Capítulo 50

243 25 0
                                    

CARTER

No sabía que Alfredo iba a exponer la foto que le hice a Orbela en el baile, no se lo ha tomado mal pero sé que me estará con el tema durante varios días.

La observo desde lejos, gente que conocemos se acerca a ella y la dije algo, se ríen y también la sacan los colores, mi padre se acerca a mí después de hablar con la chica lleva una copa de champán en la mano aunque sé que no la beberá, se la cambio por la mía ya vacía y le doy un sorbo.

— creo que no la he visto tan muerta de vergüenza en su vida.

— ya, no lo veo para tanto.

— no me digas que su mirada no te hace sentir cosquillas, transmite tanto con la mirada. Creo que voy a comprar uno.

— ¿cuál? Son todos muy... expresivos.

— podré colgar uno de la moto en la tienda, no creo que le importe.

— no, estoy seguro de que le haría bastante ilusión.

— ¿ese es Nick?

Miro en la misma dirección que mi padre y observo como el chico se acerca por detrás y rodea a Orbela por la cintura. Mantienen una conversación bastante fluida y la chica apoya la cabeza en el pecho de su novio que le levanta la cara con cuidado y le sonríe, se dan un abrazo y se va.

Orbela respira hondo y esconde sus pensamientos bajo una máscara de felicidad cuando aparecen James y Kat.

James lleva un traje azul marino y Kat hace contraste con Orbela. Mientras que una viste de rojo con el pelo negro la otra viste de negro con el pelo rojo. Sonrió ante su complicidad mientras corren como niñas pequeñas de foto en foto y James les echa la bronca como el adulto.

Me acerco a Alfredo y entabló conversación con él mientras no dejo de observar a mi alumna.

— pegáis como el chocolate y las fresas.

— eso ya lo has dicho.

— ya pero me reafirmo.

— soy su profesor.

— eso nunca fue un problema, y no me saques el tema de la ética que sabes que conmigo no funciona.

— Alfredo...

— no soy el único que lo dice Alexander.

Me alejo del hombre y una vez más repaso las fotos. Se la ve feliz subida en la moto, hay fotos que han salido naturales, está riéndose o moviendo el pelo con viveza, hay una foto en concreto en la que está inclinada sobre él manillar y su escote se pierde más allá de su pecho.

Continuo por las fotos con el vestido largo, Alfredo le hizo dar alguna vuelta, por lo que hay una que es muy... artística, está en medio del giro, el vestido se le ha ido hacia atrás dejando al descubierto sus piernas y viéndose algo del encaje de su ropa interior, tiene los brazos subidos y está sonriente, mirando a la cámara con los ojos achinados y varios mechones en su cara, es tremendamente infantil si la miras sin analizar, esa foto es ella en su estado más loco.

Me dirijo después a la sección de las fotos con los chicos, la primera está algo sonrojada, tiene una mano en su boca ocultando su sorpresa y la otra mano en el aire, mira a los modelos y su postura está algo cohibida, en cambio pasas a la siguiente foto y es su esencia en armadura, está mirando al frente directamente, sus ojos casi parecen seguirte, los chicos las observan con admiración pero ella solo tiene ojos para el que ve la foto. En la siguiente está sentada, una de sus piernas delante de la otra y sus brazos cruzados sobre las rodillas, los hombres están tirados de lateral y de nuevo la observan, esta vez con lujuria, si te fijas en la foto puedes ver a varios hombres extasiados de más. Si sigues avanzando la encuentras a ella envuelta en manos, su sonrisa es pícara frente a la cámara y parece que disfruta de tanta atención.

Paso a la siguiente sección, a las fotos de ella con el chico, la primera que ves es la que están sobre una sábana negra, lo que más destaca en la foto es el pelo rojo de Orbela, la piel oliva de ambos, y los ojos azules del chico, ella le mira como si lo idolatrara y esa misma mirada tiene él hacia ella, en la siguiente casi parece que están aguantándose las ganas de follarse, su mirada casi parece estar conectada por un pequeño rayo, las manos de Orbela están sobre su abdomen marcado y las de él en su cintura pequeña, ella lleva unos altísimos tacones por lo que casi alcanza la altura de su compañero.

La siguiente foto me saca una sonrisa espontánea Alfred capturó el momento de risa floja de Orbela cuando tenía que bajarle el bóxer a el modelo, este también se ríe y queda una foto que transmite familiaridad, como si fueran novios desde hace años.

Continuo más allá siguiendo con más fotos del ojiazul, en esta se están besando, en algún punto de la sesión el chico cogió a Orbela en brazos enroscando sus piernas en su cadera, ella lo besa desde arriba por lo que su pelo cae en cascada y el chico la mira estirando el cuello, no me fijo demasiado en las fotos de ella en ropa interior, solo me fijo en su trabajado cuerpo y en su bonita figura, su tatuaje resalta en la parte de abajo de su cuerpo.

Dejo esta parte de la galería y voy hacia la sección que Alfredo ha dedicado a las fotos y dibujos de Orbela, están las fotos con Nick que hace que un nudo se forme en mi garganta, también hay fotos de Lucifer y de un chico que no reconozco, hay una foto impresionante de una rosa bajo la lluvia que ha llamado mucho la atención, luego están sus dibujos, la mayoría son retratos que han sido escaneados y ampliados a un tamaño de casi un metro, está mi retrato fumando y también el de mi padre sonriente.

Hay una foto que ha sido vendida en subasta ya que había muchos compradores interesados, la puja comenzó fuerte y acabó en una venta de varios ceros. Son dos pares de ojos, unos son los míos y otros los de Henrick. Hay una pequeña dedicatoria abajo que no he tardado en memorizar:

¿Qué es lo que observas? Me preguntarás.
Unos ojos preciosos, te contestaré.

Mas lo que yo veo es mucho más importante que todo eso.

Unos ojos representan el cielo y otros el infierno.

Unos ojos representan mi salvación y otros mi perdición.

Unos ojos representan un abismo, me llevan a caer en la oscuridad, representan una adición encantadora que resulta más bien ser mi maldición, representan el peligro, la embriaguez del placer, el camino a lo prohibido, la constante caída del pecado.

Los otros en cambio representan libertad, me ofrecen seguridad en la adversidad, me brindan un lugar frío que resulta ser mi bendición. Un lugar distante pero acogedor, me enseñan el lado oscuro de la luna, el placer del olvido, el poder de darle el control a mi destino.

No lo comprendo, me dirás.

No es entender o no entender, se trata de escoger, ambos son preciosos pero, ¿cuál escoges? ¿Lo bueno o lo malo?, ¿el cielo o el infierno?, ¿el abismo o la luna?

Señor CarterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora