Katharsis [ Kakashi Hatake Fanfic ]

[12] Volveré

"Con mis errores aprendí que no quiero que esto termine así"

Mientras sentía las lágrimas rodar por mis mejillas, con mi byakugan busqué a Kakashi quién después de salir por aquella puerta de dirigió a la alcoba en dónde antes dormía, sacó de un pequeño mueble que estaba junto a la cama una pijama, solo podía ver cómo se la ponía lentamente, como si no pasara absolutamente nada,  después de unos cuantos segundos y después de realizar esta acción, salió con cuidado de la habitación como si tuviera miedo de que yo escuchara lo que estaba haciendo. Aguardó unos segundos en la puerta del cuarto en dónde yo me encontraba y me pregunté si entraría para pedirme disculpas, pero no fue así, él no lo hizo; en su lugar pude notar cómo alejó su mano de la perilla de la puerta para después dirigirse a la cocina.

Me tomó unos segundos recuperar la compostura. En mi cabeza no podía alejarse la idea de que Kakashi me había utilizado para saciar sus deseos, me había llevado a la cama haciéndome creer que todo estaba bien, por unos segundos pensé en todas aquellas palabras bonitas que había dicho al estar sobre mi cuerpo diciéndome que jamás me dejaría ir y que me disfrutaría totalmente. En ese momento todo era perfecto, lo había disfrutado tanto, no solo por el inmenso placer que él me hacía sentir sino por lo mucho que amaba su compañía. Pero ahora lo único que había logrado era haberme hecho sentir como un objeto y estaba completamente segura de que yo no merecía eso, yo no era alguien con quién podía desahogar su apetito sexual y después botarme como si fuera nada, yo era su novia.

Suspiré antes de que la molestia se apoderara completamente de mi ser, me levanté rápidamente antes de tomar la ropa que hace algunas horas me había quitado Kakashi y volví a ponérmela. Salí completamente furiosa de la habitación y me dirigí a mi antigua alcoba en dónde se encontraba Kakashi hasta hace algunos instantes, pensé en los primeros días en cuanto llegué a Konoha; poco a poco me había hecho de más prendas y de algunos objetos personales, y aunque mi novio se había ofrecido a comprarme cosas y que tomara algunas otras que el ya tenía, yo me había negado rotundamente, todo lo que tenía era gracias al trabajo duro de las misiones a las cuales me habían enviado. Suspiré y tomé una de las mochilas que había en la habitación, fue automático el instinto de tomar toda la ropa mía que veía a mi alcance en aquél armario y aunque ya llevábamos un buen tiempo en el que dormíamos juntos en la habitación de Kakashi, la mayor parte de mi ropa se encontraba aquí por el tema del espacio. En lo único que podía pensar en estos momentos era en irme, la furia se había apoderado totalmente de mí y no me iba a dejar humillar de esta manera, yo tenía un lugar en dónde los Hyuga y pensaba tomarles la palabra pues a final de cuentas lo único que me detenía para irme era él.
El recuerdo de las palabras de Tsunade llegaron a mi mente, él me había ocultado el hecho que era libre, me lo había ocultado porque pensaba que me iría, y aunque sinceramente no pensaba hacerlo, quería estar con él, pero ahora... Ahora era lo único que quería hacer. Todo había sido por él, había dejado a mi mejor amigo irse, no había apoyado totalmente a Saint cuando lo único que hizo fue buscarme por tanto tiempo y tratar de arreglar las cosas, me había quedado con él y no con mi familia y él me había pagado con una de las peores humillaciones.
Mientras lanzaba la ropa con rabia dentro de la mochila sentí su presencia, la puerta se abrió lentamente para quedarse congelado ante tal escena, estaba segura de que no sabía qué hacer, unos segundos bastaron para verlo pasar por el marco de la puerta. Vestía uno de sus pants que solía usar cuando estábamos en casa en nuestros días libres, no llevaba prenda superior por lo cual podía ver perfectamente su cuerpo tan bien trabajado y su piel desnuda a contraluz. Su cabello aún estaba despeinado por el encuentro que acabábamos de tener y a pesar de que yo estaba más dolida y molesta que el infierno, tenía que aceptar que estaba guapísimo, siempre lo estaba. Giré automáticamente la mirada para seguir en mi tarea, esta vez se había pasado de la raya.