Katharsis [ Kakashi Hatake Fanfic ]

[25] Pain

K  U  M  I

"Lo había perdido y era totalmente mi culpa"

Me giré al momento en el que mi espada atravesó al enemigo. Las manos me temblaban y mi pulso era acelerado, no podía evitar pensar en que se levantaría en cualquier momento.
Al mirar a Kakashi y gracias a mi sharingan, logré llegar justo al tiempo antes de que dejara caer hacia atrás su cabeza. Me costaba trabajo respirar al entender lo que había sucedido, él me había salvado sin importarle su propia vida.

Inconscientemente las lágrimas caían por mis mejillas mientras lo veía mirar al cielo con la mirada perdida. Lo sujeté entre mis brazos mientras lo llamaba por su nombre sin obtener una respuesta, ni siquiera parecía escucharme, no podía evitar sentir que el mundo se me iba de las manos en ese mismo momento, la desesperación aumentaba cada segundo más y más, tanto que no podía evitar gritar por ayuda y tratar de ver a mi al rededor. No tenía la suficiente fuerza ni el chakra suficiente para crear un clon y buscar inmediatamente a Tsunade para compartir la información que tenía con ella y para que así viniera ayudar a Kakashi, ella era la única que podría salvarlo pero en este momento no podía pensar en otra cosa que no fuera el dolor y la culpabilidad que estaba sintiendo en ese momento, si yo hubiese sabido exactamente lo que pasaría, las cosas quizá hubieran pasado de manera distinta. Esa era la verdadera razón por la cuál yo me había ido de la aldea, precisamente por esto; no quería que más gente fuera sacrificada, esto no debía pasar pero aún así él me había salvado. La cara me ardía, estaba casi totalmente segura de mi estado físico tampoco era el mejor, podía sentir la sangre caliente escurrir por mi sien aunque eso era lo que menos me preocupaba, nuevamente traté de llamarlo y con cuidado con una de mis manos tomé su rostro, ni siquiera estaba segura de que él me estuviera escuchando. Kakashi volteó la vista para que nuestros ojos cristalinos se encontraran durante unos segundos que parecieron ser eternos antes de ver cómo su mirada poco a poco iba apagándose.

El tiempo en ese momento parecía haberse congelado por completo, una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo al mismo tiempo que un dolor indescriptible se apoderaba de mí. Los ojos me ardían de una manera que ni siquiera podía comparar con otra cosa más que con la muerte de mis padres, me faltaba el aire y había comenzado a respirar aceleradamente; esto no podía ser cierto, esto no estaba pasando, no podía.

Kakashi había muerto.
Lo había perdido y era totalmente mi culpa.

Lo solté por un momento, miré mis manos las cuales no dejaban de temblar, mi pulso era acelerado y la ansiedad poco a poco tomaba el control sobre mi, no podía calmarme, simplemente no podía aceptarlo, no podía creer lo que estaba frente a mis ojos, el vacío que estaba sintiendo jamás en mi vida lo había experimentado, había visto morir al amor de mi vida frente a mí, él me había salvado, Kakashi había sacrificado su vida por mí. Esa frase daba una y mil vueltas en mi mente, no había nada más.

Mi miedo más grande se había convertido realidad, por está misma razón había hecho todo lo que hice, por esta razón no había querido volver. Era una manera cruel del destino de castigarme por tratar de enmendar las cosas, de tratar de cambiarlo todo. Si tan solo hubiera sabido lo que iba a pasar, las cosas no hubieran terminado así, la que debería haber muerto era yo, no él.

Lo miré una vez más para volver a tomarlo entre mis brazos, el llanto era algo inevitable, lo había perdido para siempre.
Al soltar un grito de dolor entre lágrimas, sudor y sollozos, sentí como una corriente eléctrica nuevamente recorría todo mi cuerpo, había pasado mucho tiempo desde que no sentía está energía, el chakra se había convertido en un especie de campo de fuerza amarillo que se elevó hasta el cielo. Había rodeado la zona de electricidad; probablemente había terminado con algún enemigo que estuviese cerca pero a este punto ya no me importaba, ya no tenía un motivo para seguir peleando. Mi vista se nublo por completo antes de volver a mirar su cuerpo inmóvil que estaba entre mis brazos para después perder el conocimiento.