos

En ese momento mi madre entro nuevamente a la habitación y llevaba consigo una funda de preservativos se las dio al vecino y este los cogió.

-No quiero que quede embarazada-Dijo mi madre saliendo de la habitación nuevamente.

-No te preocupes, esto sera divertido-Dijo 

En ese momento sabia que esto no iba a terminar nada bien, lo mire y antes de violarme se puso un preservativo. De repente me despierto.

-Todo fue un sueño-Susurre

Estaba empapada de sudor, fui al baño estaba temblando, parecía todo tan real. Me lave la cara y me di una ducha y me vestí. Luego baje nuevamente a la cocina busque un vaso de agua y fui a la sala, encendí la televisión pero no se veía ni un carajo así que la apague y termine mi vaso de agua y salí de casa, fui a la farmacia a comprar unas vitaminas, tenia que empezar por algo y solo se me ocurrió eso. De regreso a casa, pude notar a dos chicos que estaban siguiendo probablemente no me seguían pero que clase de personas camina a la 10:00 pm de la noche por una calle oscura eso no lo vi normal así que acelere el paso.

-Hey!! linda por que tan apresurada-Grito uno de los chicos

Voltee para solo ver que estaban corriendo hacia mi, pude notar el brillo de un cuchillo en la mano derecha de uno de ellos, solo quedaban unos metros para llegar a casa, no podía correr por que las piernas me temblaban y temía caer.

-Solo un poco mas-Pensé

Los chicos corrían muy rápido parecían corredores profesionales, trate de caminar mas rápido pero casi me caigo en el intento, Sentí que uno de ellos me agarro del brazo, en ese momento estaba mas que asustada no sabia que hacer, el miedo se apodero de mi cuerpo.

-Oye, no te haremos daño-Dijo el chico sosteniéndome con fuerza

-Y por que no me sueltas?-Pregunte asustada

-Ah!, perdona es que parecías asustada y no quería que pensaras que teníamos segundas intenciones contigo-Dijo sonriendo

-Y que hay del cuchillo que lleva tu amigo?-Pregunte

-Eso, no lo se, siempre lo lleva-Dijo

-Esta bien-dije

-Y cual es tu nombre?-Dijo jugando con sus manos

-Mi...Mirelys-Dije

-Mi nombre es Augusto, y el es Enrique-dijo señalando a su amigo

-No habla mucho verdad?-Dije

-No, es bastante callado-Dijo mirando a su amigo

Mire a su amigo el cual solo miraba el piso fijamente, me acerque a el y pude notar su mirada de tristeza.

-Te pasa algo?-le dije

El levanto la mirada del suelo y me miro directamente a los ojos miro mis cortadas, las toco con un dedo y luego se aparto.

-Por que?...Por que lo haces?-Pregunto

-Cada quien tiene sus razones-Dije 

El me miro y guardo su cuchillo en su bolsillo derecho.


Un Mundo EnfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora