Capítulo 17

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CARTER

Me meto en mi cama, la cual apenas he echado de menos, he dormido bastante bien estos días y la verdad es que no me apetece repetir las constantes pesadillas que se producen por las noches. Aún así apoyo la cabeza en la almohada y cierro los ojos aun con el pelo húmedo tras la ducha.

Me despierto alarmado por un horrible sueño, eran más o menos las cuatro de la mañana, todavía quedan tres horas y media para recoger a Orbela en su casa, tengo demasiado calor y se me ha quitado el sueño.

Me levanto de la cama mas rápido de lo que me he metido hace unas horas y me dirijo al baño, me lavo la cara y observo mi reflejo ojeroso en el espejo, mi pelo está revuelto pero decido no peinarlo, no por ahora, todavía en pijama me coloco la camiseta a juego y me pongo unos calcetines para andar por casa. Voy a la cocina y cojo una caja de cereales de miel, los sirvo en un cuenco y guardo la caja en su sitio. Me dirijo al despacho a seguir corrigiendo los trabajos que me han entregado los alumnos de psicología.

Paso de todos los trabajos y voy directamente al de la chica de pelo rojo que anda metida en todos mis asuntos estos días, la portada no se sale de lo normal, el titulo en negro mas grande que el resto y en una letra cursiva bonita destaca sobre su nombre al final de la pagina. Ella sabe de lo serio y clásico que soy a si que el trabajo no tiene florituras ni colores extravagantes.

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN NUESTROS DÍAS

por Orbela Smith para el Sr. Carter.

1. ¿Qué es la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional hablando técnicamente es una habilidad cognitiva que nos permite entender nuestro comportamiento personal.

Básicamente esto es ser consciente de las emociones que se hallan tras nuestro comportamiento y la influencia de estas en otras personas. Además de que nos ayuda a aprender a manejar nuestras emociones, sobre todo en situaciones de presión.

La capacidad de expresar y controlar nuestras emociones es esencial, pero también lo es nuestra capacidad para comprender, interpretar y responder a las emociones de los demás. Imaginemos un mundo en el que no se pudiera entender cuando un amigo se siente triste o cuando tu profesor está enojado. Los psicólogos se refieren a esta capacidad como la Inteligencia Emocional, y algunos expertos sugieren incluso que puede ser más importante que el coeficiente intelectual.

Definimos la IE como la capacidad de:

- Reconocer, entender y manejar nuestras propias emociones.

- Reconocer, entender e influir en las emociones de los demás.

La IE conlleva los siguientes cuatro factores:

- Percibir las emociones.

El primer paso en la comprensión de las emociones es percibirlas con precisión. En muchos casos, esto podría implicar la comprensión de las señales no verbales como el lenguaje corporal y las expresiones faciales.

- Razonar con las emociones.

El siguiente paso consiste en utilizar las emociones para promover el pensamiento y la actividad cognitiva. Las emociones ayudan a priorizar aquello a lo que es prioritario prestar atención y por tanto reaccionar, respondiendo de este modo emocionalmente a las cosas que captan nuestra atención.

Comprensión de las emociones.

Las emociones que percibimos pueden tener una gran variedad de significados. Si alguien está expresando emociones de ira, el observador debe interpretar la causa de su ira y lo que podría significar. Por ejemplo, si nuestro profesor está actuando de manera airada, podría significar que está insatisfecho con nuestro trabajo, o tal vez que tiene un exceso de carga laboral o que ha estado discutiendo con una alumna por la mañana.

- Gestión de las emociones.

La capacidad de gestionar con eficacia las emociones es una parte crucial de la Inteligencia Emocional. La regulación de las emociones, responder de manera apropiada, y saber cómo y cuándo responder a las emociones de los demás, son todos aspectos importantes de la gestión emocional. [...]

Continúo leyendo su trabajo perfectamente redactado, me hace gracia como en los ejemplos que pone nos utiliza a ambos. Llego a la parte de la conclusión donde además les pedí que hicieran un test de internet y valoraran su propia inteligencia emocional.

7. conclusión y valoración personal.

[...] Mi valor de inteligencia personal es mas alto que el de la media, se interpretar perfectamente los sentimientos de las personas de mi alrededor y también sé lo que siento en cada momento, según el test se percibe que tengo un nivel medio de estrés y se me recomienda la meditación... tengo un nivel de influencia emocional bajo ya que se me considera una persona fría y calculadora.

También se me indica que tengo un nivel alto en alegría, según el test hago mía la alegría de los demás alegrándome por ellos y sus situaciones, lo que me convierte en una persona empática. Tengo un nivel de expresividad negativa bajo ya que soy capaz de interiorizar y ocultar mi desagrado hacia ciertas situaciones, en cuanto al nivel de atención emocional soy de la misma puntuación al anterior nivel ya que tiendo a no dejarme llevar por mis estados emocionales, en mi, prima la racionalidad a los propios sentimientos.

Poseo un alto nivel de conocimiento empático ya que percibo con claridad el estado de ánimo de los demás, lo que hace que cualquier interacción con ellos se desarrolle de manera positiva. Al contrario del nivel de expresividad negativa que era bajo, en el de expresión positiva dispongo de una puntuación alta ya que siempre expreso mis emociones positivas.

Esto es lo que dice el test más en mi sincera opinión creo que poseo un bajo nivel de estrés, controlo muy bien este tipo de situaciones y encuentro una solución rápidamente, aunque no sea la adecuada, mi expresión de emociones la considero más bien baja ya que mis emociones negativas no las suelo mostrar, a no ser que sea el enfado y solo con personas de confianza o cuando terminan por sacarme de quicio.

Lo mismo pasa con la alegría, nadie tiene porque saber si soy feliz o no, quizás aquí ciertos tipos de actuación me delatan, como mi actitud infantil, cuando la tengo indica que estoy feliz, o bueno, eso es lo que quiero aparentar, pero el mundo no se preocupa de ese comportamiento así que no me preocupa.

El nivel de percepción de emociones lo considero muy alto, soy capaz de ver las emociones de las personas fácilmente, incluso las ocultas. Siempre he sido una persona muy observadora y la mayoría de la gente se preocupa de ocultar sus sentimientos pero no de controlar sus acciones por lo que se me da muy bien averiguarlas y actuar en relación. [...]

El trabajo supera como siempre mis expectativas, Orbela nunca me decepciona, no en psicología por supuesto, la filosofía también se le da bien lo que pasa es que no la estudia en profundidad sin embargo los trabajos que alguna vez le he mandado me dejan incluso pensando.

La verdad es que las clases van bien, hay sus más y sus menos por supuesto pero en general, los alumnos se desarrollan bien, las chicas son quizás un poco promiscuas pero nada con lo que no pueda lidiar.

Me meto en la ducha, el agua está totalmente fría para despejarme, me visto y me preparo el café. Aún quedaban dos horas y media horas para comenzar el día.

Agobiado en casa decido coger el coche y dar una vuelta, dejando que mis pensamientos me lleven a donde quieran.

Señor CarterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora