Estaba caminando junta a Augusto y Enrique estaban muy callados lo cual era incomodo por que estaba caminando junto a dos personas que no conocía y para rematar era de noche. Enrique de vez en cuando me miraba y luego volteaba rápidamente al saber que yo voltearía a verle, Augusto solo mantenía su mirada fija al piso. Pasamos al frente de mi casa pero me quede callada para no tener que entrar hice como si viviera en otro lugar, pasados unos minutos Augusto rompió el silencio incomodo entre nosotros.
-Y... Mirelys donde están tus padres-Pregunto aun mirando al piso
-Eh...emm... Ellos están...Están de viaje-Respondí muy nerviosa
-Enserio?...A donde?-Pregunto nuevamente
Mire al piso no se me ocurrió nada mis padres no tenían visa como coño iban a viajar. Pensé en decir New York pero ese lugar ya es demasiado común.
-Haber ya, esto parece un interrogatorio, déjala tranquila-Dijo Enrique
Luego de oír esas palabras, al principio ni me miraba y ahora me defiende, vi como hasta Augusto se quedo extrañado y lo mas raro es que al pasar unos segundos me abrazo. Estaba atónita Enrique abrazándome eso es demasiado raro, mire a Augusto quien pareció estar extrañado también.
-En..Enrique?-Pregunte
Al romper el silencio Enrique pareció volver en si me dejo de abrazar me miro y luego se movió unos pasos alejándose de mi.
-Bueno yo ya me tengo que ir a casa-Dije
-Te acompañamos-Dijo Augusto
-No es necesario-Dije
Deje a los chicos a mitad de la calle y me fui a casa, al llegar me fui directamente a mi habitación y me dormí. Al despertar oí a una ambulancia frente a la casa, pude ver como mi padre y madre bajaban en una camilla de la ambulancia. Me sorprendió que la hayan traído del hospital sin que pudiera caminar, pero bueno esas son cosas que los médicos deciden.
No quería verle así que me fui a mi habitación y cerré la puerta con seguro. Me asegure de no hacer ningún tipo de ruido para evitar que se dieran cuenta de que estaba en casa. Oí a mi tío hablando con uno de los enfermeros que traían la camilla pero no podía oír con claridad que le decía. Oí como unos pasos se aproximaban a la habitación pero me quede tranquila ya que sea quien sea no podría abrir la puerta, pero de repente mi tío dijo que tenia las llaves de la casa. Abrió la puerta de mi habitación y no sabia quien entraría por esa puerta, un chico se asomo, Su cabello es negro y un poco largo y despeinado, sus ojos son verdes y es alto y delgado.
-Quien es este chico?-Pensé
-Per...Perdón, pensé que no había nadie-Dijo avergonzado.
-Quien eres?-Pregunte mirándolo directamente a los ojos.
-Mi nombre es Axel, soy nuevo en el residencial, vine a vivir con mi madre y tu como te llamas?-Dijo algo nervioso
-Mirelys-Dije confundida
-Un gusto conocerte-Dijo
-Y se puede saber que haces en mi casa?-Dije algo molesta
-Mi madre lleva tiempo viviendo aquí en el residencial y conoce a tu madre, supo del accidente y decidió venir a ver a tu madre-Dijo
-Y por que entraste a mi habitación-Seguí preguntando
-Tu tío me dijo que podía explorar la casa-Dijo
Desvié mi mirada hacia la ventana, dándole la espalda a Axel. Pasaron unos minutos, había un silencio incomodo entre nosotros, hasta que este decidió romper con este.
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Un Mundo Enfermo
Short StoryEn este mundo hay cosas que todavía no me terminan de sorprender es como si estuviera viviendo en una caja de malas sorpresas. No todo lo que ves es lo que realmente es y en las personas en las que mas confías son las que primero te clavan un cuchil...