Desperté de golpe cuando sentí una caricia en mi rostro. Al mirar al frente me encontré con unos fríos ojos negros que me miraban fijamente..
No pude apartar la mirada, sentía como el ambiente se ponía tenso.. mi pulso comenzaba a acelerarse abruptamente.. sabía que ya no estaba enamorada de ese chico, pero aun así al mirarlo en mi estomago revoloteaban pequeñas mariposas que me hacían sentir como si tuviera doce otra vez.
Sasuke era guapo, tendría que ser ciega para no notarlo.. pero su mirada llena de odio y venganza comenzaba a producir en mi, un sentimiento de miedo que me aterraba.
Estaba paralizada, mis músculos no respondían.. mierda tengo que moverme!
De pronto Sasuke se movió y yo pegue un pequeño brinco poniendo mi cuerpo alerta y a la defensiva.
- ¿Me tienes miedo?
Dijo con una pequeña sonrisa ladeada en su rostro.
No entendía que me pasaba, hace un par de horas lo había visto frágil.. Sasuke había llorado por su hermano y en mi interior sentí tristeza, ganas de consolarlo.. luego me había acercado para curar sus ojos..
Pero ahora que él volvía a mirarme con frialdad mi cuerpo solo quería correr.. mi instinto de sobrevivencia me alertaba que ese hombre era peligroso.
Al ver que yo me había quedado muda, él comenzó a acercarse lentamente. Me sentía como una frágil presa que estaba a punto de morir. Trataba de concentrarme y hacer que mi carácter aflorara pero era imposible.. yo solo temblaba mientras el seguía acortando la distancia.
Sentí el calor de cuerpo a solo unos centímetros del mío. Cerré mis ojos por instinto.. esperaba el golpe final...
Y entonces
Él hizo algo que jamás espere.
Sentí su nariz rozar mi cuello y bajar hasta mi clavícula. Abrí los ojos tratando de entender ¿que pasaba?¿por que no estaba muerta?.
- Sigues oliendo a flores. Me dijo en un ronco susurro.
Luego se alejo de mi como si mi contacto quemara y salió dando un fuerte portazo.
Fruncí mi seño, mientras miles de preguntas se formulaban en mi mente. Me tomo un par de minutos volver a tener la mente clara. Cuando ya pude pensar por mi misma tome mis cosas y me apresure a salir de ese lugar..
Sabía que mi misión aquí estaba completa.. tenia que marcharme lo antes posible, estábamos casi llegando a una guerra y mi aldea me necesitaba.
Corrí por los pasillos de ese lúgubre escondite.. De pronto mi cuerpo se estampo contra algo.. o alguien..
- Hola lindura.. ¿a donde crees que vas?.
Lo mire desafiante, con arrogancia.
- A Konoha. Dije con tono aburrido.
Él chico lanzo una fuerte carcajada que hizo que mi rostro de suavizara.
- Ya veo por que le gustas a Sasuke. Decía Siugetsu con una sonrisa en su rostro.
- No te confundas cariño.. a Sasuke, solo le gusta Sasuke. Le dije con un tono de burla y coquetería.
El volvió a reír.
- Lo siento preciosa, pero tenemos ordenes, no puedes irte hasta que Sasuke decida que hacer contigo.
- Lo siento.
Le dije mientras él me miraba con confusión, levante mi puño con chakra y lo golpie lo suficientemente fuerte para dejarlo inconsciente.
Corrí desesperada por mi libertad, pensando en mis amigos, en mi hogar.. nunca mire atrás..
Las horas que me tomo llegar a Konoha fueron las mas adrenalinicas de mi vida, sentía que en cualquier momento alguien me tumbaría contra el suelo.. había tenido suerte esta vez..
Al llegar a casa pude ver como se preparaban para ir a la guerra..
Había mucho ajetreo en la aldea, la tensión de los Shinobis era palpable, podía ver la tristeza en la cara de las mujeres y niños.. pero ya no se podía aplazar mas por lo que teníamos que estar listos.. sabíamos que en un par de semanas mas nada volvería a ser lo mismo.
Busque entre mis compañeros una cara conocida. Él me miro con felicidad y yo lo abrace fuertemente.. necesitaba tanto un abrazo de Naruto, él se había transformado en la única familia que tenía...
- Estoy de vuelta. Le dije temblando.
- Sasuka-chan! Me alegro tanto saber que estas bien!, ¿cumpliste tu misión? ¿el Teme sabe sobre su hermano?.
- Si Naruto ahora todo depende de ese baka.
Me gire y para mi sorpresa me encontré con Lady Tsunade.. me lance a sus brazos llorando de felicidad.. la había extrañado tanto!, por un momento pensé que nunca mas podría verla consiente.
Y de alguna manera extraña una paz comenzó a fluir por todo mi ser.. a pesar de que estábamos en las puertas de la guerra y de la muerte.. por alguna razón me sentía feliz, con el corazón en calma...
