Kisame - Celos

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Hay algo particular en el hombre tiburón. Quizá son sus hombros anchos debajo de sus manos, quizá es la altura, o quizá incluso es la forma afilada de su mandíbula cuando lo pica y raspa sus mejillas en contra de su piel.

Gai no está seguro de que se trate realmente de ese mimetismo exacto a sí mismo lo que lo hace doblarse y arrodillarse, o lo que lo hace inclinarse delante de él.

Quizá incluso no es nada de eso, piensa cuando Kisame lo ahorca y lo empuja más fuerte contra las sábanas una vez más.

Quizá en realidad se trata de la manera en la que Kakashi todavía lo está esperando en el restaurante, o de la manera en la que le dijo hace unos días "nunca podrías encontrar a otro rival, Gai" y se burló abiertamente de él, murmurando que era imposible que tuviera celos.

Y, por supuesto, Gai lo tomó como un reto.

Ahora es casi como lo hace con él, como una batalla o un baile.

Gai cierra los ojos, apretando las piernas alrededor de la otra cadera mientras imagina lo que Kakashi diría si lo viera, si sus ojos pudieran asomarse desde la puerta de la habitación y pudiera descubrir lo que hace Gai.

Es esa emoción lo que lo hace clavar los dedos en los hombros de Kisame, dejando pequeñas medias lunas sangrantes mientras siente los dientes afilados entrando en su carne.

Será un buen desafío, piensa, porque quizá cuando Kakashi vea las cicatrices se vuelva loco de celos y quiera buscar al responsable, entonces Gai lo retará a intentar averiguar.

Cuando Kisame vuelve a morder su cuello, Gai no puede contener la emoción de imaginar a su pareja llena de celos y abre la boca para gritar "¡Kakashi!" contra la piel escamosa.

La palabra solo sirve para que Kisame lo empuje contra las almohadas y atrape su oreja en una caricia mordaz.

"Haré que recuerdes mi nombre, estúpida bestia" gruñe, empujando, y a Gai le parece interesante ese nuevo desafío, por lo que se atreve a gritar el nombre de su eterno rival una vez más.

Caliente y Picante [KakaGai / GaiKaka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora